Desilusi¨®n en Dubl¨ªn al final de la 'cumbre' sobre el Ulster
La alegr¨ªa no reina precisamente en Eire tras concluir ayer en Londres la cumbre anglo-irlandesa sobre el Ulster. Quiz¨¢ porque Dubl¨ªn hab¨ªa puesto demasiadas esperanzas en las conversaciones entre los primeros ministros del Reino Unido, Margaret Thatcher, y de la Rep¨²blica de Irlanda, Garret Fitzgerald, la desilusi¨®n y la frustraci¨®n han sido mayores.El l¨ªder de la oposici¨®n irlandesa, Charles Haughey, ha calificado la reuni¨®n de alto nivel entre los dos jefes de Gobierno de "deprimente y totalmente negativa" mientras que un peri¨®dico de Dubl¨ªn, The Irish Press, en un editorial de una dureza inusitada, ha afirmado que "Fitzgerald ha defraudado la confianza que la naci¨®n irlandesa hab¨ªa depositado en su l¨ªder".
Comprensible como es la desilusi¨®n irlandesa ante la ausencia de resultados tangibles en las conversaciones, la cumbre no puede considerarse, en opini¨®n de observadores imparciales de las dos capitales, como un fracaso. El problema, que lleva envenenando las relaciones entre los dos pa¨ªses desde hace varias d¨¦cadas, no puede resolverse de la noche a la ma?ana, sino que precisa de una comprensi¨®n y de una flexibilidad nada f¨¢cil de encontrar en los dos pa¨ªses, sobre todo si se le a?ade el elemento terrorista, que ha causado cerca de 2.500 muertos en los ¨²ltimos 15 a?os.
Fitzgerald se?al¨® en su conferencia de prensa que "un problema de esta complejidad no se resuelve de golpe", mientras que Thatcher indicaba a los periodistas que no era "un mago que puede sacar del sombrero una soluci¨®n para Irlanda del Norte".
A pesar de las cr¨ªticas suscitadas por la oposici¨®n y la Prensa de Dubl¨ªn, el comunicado conjunto anglo-irland¨¦s contiene elementos positivos, entre los que conviene destacar los dos m¨¢s importantes: el reconocimiento por primera vez de la identidad irlandesa de la minor¨ªa cat¨®lica y la afirmaci¨®n de que los derechos de las dos comunidades de la provincia deben ser salvaguardados.
La irritaci¨®n irlandesa proviene principalmente del rechazo radical por parte de la primera ministra brit¨¢nica de las tres opciones propuestas por el Nuevo Foro de Irlanda como ¨²nica salida al problema del Ulster: reunificaci¨®n, bajo Dubl¨ªn, con una nueva Constituci¨®n que proteja los derechos de los protestantes; federaci¨®n del Norte y el Sur; y autoridad conjunta sobre la provincia por parte de Londres y Dubl¨ªn. La tercera opci¨®n hab¨ªa sido abrazada calurosamente por Fitzgerald.
El acuerdo de volver a reunirse a principios de 1985 en lugar de esperar un a?o completo para celebrar la pr¨®xima cumbre supone otro signo positivo que refleja la urgencia del tema para los dos Gobiernos. Entre tanto, expertos de ambos pa¨ªses tratar¨¢n de elaborar iniciativas aceptables para todas las partes involucradas en la cuesti¨®n del Ulster.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.