Shultz informar¨¢ a los aliados occidentales de los planes norteamericanos en la negociaci¨®n con la URSS
Las conversaciones sobre conversaciones que EE UU y la URSS van a mantener los d¨ªas 7 y 8 de enero en Ginebra constituir¨¢n el n¨²cleo de los debates de la reuni¨®n ministerial del Consejo Atl¨¢ntico, el m¨¢ximo ¨®rgano de la OTAN, que se re¨²ne el jueves y el viernes en Bruselas, informa Andr¨¦s Ortega desde Bruselas. El secretario norteamericano de Estado, George Shultz, informar¨¢ a sus colegas sobre los proyectos de la Administraci¨®n norteamericana en relaci¨®n a este encuentro y consultar¨¢ con ellos la l¨ªnea a adoptar en sus entrevistas con Andrei Gromiko, se?ala Ram¨®n Vilar¨® desde Washington.
Se espera un claro mensaje a la URSS de los ministros de Asuntos Exteriores de los 16 pa¨ªses de la OTAN sobre estas conversaciones, en un comunicado final que se cree va a apartarse de la monoton¨ªa de los anteriores, y en el que se instar¨¢ a Mosc¨² a negociar seriamente. El espa?ol Fernando Mor¨¢n, que participar¨¢ en los debates, se entrevistar¨¢, durante la celebraci¨®n de este Consejo, con Shultz.El jefe de la diplomacia norteamericana acudir¨¢ a Bruselas reforzado, tanto por su confirmaci¨®n en el cargo como por el nombramiento de Paul Nitze como consejero en las conversaciones de Ginebra. Nitze, que tiene 77 a?os de edad, est¨¢ considerado como uno de los art¨ªfices de la distensi¨®n Este-Oeste que caracteriz¨® a los a?os setenta.
La presencia en Ginebra de Nitze -a quien los duros de la Administraci¨®n Reagan boicotearon tras el paseo por el bosque, de julio de 1982, en el que se lleg¨® a un principio de acuerdo verbal, que posteriormente se frustr¨®, con el negociador sovi¨¦tico Yuli Kvitsinki en materia de euromisiles representa un triunfo personal de George Shultz, quien va a facilitar en la capital belga detalles sobre las intenciones de la segunda Administraci¨®n Reagan en materia de relaciones con la URSS y, muy probablemente, a escuchar las indicaciones que sobre la cuesti¨®n le quieran hacer sus aliados.
En esta reuni¨®n, el secretario general de la OTAN, Lord Carrington, en lo que es una v¨ªa hasta ahora inexplorada, someter¨¢ al Consejo Atl¨¢ntico un informe personal sobre la situaci¨®n de las relaciones Este-Oeste y sus perspectivas de futuro. Este informe, que se le encarg¨® en junio, servir¨¢ de base para la discusi¨®n, aunque las expectativas est¨¢n, sin embargo, centradas en lo que puede aportar Shultz en la reuni¨®n de Ginebra.
Los aliados hacen continuos llamamientos en favor de la distensi¨®n, y ayer fue el secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, quien desde Berl¨ªn Oeste pidi¨® la reanudaci¨®n del di¨¢logo entre el Este y el Oeste para acabar con la presente situaci¨®n, que calific¨® de "fundamentalmente absurda".
La URSS, tiene un "inter¨¦s sustancial", se?alan fuentes de la OTAN, "en lograr una estabilidad en las armas estrat¨¦gicas (ahora se incluyen en ¨¦stas tambi¨¦n los euromisiles) y espaciales". No se trata de llegar a acuerdos "arma por arma, sino en un marco". Existen dudas en la OTAN, sin embargo, de si realmente hay un hom¨®logo de Reagan en el Kremlin, pues no se sabe si Konstant¨ªn Chernenko es o no un primus inter pares. Otros a?aden que "no est¨¢ claro lo que pasa en la URSS" ni en EE UU, "pues no sabemos las intenciones reales de Reagan".
'Cumbre' Reagan-Chernenko
La posibilidad de celebrar una cumbre tras la reuni¨®n de Shultz y Gromiko en Ginebra no se descarta, y "la habr¨¢ si hay alguien con quien celebrarla", se dice en la OTAN. El semanario alem¨¢n occidental Der Spiegel informaba ayer que la cumbre podr¨ªa celebrarse el 8 de mayo en Berl¨ªn, con motivo del 40? aniversario de la capitulaci¨®n alemana.Ginebra "es s¨®lo el principio", seg¨²n fuentes atl¨¢nticas, para las que un acuerdo posterior requiere "un clima pol¨ªtico, "un estructura y un estado piscol¨®gico favorables, pues de otro modo no se firmar¨¢ nunca nada". Junto a la cuesti¨®n pol¨ªtica hay problemas t¨¦cnicos, causados por la r¨¢pida evoluci¨®n tecnol¨®gica y la dificultad de diferenciar entre sistemas de armas nucleares, especialmente cuando un mismo misil puede servir para una cabeza at¨®mica u otra convencional.
El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, inform¨® la pasada semana a sus colegas de la Alianza Atl¨¢ntica que las conversaciones paraguas (globales) de Ginebra podr¨ªan subdividirse en tres foros: armas nucleares ofensivas, armas defensivas y armas antisat¨¦lites. "La cuesti¨®n de si estas conversaciones son paraguas o no es secundaria", se dice en la OTAN, aunque desde tiempo atr¨¢s se preve¨ªa la inevitablidad de mezclar todas las armas nucleares, estrat¨¦gicas y t¨¢cticas.
Europa, tras las elecciones norteamericanas, quiere recuperar tambi¨¦n protagonismo y gesti¨®n en las relaciones Este-Oeste. Aunque comprenden que el debate sobre armas estrat¨¦gicas y sobre defensa antimisiles es esencialmente entre superpotencias, sus implicaciones son tan grandes -pues se cuestiona la doctrina de la destrucci¨®n mutua asegurada (MAD)- que los aliados quieren ser consultados. Esta reuni¨®n del jueves y el viernes ser¨¢, de hecho, una gran consulta no s¨®lo sobre Ginebra, sino sobre la Conferencia de Desarme en Europa de Estocolmo y las conversaciones de Viena sobre reducci¨®n de tropas en los dos bloques.
El comunicado final de este Consejo lo quiere lord Carrington "m¨¢s breve, menos autocomplaciente y menos rutinario" que en anteriores ocasiones, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Los asuntos cl¨¢sicos (Afganist¨¢n, Polonia y otros ya sempiternos), a?aden, "quedar¨¢n minimizados".
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