Respetable p¨²blico

Viene de la p¨¢gina 7cuidado. Luego, cuando pude leer el, pr¨®logo a Los intereses creados, supe con qu¨¦ delicadeza nuestras rn¨¢s grandes figuras del teatro trataban al respetable p¨²blico.

Pero hoy, que en tantas cosas hemos progresado, en ¨¦sta, evidentemente, hemos ido hacia atr¨¢s. Hacia atr¨¢s y hacia abajo.

La incre¨ªble ventaja que hoy tenemos de que el tel¨®n se nos abra a domicilio en nuestra peque?a pantalla se nos ha mudado en retroceso, en lacra, en villan¨ªa.

Nuestro peque?o teatro de la televisi¨®n instalado en nuestras casas nos falsea la historia, nos hiere y nos insulta.

Un d¨ªa nos presenta una extra?a figura bandolera de Mariana Pineda, otro nos escupe las palabras groseras dichas en un congreso nacional del PSOE y otro nos presenta un esperpento soez como si fuera un homenaje a nuestro ex celso poeta Lorca. Ensucian su poes¨ªa con el lodo de la procacidad. Arrancan los ojos al texto antol¨®gico colg¨¢ndole una morbosa imagen guarra.

Por eso protesto. Y porque me siento avasallado al verlo. Y por que s¨¦ que hieren la sensibilidad de mucha gente. Y porque envilecen la figura de uno de nuestros m¨¢s altos poetas. Y porque al respetable p¨²blico se le debe respeto.

Ya s¨¦ que puedo ejercer la libertad de apagar mi televisor. Pero re clamo mi derecho de espectador ,que ha pagado su entrada, que paga un bien que es de todos. Reclamo esto a los que tan vergonzosamente manipulan nuestra Televisi¨®n Espa?ola: la exquisita delicadeza con que nuestras figuras del teatro han tratado al respetable p¨²blico.-