El asesinato de Christian Olascoaga en Francia, probable obra de los GAL
Christian Olascoaga, de 22 a?os, fue asesinado minutos despu¨¦s de la medianoche del s¨¢bado en Biriatou (Pa¨ªs Vasco franc¨¦s) por dos individuos que le dispararon a bocajarro cuando, en compa?¨ªa de su hermano -quien result¨® con heridas de car¨¢cter leve-, sal¨ªa de aparcar su autom¨®vil en un estacionamiento de esta localidad, pr¨®xima a la frontera franco-espa?ola. Hasta el momento nadie ha reivindicado este asesinato, si bien en fuentes de los refugiados vascos se especulaba con la posibilidad de que fuese obra de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL).
El asesinato habr¨ªa sido, seg¨²n esta hip¨®tesis, respuesta al atentado ocurrido el pasado viernes en un restaurante del barrio de Behovia, de Ir¨²n (Guip¨²zcoa) en el que fue asesinado por tres personas encapuchadas el empresario franc¨¦s Joseph Couchot, al que en tres publicaciones peri¨®dicas se vinculaba con ese grupo terrorista. Couchot hab¨ªa desmentido aquel mismo d¨ªa en una carta dirigida a la revista Punto y Hora cualquier vinculaci¨®n con los GAL.A ¨²ltimas horas de la noche de ayer todav¨ªa persist¨ªan muchos datos confusos en torno a las circunstancias del atentado y la posible autor¨ªa de este asesinato, pues mientras unas fuentes aseguraban que Christian Olascoaga y su hermano no ten¨ªan nada que ver con los refugiados vasco-espa?oles residentes en el sur de Francia, otras lo consideran persona muy relacionada con los ambientes nacionalistas vascos.
Incluso se apuntaba el hecho de que el joven asesinado pertenec¨ªa desde hace diez a?os a un grupo de dantzaris vinculado a los c¨ªrculos vascos.
Para los primeros, el asesinato de Christian Olascoaga ha sido simplemente un error de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n, que se equivocaron de persona. Frente a esta hip¨®tesis, se comentaba en medios pr¨®ximos a la polic¨ªa francesa que los GAL raramente se equivocan y que conocen muy bien a las v¨ªctimas blanco de sus atentados.
La posibilidad apuntada de que Christian y su hermano Claude hubieran descubierto a dos miembros de los GAL cuando ¨¦stos pretend¨ªan llevar a cabo un atentado contra otra persona no ha sido tampoco descartada por la polic¨ªa. Seg¨²n esta versi¨®n, los dos terroristas, al verse sorprendidos, reaccionaron disparando sobre los dos hermanos.
El asesinato del ciudadano franc¨¦s Christian Olascoaga ocurri¨® cuando ¨¦ste, en compa?¨ªa de su hermano, sal¨ªa de aparcar su autom¨®vil en un parque de Biriatou, con intenci¨®n de dirigirse al baile que se celebraba en la plaza de esta localidad, con ocasi¨®n de una fiesta local. En ese momento se acercaron a ellos dos personas que cubr¨ªan sus rostros con pasamonta?as y empu?ando sendas pistolas.
Varios disparos
Los dos encapuchados se dirigieron a los hermanos en un idioma que, seg¨²n ha declarado Claude Olascoaga a la polic¨ªa, no entendieron, y dispararon varios tiros posteriormente sobre ellos. Los agresores huyeron en un autom¨®vil estacionado en las proximidades sin ser molestados en ning¨²n momento.Como consecuencia de los disparos result¨® muerto en el acto Christian Olascoaga, quien recibi¨® varios impactos de bala en diversas partes del cuerpo, en tanto que su hermano solo sufri¨® heridas de car¨¢cter leve.
En el lugar del atentado, junto al cuerpo de Christian Olascoaga, la polic¨ªa francesa -a la que sorprendi¨® el hecho de que los dos asesinos se dirigieran a sus v¨ªctimas antes de disparar sobre ellas- encontr¨® varios casquillos de bala marca Smith and Wesson.
Los hermanos Christian y Claude Olascoaga hab¨ªan previsto salir a dar una vuelta por Saint Jean de Pied de Port, pero parece ser que en el ¨²ltimo momento cambiaron de idea -porque Christian ten¨ªa previsto acudir ayer a jugar un partido de rugby y no quer¨ªa trasnochar- y se acercaron a Biriatou, donde se celebraba una fiesta local.
La circunstancia de que los dos hermanos decidiesen cambiar de itinerario en el ¨²ltimo momento implica que s¨®lo ellos mismos conoc¨ªan su recorrido aquella noche, aunque cabe la posibilidad de que pudieran ser seguidos desde su domicilio.
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