Galer¨ªas Preciados

Gracias a ese peri¨®dico puedo hacer el uso de r¨¦plica a un compa?ero m¨ªo que fue de Galer¨ªas y que se firma Agust¨ªn Olivera Mart¨ªn, del que perd¨ª la pista hace ya m¨¢s de 20 a?os.El texto de su carta al director me ha producido la impresi¨®n, quiz¨¢ err¨®nea, que producen los lamentos de un hombre que estuvo muy enamorado de una chica que, con zalamerias m¨¢s o menos sinceras, le dio esquinazo despu¨¦s.

Tiene que saber el amigo Olivera -?me permite llamarle as¨ª?- que, en el terreno personal y humano, tanto don Jos¨¦ Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez como sus dos hijos, Jorge y Manuel, me merecieron cuando les trat¨¦,. y contin¨²an mereci¨¦ndome, los m¨¢ximos respetos te?idos de afecto. Ahora bien, la trayectoria econ¨®mico-comercial, puede que quiz¨¢ no imputable a ellos, pero s¨ª del staff que les rodeaba, no fue la adecuada o conveniente.

En el tiro de salida de los dos atletas oriundos de La Habana, uno desfalleci¨®, y el otro sigue obteniendo unos beneficios anuales despampanantes. Aquellos polvos, amigo Olivera, trajeron estos Iodos.

Yo no estoy de acuerdo con usted sobre esto. De la misma forma que me doli¨® muy mucho que Almacenes Jorba, fundado en 1911, dejaran de ser catalanes al ser absorbido por Galer¨ªas, me duele ahora el cambio de nacionalidad del propietario, sin orillar los m¨¢ximos respetos que me merecen los puestos de trabajo a conservar.

Haga un profundo examen de conciencia y piense c¨®mo se sentir¨ªan los empleados de Almacenes Jorba en el a?o de la absorci¨®n. Un abrazo sincero.-

Barcelona.