La lucrativa venta de combustible subvencionado

El buque petrolero Izarra, que navegaba bajo bandera de conveniencia, fue apresado por las autoridades nigerianas el pasado 19 de junio y conducido al puerto de Calabar bajo acusaci¨®n de realizar contrabando de derivados del petr¨®leo, concretamente gas¨®leo. La acusaci¨®n recay¨® en principio sobre la totalidad de los 29 tripulantes, que por este motivo quedaron retenidos en Nigeria, pero se centr¨® en el capit¨¢n, Jos¨¦ Luis Peci?a, ¨²nico que al final fue juzgado.El armador del Izarra -buque antes llamado Auma y antes a¨²n Cir¨®n- es la compa?¨ªa francesa Petromer, pero el principal responsable del viaje que lo condujo a Nigeria es el fletador, el naviero espa?ol Jos¨¦ L¨®pez Tapia, que hace algunos a?os protagoniz¨® una de las quiebras m¨¢s sonadas de la reciente historia judicial espa?ola. L¨®pez Tapia estaba comprando el buque por el sistema de leasing, esto es, alquiler cuyos pagos dan derecho a la propiedad al cabo de determinado plazo.

Las autoridades nigerianas surgidas del golpe de Estado que derroc¨® al presidente Alhaji Sehu Saghari el 30 de diciembre de 1983, se centraron en la lucha contra la corrupci¨®n, uno de cuyos principales exponentes era el contrabando de productos petrol¨ªferos. El negocio consist¨ªa en vender a los petroleros extranjeros el fuel o el gas¨®leo subvencionados por el Estado nigeriano para la pesca. Los pesqueros compraban combustible hasta dos veces al d¨ªa, pero lo trasvasaban a unos lanchones que, a su vez, lo serv¨ªan a los petroleros.

El puerto de Las Palmas de Gran Canaria, punto de paso obligado de casi todos los buques que realizan la ruta del Atl¨¢ntico, era un buen lugar para revender el combustible y cuenta con la ventaja de ser puerto franco y estar relativamente cerca de las costas nigerianas. Hacia all¨ª, pues, se dirigi¨® una gran parte del tr¨¢fico, que reportaba sustanciosos beneficios, ya que la tonelada de fuel, que en Nigeria pod¨ªa comprarse a 140 d¨®lares, en Las Palmas se revend¨ªa al menos a 225 d¨®lares.

Las autoridades nigerianas sostienen que altos cargos del r¨¦gimen derrocado estaban implicados en el contrabando y el tercer decreto del nuevo presidente, Muhammadu Buhari, puso en marcha una cadena de tribunales especiales y fij¨® unas penas para los que sean condenados por estos delitos que oscilan entre 21 a?os de prisi¨®n y la condena a muerte.

El Izarra fue acusado de tomar parte en este tr¨¢fico y, con tal acusaci¨®n, el 2 de noviembre pasado comenz¨® el juicio contra el capit¨¢n. Antes y despu¨¦s del juicio, la tripulaci¨®n ha denunciado repetidas veces el abandono en que les ha dejado el fletador. L¨®pez Tapia, por su lado, sostiene que el barco no realizaba contrabando y que, en todo caso, ser¨ªa responsabilidad del capit¨¢n.

La tripulaci¨®n ha sido en todo momento asistida por la Embajada Espa?ola en la capital de Nigeria, Lagos, que les ha suministrado alimentos y combustible, y por el Instituto Social de la Marina espa?ol.