La polic¨ªa estrecha el cerco en torno a Gonz¨¢lez Arenas, dirigente de Edelweis
La Brigada Central de Polic¨ªa Judicial "ha estrechado el cerco" en torno a Eduardo Gonz¨¢lez Arenas y Carlos de los R¨ªos, principales responsables de la organizaci¨®n clandestina Edelweis, presuntamente dedicada a la corrupci¨®n y la prostituci¨®n de menores, seg¨²n fuentes oficiosas. Por otra parte, Juan Iriarte Aguirre-Zabala, de 20 a?os de edad, tercer monitor M falso grupo de monta?ismo detenido el pasado d¨ªa 21, ha sido puesto en libertad condicional bajo fianza, confirmaron fuentes of¨ªciales.
La investigaci¨®n desarrollada por la Brigada Central de Polic¨ªa Judicial en los ¨²ltimos d¨ªas podr¨ªa dar resultados positivos en breve plazo de tiempo en cuanto a la detenci¨®n de Eduardo Gonz¨¢lez Arenas, de 38 a?os de edad, jefe del falso grupo de monta?ismo Edelweis, y Carlos de los Rios, se?alado como su lugarteniente en las denuncias presentadas por los padres de los ni?os v¨ªctimas de las actuaciones de esta organizaci¨®n, seg¨²n se ha podido advertir en fuentes oficiosas pr¨®ximas a la investigaci¨®n.Por otra parte, fuentes oficiales confirmaron ayer que tambi¨¦n se encuentra ya en libertad condicional bajo fianza Juan Iriarte Aguirre-Zabala, monitor de 20 a?os de edad, detenido junto a otros dos monitores hace 13 d¨ªas. El juez instructor del sumario ha impuesto fianzas de 200.000 pesetas de acuerdo con el art¨ªculo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se?ala prisi¨®n menor para este tipo de delitos y la puesta en libertad bajo fianza del presunto autor. Los otros dos monitores detenidos en la misma fecha, Eduardo G¨®mez Ballesteros y Jos¨¦ Garrido Gil, ya hab¨ªan sido puestos en libertad bajo fianza.
Los ideales imbuidos a los ni?os en este grupo constituyen una mezcla de ficci¨®n cient¨ªfica, paramilitarismo y ambig¨¹edad sexual, finalmente orientada a la homosexualidad y, presuntamente, a la prostituci¨®n. El grado de m¨¢ximo honor en este grupo, guardia de hierro, se alcanza despu¨¦s de que los muchachos efect¨²en un juramento de silencio y lealtad, tras marcarlos a fuego con el emblema del grupo e iniciarlos en la sodomizaci¨®n. La actividad de Gonz¨¢lez Arenas en Madrid se hab¨ªa extendido, desde hace unos seis a?os, a varios barrios de la capital.
Pesa orden de busca y captura sobre otros tres monitores que fueron captados por la organizaci¨®n de ¨¦ste cuando eran ni?os: Ignacio de Miguel Garc¨ªa-M¨¢s, Antonio Guti¨¦rrez y Rafael Javier Bueno Huertas.
Una historia ilustrativa
La historia de Rafael Javier Bueno, domiciliado en la zona d Retiro, donde la polic¨ªa ha des cubierto el ¨²ltimo reducto de las actuaciones del clandestino Edelweis, es ilustrativa del modo operativo de esta organizaci¨®n. Rafael pertenece a una familia de clase media, tiene otros tres hermanos, dos de ellos casados y otro que cursa estudios universitarios. Dos inspectores de la Brigada Central de Polic¨ªa Judicial visitaron a esta familia el pasado d¨ªa 21, pero Rafael no estaba. "Si hubieran venido ayer...", les dijo su madre. El d¨ªa anterior, Rafael hab¨ªa estado con sus padre para celebrar su 19? cumplea?os. Fue su ¨²nica aparici¨®n por la casa familiar en este a?o.
Hace un a?o, "Rafael dijo que ten¨ªa un trabajo en Canarias" cuenta su madre, "y que no nos preocup¨¢ramos, pero c¨®mo no nos ¨ªbamos a preocupar, si apenas curs¨® dos a?os de formaci¨®n profesional y dej¨® a medias el BUP". La madre de Rafael explica el proceso posterior: "En las pasadas Navidades, al mes de cumplir los 18 a?os, dijo que en enero se iba, y se fue. Mi marido trat¨® con consolarme, me dijo que, un a?o antes o despu¨¦s, todos los hijos se van, se casan, y esa idea nos hicimos".
Rafael llamaba con frecuencia a sus padres para decirles que le iba bien, que estaba contento, pero que no les pod¨ªa dar su direcci¨®n porque a¨²n no ten¨ªa un domicilio fijo. La ¨²ltima llamada fue hace unos d¨ªas, desde Barcelona, a donde hab¨ªa ido para hacer un encargo de su jefe seg¨²n dijo el muchacho a su madre.
Su familia no relacion¨® nunca el desajuste escolar de Rafael, ni su retraimiento de car¨¢cter, con el grupo Edelweis. "Rafael", recuerda su madre, "se apunt¨® al grupo hace unos seis a?os, cuando ten¨ªa 12 o 13, con otros chicos del barrio. Al principio me ped¨ªa 300 pesetas para pagar la cuota; parec¨ªa contento".
Seg¨²n fuentes vecinales del barrio del Ni?o Jes¨²s, hace tres o cuatro a?os apareci¨® la palabra "Edelweis" reiteradamente pintada en algunas paredes de la calle de Jes¨²s Aprendiz, paralela a la del Doctor Esquerdo, en el tramo comprendido entre las de Samaria y avenida de Nazaret. D¨ªas despu¨¦s, debajo de estos letreros apareci¨® otra palabra: "Maricas". Los vecinos que ahora recuerdan este dato sacan la conclusi¨®n de que quiz¨¢ alguno de los chicos que los monitores de Edelweis hab¨ªan intentado "enganchar" se dio cuenta a tiempo y, en vez de hacer la denuncia ante la polic¨ªa, quiso avisar desde los muros. Luego, los letreros desaparecieron.
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