Los topes salariales fijados en el AES podr¨¢n ser superados por pactos para aumentar la productividad
El 7,5% de subida salarial m¨¢xima prevista en el Acuerdo Econ¨®mico y Social (AES) podr¨¢ ser superado en los convenios que incluyan pactos para elevar la productividad. Seg¨²n interpreta UGT el acuerdo para la negociaci¨®n colectiva suscrito con la CEOE, e incluido en el AES, el excedente empresarial obtenido por el aumento de la producci¨®n por persona habr¨¢ de destinarse a sanear empresas en crisis, inversiones que generen empleo o incentivos salariales. Cuando el incremento de la producci¨®n haya sido pactado, nunca su fruto podr¨¢ ser llevado a beneficio empresarial.
El acuerdo entre UGT y CEOE, que ha pasado inadvertido en estos aspectos, distingue entre aumento salarial pactado para el nivel normal de productividad y una retribuci¨®n adicional por los rendimientos logrados al sobrepasar dicha producci¨®n.El mecanismo para repartir el beneficio de la productividad adicional ser¨¢: en primer lugar, fijar lo que ambas partes consideren nivel normal de productividad; posteriormente, establecer los sistemas de medici¨®n de la misma. Tales sistemas podr¨¢n referirse tanto a toda la empresa como al grupo espec¨ªfico de trabajadores que lleve adelante un determinado proceso.
Al ponerse de acuerdo sobre el nivel normal de producci¨®n, el salario ser¨¢ considerado pago por el mismo. La empresa tendr¨¢ derecho a exigir que se consiga, salvo que lo impidan circunstancias ajenas al trabajador. Pero el AES no especifica en qu¨¦ forma podr¨¢ plasmarse la exigencia.
Una vez acordado el nivel normal, el convenio deber¨¢ concretar la distribuci¨®n de la rentabilidad que la empresa obtenga por toda la producci¨®n que supere las cotas habituales. Habr¨¢ tres formas de reparto. Por un lado, en las empresas en crisis, con niveles considerados por debajo de los normales, el excedente empresarial ir¨¢ dirigido a saneamientos. Si la sociedad tuviera una producci¨®n normal, el beneficio adicional se dedicar¨¢, bien a inversiones capaces de crear puestos de trabajo, bien a aumentar la retribuci¨®n salarial de los trabajadores.
Las posibilidades recogidas en el AES, si bien ya fueron incluidas de alguna forma en anteriores pactos interconfederaciones, nunca han sido aprovechadas por los convenios. Pero ahora UGT est¨¢ dispuesta a hacer efectivas todas las posibilidades. Uno de los principales motivos radica en que, seg¨²n fuentes del sindicato, las cl¨¢usulas del AES permiten romper por arriba la banda salarial pactada en el acuerdo para 1985 y 1986, del 5,5% al 7,5%.
As¨ª crece la productividad
Con motivo de los acuerdos m¨¢s recientes, y en concreto del Acuerdo Interconfederal, los pactos posteriores de productividad operaron sobre tablas de rendimiento, no sobre la base de pactos globales de productividad. Ello obstaculiz¨® su adecuada remuneraci¨®n y, en consecuencia, su generalizaci¨®n.Los intentos de pactar la productividad en convenio se pusieron de moda internacional en los a?os sesenta, poco antes de iniciarse la ¨²ltima crisis econ¨®mica. Para los trabajadores ten¨ªan el atractivo de separar, por un lado, la cantidad de trabajo vendida a un determinado salario y, por otro, el aumento del trabajo impuesto u ofrecido por la empresa. Para las empresas, el inter¨¦s estaba en movilizar y adecuar al m¨¢ximo todos los recursos humanos y materiales.
Pero tales intentos han topado con dos grandes obst¨¢culos: la dificultad de ponerse de acuerdo sobre c¨®mo medir la productividad (en teor¨ªa, producci¨®n por persona), y la reducci¨®n de las ventas y de la producci¨®n sufrida en algunos sectores industriales a ra¨ªz de la crisis econ¨®mica.
En Espa?a, que no ha estado ajena a ambos factores, ha sido creciente, sin embargo, la introducci¨®n en convenios colectivos de acuerdos sobre productividad, aunque sin relacionarlos en muchos casos con una remuneraci¨®n salarial. No obstante, los aumentos de productividad, sobre todo en la agricultura y en la industria, han sido en Espa?a m¨¢s fuertes durante los ¨²ltimos a?os que en otros pa¨ªses de su entorno, con niveles mayores gracias a la superior mecanizaci¨®n.
En parte como como consencuencia de la destrucci¨®n de empleo asalariado, en el per¨ªodo 1979-182 la productividad media por ocupado ha crecido cada a?o el 2,5% y la productividad por hora el 3,6%, seg¨²n datos de la Contabilidad Nacional. Para 1983 y 1984, la productividad por ocupado ha subido un 3,3% de media y la de cada hora de trabajo el 5,2%. De 1979 1 1982, la industria elev¨® la productividad por ocupado un 4,9% y la de cada hora un 5,9%, tasas que fueron para la construcci¨®n del 5,1 % y 6,2%. En 1983 y 1984, debido a la menor destrucci¨®n de empleo, ha descendido algo: 4% y 5,2% en la industria y 2% y 3,8% en la constucci¨®n.
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