Fern¨¢ndez Albor explica que se entrevist¨® con los contrabandistas por motivos humanitarios

El presidente de la Xunta, Gerardo Fern¨¢ndez Albor hizo ante el Parlamento gallego un "llamamiento en¨¦rgico para luchar contra el contrabando" en Galicia y defini¨® su encuentro el pasado julio en el norte de Portugal con presuntos jefes contrabandistas como un contacto casual, empujado por motivos humanitarios. Albor, en su comparecencia del martes ante la C¨¢mara auton¨®mica, afirm¨® que acept¨® hablar con los contrabandistas siendo conocedor de su condici¨®n de fuxidos (huidos) de la justicia y considera que su actuaci¨®n en este caso "no es algo que pueda avergonzar ni a la Xunta ni a Galicia".

Los grupos de la oposici¨®n en el Parlamento gallego alertaron del peligro de que las redes contrabandistas se consolidaran como un poder paralelo que pueda influir en el futuro en la vida pol¨ªtica, aprovechando el turno que se abri¨® despu¨¦s de la intervenci¨®n de Albor. ?ste respondi¨® personalmente a la interpelaci¨®n presentada por el diputado socialista Benito Garc¨ªa Dorgambide sobre una entrevista mantenida en la localidad portuguesa de Vilanova de Cerdeira el pasado 6 de julio por el presidente del Gobierno aut¨®nomo con procesados por delitos de contrabando huidos a ese pa¨ªs.La oposici¨®n dio por buena la versi¨®n de Fern¨¢ndez Albor sobre dicho encuentro, aunque critic¨® la "ingenuidad" e "inocencia pol¨ªtica" del presidente, que habr¨ªa sido objeto de una encerrona. Albor explic¨® que su conversaci¨®n con los contrabandistas dur¨® "un minuto o dos" y que sucedi¨® mientras cenaba en una establecimiento de Vilanova, donde iba a inaugurar al d¨ªa siguiente una plaza con el nombre de Galicia. "Mi secretaria me avis¨® que en la puerta estaban unos se?ores que supon¨ªa huidos, que quer¨ªan hablar conmigo y que no se ir¨ªan hasta conseguirlo". Seg¨²n su relato, el presidente accedi¨® "porque yo hablo con todo el mundo".

Solicitud de intercesi¨®n

Los procesados por contrabando pidieron al presidente de la Xunta su intercesi¨®n y que se acelerara la vista de sus causas. Albor les contest¨® que "si quer¨ªan hacer cualquier sugerencia que me escribieran". "Luego recib¨ª una carta, que no tengo inconveniente en ense?ar, y los servicios jur¨ªdicos contestaron que no hab¨ªa nada que hacer y que era un asunto que estaba en manos de la justicia".El interpelante, el diputado socialista Dorgambide, dijo no dudar de la palabra del presidente de la Xunta, pero que no entend¨ªa c¨®mo hab¨ªa sido el propio Albor el que llev¨® a cabo el contacto, cuando estaba acompa?ado en la cena por miembros de su gabinete. "Da la impresi¨®n", dijo Dorgambide, "de que ellos se sintieron con cierta cobertura".

Juli¨¢n Mart¨ªnez Larran, en nombre del Grupo Popular, compar¨® la disposici¨®n del presidente Albor para dialogar con perseguidos de la justicia con el ejemplo de Concepci¨®n Arenal, de amar al delincuente y odiar al delito. El del presidente, seg¨²n el diputado Larr¨¢n, fue "un acto noble y maravilloso".