Galer¨ªas Preciados
Juan Cueto, una de esas cinco firmas que alternativamente nos regalan en la ¨²ltima p¨¢gina con una columna generalmente primorosa, hablaba el pasado d¨ªa 7 de Galer¨ªas. Mis 41 a?os en esta empresa creo que me dan un cierto derecho a tener "vela en este entierro".Como escribo naturalmente a t¨ªtulo personal, es obvio que mi opini¨®n no es la del personal de Galer¨ªas, pero estoy seguro de que no diferir¨¢ mucho: nos da lo mismo que los nuevos propietarios sean venezolanos, chinos, alemanes o extreme?os. Lo ¨²nico que pedimos es que sus objetivos aut¨¦nticos sean los de levantar la empresa con m¨¦todos modernos, inteligentes y profesionales.
El personal -como se ha dicho en alg¨²n sitio- no est¨¢ obsoleto, ni acabado, ni ha perdido profes¨ªonalidad. El personal est¨¢ aburrido. En los ¨²ltimos ocho a?os, con varios cambios de propietarios, no se han o¨ªdo m¨¢s que frases como ¨¦stas: "Sobra gente", "Hay que hacer una reducci¨®n de plantilla", "Sobran 2.000 puestos de trabajo", etc¨¦tera.
Como f¨¢cilmente puede deducirse, el clima de trabajo no ha sido el m¨¢s id¨®neo para desarrollar una labor con moral, con alegr¨ªa, con eficacia. Temor y hasta terror en alguna etapa han prevalecido sobre otras cosas. De hecho, muchos cientos de compa?eros han ido cayendo en el camino. Luego entraban otros por puertas falsas para que la empresa no diera nunca por terminado el tema de la reducci¨®n...
Don Jos¨¦ Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez -Pep¨ªn Fern¨¢ndez para Cueto-, con quien yo trabaj¨¦ en su secretar¨ªa durante muchos a?os -?qu¨¦ gran universidad fue!-, dec¨ªa que el comercio es, sobre todas las cosas, atenci¨®n y surtido. Esas son sus columnas b¨¢sicas. No tiene m¨¢s misterio. El ¨²ltimo eslab¨®n en el complejo mundo de un gran almac¨¦n est¨¢ siempre en esa escena, repetida y final, que enfrenta al vendedor con el cliente. Ah¨ª se decide todo. Ah¨ª cristaliza el ¨¦xito o el fracaso de toda la casa.
Los empresarios saben bien c¨®mo y por qu¨¦ un personal trabaja a gusto y con moral. Hace tiempo que ese estado de gracia no le conocemos en Galer¨ªas. Pero todav¨ªa nos queda capacidad de esperanza.-
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