Pepe Domingu¨ªn
Comparti¨® con sus hermanos la pasi¨®n por el toro, pero ahora, en solitario, prueba suerte en la pintura y la literatura
Cuando se nace en una familia en la que el padre ha roto el cerco del hambre con sus pases de torero, de torero m¨ªtico, hay un elevado tanto por ciento de posibilidades de que el v¨¢stago contin¨²e en el oficio. Pepe Domingu¨ªn, de 62 a?os, hijo de Domingo y hermano de Domingo y Luis Miguel, empez¨® a ir a los toros a los tres a?os. Un entorno especialmente dise?ado para convertirse en matador de toros y, m¨¢s tarde, en apoderado taurino. Pero Pepe Domingu¨ªn, el hermano del medio, a caballo entre la aureola de intelectual comunista y maldito de Domingo y el triunfador Luis Miguel, que acompa?aba a Franco en sus cacer¨ªas para que le contara los chistes que circulaban sobre el dictador, ha conjurado su discreci¨®n y ha encontrado una nueva identidad: expone paisajes en el Club 24 de Madrid y busca editor para un libro de cuentos.
Hubo de pasar alg¨²n tiempo para que Pepe Domingu¨ªn, ya torero, descubriera que dar pases no era la ¨²nica dimensi¨®n de su vida. "Desde peque?o, mi aspiraci¨®n, como la de mis hermanos, era seguir en el medio. Hab¨ªa que intentarlo, ver si hab¨ªa condiciones o no". A los nueve a?os empez¨® a torear, o a jugar a los toros, que entonces era lo mismo, bajo el aliento de su padre y a escondidas de su madre. O sea, la aventura total, el ideal de proyectar locuras perfectamente posibles. "Tengo recuerdos muy vivos de toreros m¨ªticos, como El Gallo, Belmonte o Marcial Lalanda". La guerra civil supuso adem¨¢s "un par¨¦ntesis en nuestros estudios, que nos refugi¨® a¨²n m¨¢¨¢ en el toro, fue la afirmaci¨®n de que quer¨ªamos ser toreros. Nos acerc¨® de nuevo al campo, al terr¨®n, a la aldea de Quismondo (Toledo), en la que naci¨® mi padre. Porque m¨¢s que herencia torera, en la que no creo, lo que tengo son ra¨ªces campesinas. Mi padre fue primero labrador, mi abuelo era guarda en Quismondo". Una larga trayectoria vital hasta descubrir, en los a?os sesenta, que necesitaba expresarse con la pintura y explicar los or¨ªgenes de su dinast¨ªa, y public¨® Mi gente. Ahora escribe una tauromaquia y ha terminado unos cuentos.Desde 1939 a 1944, Pepe Domingu¨ªn cubri¨® la etapa de novillero hasta tomar la alternativa en Madrid. Tuvo ocasi¨®n de torear con Manolete y Ord¨¢?ez, adem¨¢s de compartir el cartel con sus hermanos Domingo y Luis Miguel en varias ocasiones. Pero al casarse con la actriz Mar¨ªa Rosa Salgado -de la que luego se divorci¨®-, Pepe Domingu¨ªn tom¨® una decisi¨®n que hab¨ªa madurado dolorosamente en ¨¦l: la retirada. "Si sabes que una mujer te quiere, y eres consciente del peligro del toro, tienes que poner tu grano de arena... Es falsa esa idea de que la mujer no debe influir en que el matador de toros se retire: a menudo ¨¦ste sigue por razones econ¨®micas". Pepe Domingu¨ªn se hab¨ªa casado antes con una peruana, que muri¨® en su segundo parto, una desgracia que le desgarr¨® a sus 28 a?os. "A los tres a?os de matrimonio hab¨ªa desaparecido todo: la segunda ni?a muri¨® dos a?os despu¨¦s de mi mujer, y nuestra primera hija, enferma de meningitis, s¨®lo me dur¨® hasta los 15 a?os". El dolor hizo que tuviera que dejar de torear durante un par de meses. Luego, ese sol que sale casi todos los d¨ªas le ayud¨® a seguir. Y al contraer su segundo matrimonio decidi¨® cambiar la muleta por los negocios. El capote, por el contrario, no lo ha dejado nunca. "Todav¨ªa cuando puedo, en algun tentadero, doy algunos pases; es algo que no puedes olvidar, lo necesito". Y tambi¨¦n sigue de apoderado, ahora con El Dani.
Su envergadura f¨ªsica de hombre alto, de facciones labradas, de hermosas arrugas, ha adquirido en Pepe Domingu¨ªn un tinte decadente, cierto aire de torero cl¨¢sico. Y para hacer honor a la leyenda -o para que la leyenda aprenda de ¨¦l-, el ex torero es un hombre sentimental, ardiente y enamoradizo. "Como Bradom¨ªn, aunque no tan cat¨®lico". Ni tan feo. Y ciertamente cari?oso -y exquisito- cuando habla de sus hermanos, los triunfadores. "El suicidio de Domingo fue una sorpresa, pero entiendo su decisi¨®n de arriba abajo, porque era un hombre sensible al que le dol¨ªa la humanidad, y por tanto, m¨¢s vulnerable".
Tras el divorcio de su segunda esposa se cas¨® de nuevo, aunque este tercer matrimonio no ha sido su ¨²nica pasi¨®n amorosa. Tiene seis hijos, y hay quien dice que ha tenido con las mujeres un ¨¦xito menos nutrido pero m¨¢s efectivo que su hermano Luis Miguel. "No s¨¦ qu¨¦ significa tener ¨¦xito con las mujeres. ?xito, en todo caso, es elegir la que te gusta, la que te va y la que te dure; lo otro, lo que a veces se considera ¨¦xito, son muchos peque?os fracasos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.