La pol¨ªtica de Thatcher acent¨²a las divisiones sociales, seg¨²n su ministro de Energ¨ªa

El ministro de Energ¨ªa brit¨¢nico, Peter Walker, ¨²ltimo representante del ala moderada o wet del Partido Conservador en el Gabinete presidido por Margaret Thatcher, ha abogado por la vuelta del conservadurismo a su verdadera tradici¨®n centrista y ha advertido que la actual pol¨ªtica de enfrentamiento producir¨¢ inevitablemente "las grandes divisiones sociales de los a?os treinta".

El alegato de Walker, en un discurso ante la Asociaci¨®n de J¨®venes Conservadores, ha sido interpretado inmediatamente por los c¨ªrculos pol¨ªticos brit¨¢nicos como un repudio de la actual pol¨ªtica de la primera ministra, Margaret Thatcher, en l¨ªnea con los pronunciamientos anteriores de varios ex ministros conservadores, entre los que se encuentran el ex secretario del Foreign Office, Francis Pym; el de Empleo, James Prior; el antiguo portavoz de Asuntos Exteriores en la C¨¢mara de los Comunes, sir Iran Gilmore, y el ex jefe de Gobierno, Edward Heath.Aunque Walker no mencion¨® una sola vez a Thatcher en su discurso, las implicaciones estaban claras para la audiencia. El secretario de Energ¨ªa hizo una defensa del compromiso como elemento fundamental de toda negociaci¨®n y de toda conducta pol¨ªtica y, para dar m¨¢s fuerza a sus palabras, ech¨® mano de una cita del ex primer ministro Harold MacMillan, hoy conde de Stockton, en defensa de una l¨ªnea de centro para el partido conservador: "Creo que la ¨²nica posici¨®n pol¨ªtica que los conservadores pueden ocupar con honor es la posici¨®n de centro y que la ¨²nica senda que nos puede llevar al triunfo es la que est¨¢ a media distancia entre los extremos".

En un claro ataque al monetarismo aplicado por Thatcher, Peter Walker declar¨® que los que afirman que el desempleo est¨¢ fuera del control de los Gobiernos practican una clase de calvinismo econ¨®mico. "La situaci¨®n de los parados", a?adi¨® Walker, "es hoy mejor que en los a?os treinta gracias a los subsidios. Pero la afrenta a su dignidad y el derroche social es el mismo".

Los ataques velados de Walker a su jefa de Gobierno han sorprendido a los observadores, ya que la relaci¨®n personal entre los dos hab¨ªa mejorado sustancialmente en, los ¨²ltimos tiempos, especialmente desde el inicio de la huelga minera. Thatcher ha elogiado p¨²blicamente la forma de afrontar la huelga por parte de su ministro de Energ¨ªa. Sin embargo, el discurso de Walker pone de manifiesto la preocupaci¨®n de una, parte del Partido Conservador ante las divisiones que el conflicto est¨¢ causando en las comunidades mineras del pa¨ªs, unas divisiones cuya curaci¨®n ser¨¢ dif¨ªcil aun despu¨¦s de terminar la huelga y sea cual sea su resultado final.

Vuelta a la moderaci¨®n

Walker pidi¨® una vuelta a la pol¨ªtica practicada por los Gobiernos de MacMillan, "una pol¨ªtica basada en la moderaci¨®n y que constituy¨® la base de la pol¨ªtica econ¨®mica brit¨¢nica que di¨® a este pa¨ªs sus tasas m¨¢s bajas de desempleo, sus ¨ªndices m¨¢s altos de crecimiento y la inflaci¨®n menor en toda su historia".

Los comentaristas pol¨ªticos han manifestado que el discurso de Walker es una invitaci¨®n a su destituci¨®n. Thatcher ha sido implacable con sus cr¨ªticos. dentro del partido, especialmente tras su ¨²ltima victoria electoral. Los representantes del ala wet han sido apartados y Walker es el ¨²nico representante de esa tendencia con un puesto en el Gabinete.