El Reino Unido se retirar¨¢ de la Unesco, si no se reforman a fondo sus estructuras

El reino unido ha anunciado su intenci¨®n de abandonar la Unesco a partir del 1 de enero de 1986, si la Organizaci¨®n de las Naciones para la Educaci¨®n, la Cultura y la Ciencia no lleva a cabo una reforma profunda de sus estructuras. El anuncio fue hecho ayer en la c¨¢mara de los comunes por el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, ante los gritos de "verg¨¹enza, verg¨¹enza", procedentes de los esca?os de la oposici¨®n.

"No nos satisface, dijo Howe, "la rentabilidad que estamos obteniendo de la organizaci¨®n, ni creo que el mundo est¨¦ consiguiendo ning¨²n valor" de la Unesco. En consecuencia, prosigui¨® Howe, "hemos decidido enviar la oportuna carta de preaviso, que ser¨¢ efectiva, salvo anuncio en contrario, el 31 de diciembre de 1985.El Reino Unido se convierte, as¨ª, tras Estados Unidos, en el segundo pa¨ªs decidido a abandonar la organizaci¨®n internacional. Las causas que han movido al Reino Unido a adoptar esta decisi¨®n han sido las mismas que originaron la retirada norteamericana, que tendr¨¢ lugar a finales de este a?o.

Ambos Gobiernos han acusado a la Unesco, y especialmente a su director general, Amadou M'Bow, de convertirse en un foro de propaganda antioccidental y de gastar la mayor parte de su presupuesto en pagar a la burocracia parisiense alojada en el Palais Chaillot, sede de la organizaci¨®n. En particular, EEUU y el Reino Unido han atacado sistem¨¢ticamente el llamado nuevo orden informativo, que seg¨²n los Gobiernos brit¨¢nico y norteamericano coarta la libertad de Prensa y la libre diseminaci¨®n de informaci¨®n.

Ni las presiones de 41 pa¨ªses de la Commonwealth, ni las de sus aliados europeos, han conseguido convencer al Gobierno brit¨¢nico de la necesidad de no dar el preaviso de retirada apesar de la opini¨®n favorable de la Comisi¨®n Nacional brit¨¢nica para la Unesco, la primera ministra, Margaret Thatcher, y su ministro de Exteriores se han mostrado inflexibles a la hora de tomar la decisi¨®n.

Las presiones norteamericanas, trasladadas por la embajadora de Washington en la Unesco, Jean Gerard, en una visita a Londres a finales de octubre, han pesado m¨¢s en el ¨¢nimo de Thatcher que las peticiones de los aliados europeos y de la Commonwealth.

Canad¨¢ y Australia han mostrado su irritaci¨®n por la decisi¨®n brit¨¢nica, adoptada s¨®lo tres semanas despu¨¦s de que la Unesco aprobara una propuesta anglo-francesa de reforma de la organizaci¨®n, que cont¨® con el apoyo de los aliados de la Commonwealth y europeos del Reino Unido.

Fuentes diplom¨¢ticas han manifestado su creencia de que la decisi¨®n brit¨¢nica obligar¨¢ a muchos pa¨ªses a reconsiderar el apoyo dado hasta ahora al Gobierno de Londres cuando se debata de nuevo el tema de las Malvinas en la ONU.

Si las retiradas de la Unesco de Estados Unidos y el Reino Unido se consuman, la organizaci¨®n se ver¨¢ privada de cerca de una tercera parte de su presupuesto anual, cubierto hasta ahora en un 25% por los norteamericanos, y en un 5% por los brit¨¢nicos.