El Gobierno italiano cree que el terrorisino de izquierda se reorganiza

El Gobierno italiano est¨¢ convencido de que ha empezado a reorganizarse el terrorismo de extrema izquierda. As¨ª lo anunci¨® hace una semana el presidente del Consejo de Ministros, el socialista Bettino Craxi, aunque en aquella ocasi¨®n minimiz¨® el asunto. Sin embargo, los ¨²ltimos acontecimientos parecen dar la raz¨®n a Craxi Ayer mismo, el ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, convoc¨® por sorpresa y con car¨¢cter de urgencia una cumbre con los principales responsables de los servicios de seguridad y de polic¨ªa.

Los resultados de dicha cumbre secreta ser¨¢n presentados ahora por el ministro al comit¨¦ interparlamentario, convocado para hoy en el palacio de San Macuto, donde se desarrollaron las reuniones de la comisi¨®n interparlamentaria sobre la logia clandestina Propaganda Dos (P2). El clima de temor que existe en Italia en estos momentos ante un posible recrudecimiento del terrorismo queda de manifiesto con el hecho de que, por primera vez, la Embajada de Estados Unidos en Roma ha anulado su tradicional fiesta de Navidad.

Por otra parte, el palacio de justicia de Palermo acaba de ser convertido en un bunker, con el cierre de dos calles importantes que lo circundan, a ra¨ªz de informaciones confidenciales recibidas, por la polic¨ªa de que la Mafia prepara un atentado.

Adem¨¢s, los dos asaltos fallidos de d¨ªas atr¨¢s en Roma y Bolonia, en los que murieron dos terroristas y otros dos fueron heridos, unido al robo de un furg¨®n blindado en Roma -acciones reivindicadas por las Brigadas Rojas-, demuestran que algo empieza a moverse.

Por otro lado, en el juiciode apelaci¨®n que se est¨¢ celebrando en Roma contra los respon sables del secuestro y asesinato del que fuera presidente de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, y de sus escoltas, el grupo militarista irreductible de las Brigadas Rojas ha reivindicado lo ¨²ltimos atentados y ha intenta do rendir homenaje a los ¨²ltimos brigadistas muertos, lo que provoc¨® su expulsi¨®n de la sala. Los procesados pretendieron leer un documento al que, curiosamente, no se hab¨ªa adherido Mario Moretti, aunque permanece en la l¨ªnea de los irreductibles, pero de quien se sospecha que est¨¢ dispuesto a hablar. Y Moretti es el principal depositario de los ¨²ltimos secretos sobre el caso Moro.