El proyecto de unir el mar del Norte con el mar Negro contin¨²a, pese a la lentitud de las obras

El proyecto europeo del siglo, una red de canales mar del Norte-mar Negro, a trav¨¦s del Rin, el Meno y el Danubio, no va a estar listo para 1985, pero sigue extendi¨¦ndose, con excesiva lentitud, a lo largo de 3.500 kil¨®metros de v¨ªas fluviales. La Rep¨²blica Federal de Alemania, si los verdes lo permiten, podr¨ªa concluir su decisiva parte de las obras para 1992.

Los yugoslavos calculan que una gabarra danubiana tira de 1.000 toneladas con un gasto de 50 kilos de combustible por hora, 80 veces menos del que ser¨ªa necesario en carretera. Dos remolcadores pueden empujar un convoy de barcazas con tanta carga como la que podr¨ªan llevar todos los vagones de ferrocarril disponibles en Serbia, la mayor de las seis rep¨²blicas yugoslavas. Aunque esas cintas transportadoras que son los r¨ªos necesitan menos inversiones de mantenimiento que otras v¨ªas, en Alemania las obras ser¨¢n gigantescas para salvar los 300 metros de diferencia de nivel entre el Meno y el Danubio y remontar los 170 kil¨®metros de montes a la altura de Nuremberg.

Opiniones divididas

Las opiniones est¨¢n divididas, al margen de los credos pol¨ªticos. El en su tiempo ministro socialdem¨®cata alem¨¢n de transportes, Volker Hauff, llam¨® al canal Rin-Meno-Danubio "el proyecto m¨¢s necio ideado por el g¨¦nero humano desde la torre de Babel". El l¨ªder derechista germano, Franz Josef Strauss, le replic¨® que "el g¨¦nero humano no hab¨ªa tenido un ministro de Transportes m¨¢s incapaz desde Babilonia hasta la fecha". Pero el socialista austr¨ªaco Kreiski le dio la raz¨®n a Strauss, mientras que la derecha austr¨ªaca se aliaba con la opini¨®n del socialdem¨®crata alem¨¢n. Algo de bab¨¦lico hab¨ªa en el asunto.Ha sido Rumania, el pa¨ªs que mayores problemas econ¨®micos tiene de los ocho implicados en el proyecto, el que ha terminado una de las obras m¨¢s tit¨¢nicas del mismo. Su canal Cerna Vpoda-mar Negro acorta en 400 kil¨®metros el Danubio y permite el paso de barcos de hasta 9.000 toneladas. Aunque este tramo es m¨¢s corto que el canal de Suez, ha sido necesario excavar m¨¢s tierra y rocas que en aqu¨¦l. Ahora, el presidente Ceaucescu querr¨ªa construir otro canal, de unos 20 kil¨®metros de longitud, que acercar¨ªa Bucarest al Danubio.

Hungr¨ªa y Austria, dos pa¨ªses sin mar desde la p¨¦rdida de su imperio, ven en este proyecto danubiano una gran esperanza para romper su mediterraneidad. El Danubio es un r¨ªo sometido a r¨¦gimen internacional de navegaci¨®n, y para Hungr¨ªa la salida fluvial al mar Negro, y de all¨ª a Oriente, es muy importante, al ser, hoy por hoy, la h¨²ngara una de las econom¨ªas m¨¢s agresivas y m¨¢s boyantes de los pa¨ªses del Este.

El pa¨ªs dispone de una importante flota fluvial de barcos que sirven tambi¨¦n para grandes travesias mar¨ªtimas, pero la parte checoslovaca da muestras de menos inter¨¦s en colaborar con los h¨²ngaros en el ahondamiento del cauce del r¨ªo de Europa a la altura de Gabcikova. El plan existente entre los dos pa¨ªses incluye la construcci¨®n de una presa y la utilizaci¨®n del agua en regad¨ªos.

Por su parte, el presidente austr¨ªaco, Kirchslager, recordaba hace poco a sus anfitriones alemanes que "la divisi¨®n de Europa no es eterna", inst¨¢ndoles a dedicarle la debida atenci¨®n a la yugular de Europa. Tanto Austria como Hungr¨ªa usan, por ahora, los puertos de Triestre (Italia) y Rijeka (Yugoslavia) para su salida al mar.

Yugoslavia tiene proyectos demasiado ambiciosos como para ser ultimados en la gran crisis de endeudamiento que vive el pa¨ªs. El

canal Zagreb-Karlovac-Rijeka acercar¨ªa el mar del Norte a Italia por el Adri¨¢tico y el Danubio-Morava-Vardar saldr¨ªa al Egeo griego a la altura de Sal¨®nica, colocando los contenedores de la Europa central a menos de 300 millas del Pireo.

Aseguran los yugoslavos que el transporte fluvial es mucho menos nocivo que el de carretera para la conservaci¨®n de la naturaleza. Pero tambi¨¦n es verdad que durante varios d¨ªas de diciembre la mitad de Belgrado se qued¨® sin agua, debido a unas manchas flotantes de petr¨®leo.