Las tormentosas relaciones del l¨ªder libio con los palestinos
Los palestinos dejaron de tomar en serio al jefe de la revoluci¨®n libia, coronel Muammar el Gaddafi, cuando un d¨ªa caluroso de julio de 1982 -en el que los proyectiles disparados por la artiller¨ªa israel¨ª ca¨ªan indiscriminadamente en la capital libanesa, donde miles de fedayin resist¨ªan el sitio del Ej¨¦rcito de Israel- aconsej¨® a los combatientes de la resistencia palestina que "se suicidasen".
Cuando, a?o y medio despu¨¦s, en una jornada lluviosa de invierno, los ca?ones de un grup¨²sculo palestino financiado por Libia dispararon contra los campa mentos de refugiados del norte de L¨ªbano, adonde se hab¨ªan replegado Yasir Arafat y sus leales, la direcci¨®n de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) se dio cuenta de que tampoco pod¨ªa tomarle a broma."Si Arafat ha sido expulsado de Damasco, nunca lo fue de Tr¨ªpoli, pero se lleva a¨²n peor con el l¨ªder libio, Muammar el Gaddafi. que con su hom¨®logo sirio, Hafez el Asad". Con esta frase, un dirigente palestino resumi¨® en privado, durante la reciente celebraci¨®n en la capital jordana, Amman, del: Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento en el exilio), las p¨¦simas relaciones existentes entre ambos dirigentes ¨¢rabes.
Obsesionado por desempe?ar un papel en las zonas conflictivas y respaldado por los recursos financieros de su pa¨ªs, Gaddafi no se ha privado de inmiscuirse en los asuntos palestinos apoyando a partir de los a?os setenta una escisi¨®n extremista del m¨¢s radical de los grupos integrados en la OLP: el Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina-Mando General (FPLP-MG), que acaudilla el capit¨¢n Ahmed Jibril.
Algo recalcitrante ante las treguas entre la resistencia y el Ej¨¦rcito israel¨ª negociadas por el emisario norteamericano Philip Habib antes de que las tropas de Tel Aviv invadiesen L¨ªbano, en 1982, el FPLP-MG pele¨® duramente contra el enemigo sionista durante aquel verano, utilizando en la batalla todo el moderno material b¨¦lico suministrado por la Yamahiria (nombre que se da el r¨¦gimen de Tr¨ªpoli) libia.
La ayuda de Gaddafi a su facci¨®n palestina predilecta consisti¨® incluso en poner a la disposici¨®n de Jibril varios batallones del Ej¨¦rcito libio -unos 700 hombres en total-, que sirvieron en el frente de la Bekaa libanesa antes de participar en el bombardeo de Tr¨ªpoli y los campamentos de refugiados en manos de los seguidores de Arafat.
Para que no descubriesen que atacaban en realidad a sus hermanos ¨¢rabes y su ardor luchador resultase mermado, los voluntarios libios no fueron autorizados a escuchar la radio ni a leer peri¨®dicos, al tiempo que se les informaba de que la ofensiva estaba dirigida contra los israel¨ªes y sus mercenarios cristianos libaneses, que se hab¨ªan adue?ado de los campamentos de Nahr el Bared y Badaui.
Como los libios no bastaban para reforzar las filas del FPLP-MG, a los s¨²bditos de Gaddafi se a?adieron despu¨¦s, seg¨²n denunci¨® la representaci¨®n de la OLP en Rabat, 4.000 marroqu¨ªes contratados inicialmente para su legi¨®n isl¨¢mica de Chad, aunque varios centenares engrosaron las filas de Jibril..
Jibril y sus ac¨®litos se mantuvieron tranquilos hasta que en mayo de ese mismo a?o suscribieron el proyecto sirio de desbancar a Arafat de la direcci¨®n de la OLP, que culmin¨® militarmente con el cerco de Tr¨ªpoli.
Aunque el FPLP-MG sea el favorito del coronel libio, la organizaci¨®n de Jibril no es la ¨²nica que se beneficia de la generosidad libia, de la que se aprovechan tambi¨¦n los llamados disidentes capitaneados por Abu Musa, y hasta Al Saika, la, rama palestina del partido Baas sirio (en el poder), ha recibido ayuda econ¨®mica de Libia. S¨®lo la OLP, que sigue te¨®ricamente reagrupando a todos estos movimientos, es sistem¨¢ticamente olvidada por el Tesoro libio a la hora de repartir subvenciones.
Informaciones concordantes se?alan, sin embargo, que el terrorista palestino Abu Nidal -condenado a muerte por Al Fatah, el grupo palestino encabezado por Arafat- s¨ª ha sido financiado por la Yamahiria.
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