Radios libres
Ante las informaciones vertidas en su editorial del d¨ªa 1 del presente mes, y acogi¨¦ndonos a nuestro derecho de r¨¦plica, no podemos por menos de darle la raz¨®n en algunos puntos; no renunciamos, empero, a puntualizar los siguientes conceptos:-La ceremonia de la confusi¨®n, la guerra de las ondas, viene siendo, como en tantos otros temas, patrimonio de los grandes, mullida autopista hacia la televisi¨®n privada, por la que todos ustedes suspiran. Otra cara, en fin, de la dominaci¨®n. Es una ceremonia y una guerra en la que las radios libres no oficiamos. Ciertos rituales nos son por completo ajenos.-Estamos, determinadamente, por el cumplimiento de la ley por parte de todos; exigimos, con determinaci¨®n, una ley que contemple la diversidad de opciones que se ofrecen en este pa¨ªs en materia de comunicaci¨®n.
-Las radios libres, que no piratas (significado de cuya intenci¨®n tergiversadora ustedes no son inocentes), malamente podemos contribuir a la confusi¨®n desde nuestra precariedad de medios. Imposible interferir un kilovatio (mucho menos 10 o 16) con nuestros 50, 100 vatios. Las radios libres funcionamos con el dinero de quienes la hacemos d¨ªa a d¨ªa. No somos empresas, por lo que, adem¨¢s de estar libres de las servidumbres/ intercambios de la econom¨ªa de mercado, podemos presumir de no confundir libertad con dinero. Naturalmente, no competimos con nadie, si no es en nuestra b¨²squeda de una comunicaci¨®n m¨¢s directa, m¨¢s veraz, no mediatizada por inter¨¦s alguno, en el ejercicio del derecho a la libertad de expresi¨®n contemplado en el art¨ªculo 20 de nuestra Constituci¨®n. No tratamos de autojustificar nuestra actividad con marcha alguna, aunque, evidentemente, nuestro trabajo se desarrolla normalmente en un ambiente relajado, feliz, sino que pretendemos. suplir la manipulaci¨®n de la informaci¨®n desde nuestra realidad de profesionales comprometidos: periodistas ecologistas, abogados pacifistas, ejecutivos, mujeres conscientes de su realidad, soci¨®logos, obreros, administrativos, parados, artistas, intelectuales, etc¨¦tera.
Suponemos que es bastante crudo el atisbar la realidad de una comunicaci¨®n posible con arreglo a unos principios ¨¦ticos de observancia de valores que el dinero no respeta y estar atado, por ese mismo dinero, al carro de la intriga, la guerra, la manipulaci¨®n. Nos parecer¨ªa m¨¢s humilde, y por tanto m¨¢s generoso, el que aceptaran otras realidades como enriquecedoras de esa otra gran realidad que puede ser la cultura viva de nuestro pa¨ªs. Constatamos nuestra enorme sorpresa por la dureza empleada por una empresa privada en el tratamiento del asunto frente a la postura de la Administraci¨®n, de la que, nos consta su comprensi¨®n y su deseo de normalizaci¨®n de esta situaci¨®n dentro de la legalidad m¨¢s escrupulosa.
Por ¨²ltimo, recordamos que en los VII Encuentros Estatales de Radios. Libres ratificamos los siguientes acuerdos: -un car¨¢cter no profesional, entendiendo que la comunicaci¨®n no debe ser un medio de lucro; -un funcionamiento autogestionario, basado en la toma de decisiones de manera directa por todos aquellos que participan activamente de la vida de la radio; -somos aut¨®nomos: la radio libre se constituye al margen de todo grupo de presi¨®n, pol¨ªtico o econ¨®mico que pueda o quiera alterar en su provecho el mensaje a difundir, y, obviamente, rechazamos cualquier tipo de publicidad directa o indirecta; -la radio libre es participativa, est¨¢ al servicio de la comunidad donde se integra, potenciando la unificaci¨®n de los conceptos emisor-receptor; -las radios libres surgen como necesidad de llevar la comunicaci¨®n al marco cotidiano, y como lucha contra el monopolio y la centralizaci¨®n de la comunicaci¨®n; -finalmente, nos definimos como radios libres de todo compromiso que no sea el de difundir la realidad sin cortapisas y las opiniones sin limitaci¨®n.- de la Coordinadora de Radios Libres de Madrid.
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