San Juanico, un parque para tapar una tragedia
Un mes despu¨¦s de la cat¨¢strofe del gas en M¨¦xico no hay causas ni culpables, pero dos hect¨¢reas de c¨¦sped crecen en el lugar arrasado por las llamas
Nunca un parque naci¨® tan r¨¢pido como el que se ha construido en San Juan Ixhuatepec (San Juanico) para borrar las huellas de la cat¨¢strofe del gas. All¨¢ donde las casas quedaron reducidas a escombros humeantes el 19 de noviembre hay ahora dos hect¨¢reas de c¨¦sped, ¨¢rboles y flores. Cost¨® menos tiempo tapar los efectos de la explosi¨®n que averiguar sus causas o saber con certeza el n¨²mero de v¨ªctimas. S¨®lo los hierros retorcidos de la planta de Pemex (Petr¨®leos Mexicanos) recuerdan la mayor tragedia industrial que ha vivido este pa¨ªs y apuntan de forma inequ¨ªvoca hacia el culpable.
La investigaci¨®n judicial se mantiene bajo riguroso secreto, pero el semanario Proceso ha revelado la existencia de tres actas levantadas por la comisi¨®n de higiene, en las que se denuncian graves fallos en los equipos de seguridad de la planta almacenadora de gas.El primer informe, que lleva fecha del 17 de septiembre, menciona la ausencia de v¨¢lvulas de relevo en los gasoductos procedentes de Poza Rica y Minatitl¨¢n, el mal funcionamiento de una cuarta parte de los man¨®metros instalados en los tanques y serias deficiencias en el sistema autom¨¢tico contra incendios. El acta levantada dos semanas antes de la explosi¨®n refleja los mismos defectos, que no fueron corregidos a pesar de su reiterado se?alamiento.
Nada de esto impidi¨® que a las pocas horas de la explosi¨®n el director general de Pemex, Mario Ram¨®n Beteta, se sacudiera indignado toda responsabilidad de la empresa petrolera, apuntando incluso hacia dos distribuidoras de gas vecinas, cuyas instalaciones aparecen casi intactas.
El argumento que emplea Pemex es simple: ninguno de los equipos de la planta registr¨® anomal¨ªas antes de la primera explosi¨®n; por tanto, ¨¦sta se origin¨® en el exterior. ?ste es un tema que est¨¢ bajo secreto sumarial, pero aunque fuera cierto, ninguna chispa producida en los alrededores pudo causar semejante cat¨¢strofe.
Las tres actas levantadas por la comisi¨®n de higiene recomiendan precisamente la instalaci¨®n en todos los tanques, esf¨¦ricos o cil¨ªndricos, de un sistema de chispa, que se puede accionar desde el tablero central de mandos, para asegurar el quemado del gas sobrante en caso de que se apaguen los mecheros autom¨¢ticos.
Varios pobladores de San Juanico han manifestado que en la madrugada del 19 de noviembre no vieron sobre las esferas la llama que siempre permanec¨ªa encendida. Otros dijeron que el olor a gas era particularmente fuerte durante esa noche. Todos los indicios apuntan en la direcci¨®n que se?ala una pintada escrita en el lugar de la cat¨¢strofe: "Pemex, culpable".
Corrupci¨®n
El ingeniero Heberto Castillo, el mayor fustigador de la corrupci¨®n en Pemex, acusa que bajo condiciones similares de riesgo opera, por ejemplo, la refiner¨ªa de Azcapozalco, instalada al norte de la ciudad de M¨¦xico, entre millares de viviendas.Varios sindicatos han urgido su traslado a una zona menos peligrosa, pero el alto coste de la operaci¨®n (m¨¢s de 600.000 millones de pesos, seg¨²n t¨¦cnicos de Pemex, unos 450.000 millones de pesetas) ha llevado a rechazar la petici¨®n.
Castillo ha denunciado tambi¨¦n la existencia, en el subsuelo de la ciudad de M¨¦xico, de una complicada red de tuber¨ªas conductoras de gas cuyo trazado se desconoce por haberse extraviado los planos.
Pero nada de esto parece preocupar demasiado. A s¨®lo cuatro semanas de la cadena de explosiones de San Juanico, todo el mundo quiere olvidar el d¨ªa en que tembl¨® la tierra y llovi¨® fuego. Ciudadanos y gobernantes se lavan su conciencia cada cual a su manera. Los primeros ponen ¨¦nfasis en la espl¨¦ndida muestra de solidaridad ofrecida en pocas horas. Los segundos se amparan en la r¨¢pida entrega de viviendas a los damnificados y en la atenci¨®n prestada a cuantos resultaron perjudicados.
Muchos se preguntan qu¨¦ pas¨® con la oferta hecha en el primer momento por Fidel Vel¨¢zquez, quien prometi¨® un d¨ªa de sueldo de los cuatro millones de afiliados a la Confederaci¨®n de Trabajadores Mexicanos. De haberse cumplido, significar¨ªa unos 4.000 millones de pesos. El Gobierno federal anunci¨®, por su parte, que emplear¨ªa los 4.200 millones del fondo de solidaridad laboral para reparar los da?os, sin que se haya vuelto a hablar del tema.
El Gobierno del Estado de M¨¦xico asegura que un equipo de 100 notarios ha levantado actas de las donaciones recibidas y de las entregas que se han efectuado hasta el momento. Para evitar la picaresca, cada lote es concedido en presencia de los vecinos, de forma que puedan atestiguar que se trata de familias damnificadas.
Problema de vivienda
El problema que se ha resuelto con mayor eficacia ha sido el de la vivienda. Se han dado ladrillos, mano de obra gratuita o asistencia t¨¦cnica a quienes sufrieron da?os parciales. Los supervivientes que perdieron su vivienda recibieron otra en Valle de Anahuac. Se trata de casas unifamiliares de 60 metros cuadrados, cuyo t¨ªtulo de propiedad les ha sido entregado gratuitamente por el Gobierno del Estado de M¨¦xico. El precio de cada una, incluidos los muebles, se eleva a dos millones de pesos.Carlos Samayoa asegura que a la hora de conceder las viviendas no se ha tenido en cuenta si los perjudicados eran propietarios o inquilinos. "Se las dimos a todos aquellos que pudieron probar que viv¨ªan en la zona destruida.
Algunos se lamentan de que en San Juanico ten¨ªan parcelas de hasta 3.000 metros cuadrados y tienen que conformase ahora con una de 60. Samayoa explica que la entrega de casas nada tiene que ver con las indemnizaciones o con el precio de sus antiguos solares, que les ser¨¢ reembolsado por el Gobierno, ya que en su propiedad decidi¨® construir un parque.
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