La 'gota fr¨ªa' y la predicci¨®n meteorol¨®gica

La peculiar climatolog¨ªa espa?ola se caracteriza, fundamentalmente en la regi¨®n mediterr¨¢nea, por la aparici¨®n en el oto?o de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremadamente violentos. Estos temporales, que se distinguen por su intensidad, se conocen bajo el nombre gen¨¦rico de depresiones o gotas fr¨ªas.Los componentes que se combinan en el origen de estos temporales son la aparici¨®n de una depresi¨®n fr¨ªa en altura centrada entre los paralelos 30? y 40? Norte y los meridianos 10? Oeste y 10? Este, asociada con una masa h¨²meda y, c¨¢lida de aire mediterr¨¢neo de gran espesor fluyendo hacia la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. La existencia de una cordillera costera de con cavidad m¨¢s o menos acusada y orientada hacia el Este hace que la masa de aire sufra una gran actividad de tipo convectivo, muy irregularmente distribuida y que presenta una cierta tendencia a concentrarse en un n¨²mero relativamente peque?o de n¨²cleos convectivos de gran desarrollo, que originan precipitaciones muy intensas.

El ¨¢rea m¨¢s afectada por estas perturbaciones comprende la Comunidad Valenciana, Murcia y el extremo oriental de Andaluc¨ªa (Granada y Almer¨ªa) con una frecuencia media oscilante entre cinco y 10 casos y precipitaciones que llegan a superar los 300 litros por metro cuadrado en 24 horas. Son tristemente c¨¦lebres los registrados entre los d¨ªas 18 y 20 de octubre de 1982 en el valle medio y bajo del J¨²car; el teifiporal que del 13 al 17 de octubre de 1962 azot¨® toda el ¨¢rea mediterr¨¢nea; el del 12 al 14 de octubre de 1957, c¨¦lebre por la gran inundaci¨®n de Valencia, y el del 20 al 22 de octubre de 1948, que provoc¨® el desbordamiento catastr¨®fico del r¨ªo Segura. Una situaci¨®n similar se ha presentado en el valle del J¨²car el 9 y 10 del mes en curso.

Del 10 al 20 de octubre

De los datos indicados se deduce que el per¨ªodo del 10 al 20 de octubre es tremendamente problem¨¢tico. Pero se presentan situaciones similares en otras ¨¦pocas del a?o, como los temporales de febrero de 1973, que azotaron las provincias de Almer¨ªa y Granada, y el que dio como consecuencia el desbordamiento del Segura en 1949.

La predicci¨®n de las caracter¨ªsticas generales de la atm¨®sfera que dan origen a estas perturbaciones no es dificil. Ahora bien, es extremadamente compleja la correspondiente a situaciones locales potencialmente peligrosas. Por utilizar un lenguaje llano, puede decirse que es muy dif¨ªcil predecir con exactitud media la cantidad de agua, que puede llegar a caer sobre un ¨¢rea determinada, dependiendo la selecci¨®n final de circunstancias impredecibles o moment¨¢neas incluidas en la complejidad intr¨ªnseca de la din¨¢mica atmosf¨¦rica.

Los servicios de predicci¨®n del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa detectaron con precisi¨®n tanto la situaci¨®n de octubre de 1982 como la registrada los d¨ªas pasados. En aqu¨¦lla la falta de un sistema eficaz de protecci¨®n civil hizo pr¨¢cticamente in¨²til el trabajo realizado. En esta ocasi¨®n no ha sido as¨ª y, al igual que ocurri¨® con la profunda borrasca residual producida por el cicl¨®n Hortensia, la coordinaci¨®n del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa y de la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil hizo posible paliar en alto grado la incidencia de estas perturbaciones sobre Espa?a.

Pero, descrita esta situaci¨®n, ?podemos afirmar, sin embargo, que tenemos unos servicios meteorol¨®gicos lo suficientemente modernos y sofisticados para estar seguros de que podemos conocer y anticipar cat¨¢strofes?

La meteorolog¨ªa adquiere car¨¢cter oficial en Espa?a, con un cierto retraso sobre otros pa¨ªses europeos, mediante real decreto de 5 de marzo de 1860, por el cual la reina Isabel II encarga a la Junta General de Estad¨ªstica del Reino la creaci¨®n y dotaci¨®n de una red de 22 estaciones meteorol¨®gicas atendidas por catedr¨¢ticos y auxiliares de universidades e institutos de segunda ense?anza. Con posterioridad, en 1893, se creaba el Instituto Central Meteorol¨®gico en Madrid.

En 1921 adopt¨® el nombre de Servicio Meteorol¨®gico Nacional, dependiente del Instituto Geogr¨¢fico y Catastral, pasando a depender en 1933 de la Direcci¨®n General de Aeron¨¢utica del Ministerio de la Guerra con el nombre d¨¦ Servicio Meteorol¨®gico Espa?ol. En 1940 pasa a integrarse en el Ministerio del Aire. En 1978, finalmente, los poderes p¨²blicos deciden integrar los servicios de meteorolog¨ªa en la Administraci¨®n civil del Estado, adscribi¨¦ndolos al Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones bajo el nombre de Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa.

El mayor ordenador

Pero, m¨¢s que de apuntes para la historia, denominaciones y dependencias administrativas de los servicios meteorol¨®gicos, hay que hablar de sus dotaciones. El Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa se mantuvo con un muy escaso presupuesto hasta 1983. Baste indicar, a t¨ªtulo de ejemplo, que en 1980 rondaba los 1.350 millones de pesetas, de los cuales tan s¨®lo el 5,8% (78 millones de pesetas) se dedicaba a inversiones en nuevos equipamientos. La llegada del actual equipo del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones ha representado para el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa un salto que puede considerarse como ¨²nico en sus inversiones: en 1983 el presupuesto de este cap¨ªtulo se establece en 1.050 millones de pesetas para pasar en 1984 a 2.000 millones, al tiempo que el presupuesto total de 1985 alcanza la cifra de 6.125 millones, de los cuales no corresponden a n¨®minas m¨¢s que 2.400 millones de pesetas.

Este fuerte presupuesto de inversiones corresponde a un proyecto aprobado en 1983 por el comit¨¦ de inversiones p¨²blicas, por un total de 6.725 millones de pesetas en el per¨ªodo 1983-1986, destinado a dotar a Espa?a de un sistema de vigilancia meteorol¨®gica (Sivim) moderno y a renovar el equipamiento del instituto, obsoleto en la actualidad.

El proyecto Sivim comprende un soporte inform¨¢tico basado en el ordenador Facom-M382, el m¨¢s potente jam¨¢s instalado por la Administraci¨®n espa?ola, que ha representado una inversi¨®n de 675 millones de pesetas; un sistema de tratamiento de sat¨¦lites en alta resoluci¨®n, actualmente en fase. de concurso, que representar¨¢ una inversi¨®n del orden de 1.100 millones de pesetas; una red de radar meteorol¨®gicos de cobertura nacional que representar¨¢ una inversi¨®n del orden de 1.400 millones de pesetas, que se espera convocar antes de fin de a?o, y una red de estaciones autom¨¢ticas en la que se invertir¨¢n aproximadamente 2.000 millones y que se convocar¨¢ en 1985.

Este sistema permitir¨¢ resolver el problema de la predicci¨®n a corto plazo, actualmente dif¨ªcil, y mantener una vigilancia continua y regionalizada del tiempo atmosf¨¦rico. Con ¨¦l se pretende dar a la sociedad un servicio similar al de los pa¨ªses m¨¢s adelantados.