Reducir el d¨¦ficit y proteger el mercado, objetivos econ¨®micos
La recuperaci¨®n econ¨®mica en Estados Unidos t¨²e el elemento clave que dio la victoria electoral al presidente Ronald Reagan el pasado 6 de noviembre, confirm¨¢ndolo al frente de la Casa Blanca para un segundo mandato de otros cuatro a?os. Sin embargo, de cara al futuro, la amenaza de recesi¨®n, el fuerte d¨¦ficit del presupuesto p¨²blico y de la balanza comercial son factores que inquietan a los estrategas de la Administraci¨®n Reagan, que esperan superarlos con nuevos recortes en el gasto p¨²blico -incluida una moderaci¨®n en el gasto militar-, una mayor presi¨®n fiscal y medidas comerciales proteccionistas.Desde 1982 la econom¨ªa de EE UU experimenta una nueva fase de crecimiento, acompa?ada de un d¨®lar sobrevalorado que ha ayudado a mantener la inflaci¨®n en cotas moderadas (4% en 1984 y proyecci¨®n de 4,5% a 5% para 1985). El crecimiento del producto interior bruto (PIB) ha sido tambi¨¦n moderado, del orden del 4% en 1984 y, por primera vez en a?o y medio, el precio del cr¨¦dito gira a la baja con un ¨ªndice del 10 tres cuartos en el prime rate, lo que deber¨ªa estimular la inversi¨®n.
Pero los analistas econ¨®micos, incluso dentro de la propia Administraci¨®n, predicen la posibilidad de una nueva recesi¨®n econ¨®mica que podr¨ªa desencadenarse hacia mediados de 1985, debido, entre otros factores, a la hipoteca del considerable d¨¦ficit p¨²blico, que roza los 200.000 millones de d¨®lares anuales (unos 35 billones pesetas) y el d¨¦ficit comercial, de 150.000 millones de d¨®lares en 1984, debido a que lasolidez del d¨®lar dificulta la exportaci¨®n de productos estadounidenses y favorece las importaciones.
A fin de mantener la confianza econ¨®mica en su Administraci¨®n, el presidente Ronald Reagan, seg¨²n los especialistas, aceptar¨ªa nuevos recortes en el presupuesto para el a?o fiscal 1986, apoyar¨ªa el proteccionismo a la importaci¨®n y ceder¨ªa ante una reforma fiscal que, inevitablemente, conducir¨¢ a una subida de los impuestos.
Las limitaciones en el gasto p¨²blico no constituyen ninguna novedad en la Administraci¨®n Reagan. Lo que s¨ª es in¨¦dito es que, por primera vez desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 1981, Ronald Reagan acepta las recomendaciones de los economistas para contraer las demandas monetarias del Pent¨¢gono en el gasto militar.
Aunque, en realidad, no supone ninguna disminuci¨®n, sino tan s¨®lo una limitaci¨®n en la alza, sin que por ello ponga en cuesti¨®n ninguno de los grandes programas armamentistas del Pent¨¢gono, como la fabricaci¨®n de 48 aviones superbombarderos B-1, 48 nuevos misiles intercontinentales M-X y la primera dotaci¨®n de 25.000 millones de d¨®lares para la investigaci¨®n de futuras armas nucleares espaciales destinadas a una eventual guerra de las galaxias.
La pol¨¦mica entre d¨¦ficit p¨²blico -que hipoteca la econom¨ªa de EE UU a largo plazo- y el ahorro en el gasto militar, enfrenta a los responsables del Pent¨¢gono y del departamento de Defensa, que dirige Caspar Weimberger, con miembros del Congreso que comparten la opini¨®n del secretario del Tesoro, Donald Regan, de que la econom¨ªa del pa¨ªs es tan importante como la defensa contra nuestros enernigos externos".
El presidente Reagan, tras varias reuniones con el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, pact¨® una limitaci¨®n del gasto militar, pero sin que la URSS pueda interpretarlo como un signo de debilidad en el refuerzo militar de EE UU.
En cuanto a la reforma fiscal, la orientaci¨®n va hacia una sobrecarga en los impuestos de la clase media-alta y, sobre todo, las empresas. El presidente Reagan podr¨ªa ver mermada su popularidad si sube la presi¨®n fiscal en contra de sus repetidas promesas electorales de que no aumentar¨ªa los impuestos.
Otro aspecto econ¨®mico de capital importancia en la futura gesti¨®n del equipo del presidente Reagan y el vicepresidente George Bush es la tendencia hacia medidas comerciales proteccionistas, consideradas como las m¨¢s importantes en EE UU desde los a?os treinta, como ¨²nica posibilidad para reducir el d¨¦ficit comercial.
Jap¨®n figura en cabeza de las preocupaciones comerciales de EE UU, como mostr¨® la entrevista celebrada el pasado mi¨¦rcoles, en Los ?ngeles, entre el presidente Reagan y el primer ministro de Jap¨®n, Yashuiro Nakasone. Pero tambi¨¦n los pa¨ªses del Mercado Com¨²n y otros exportadores hacia EE UU, como Espa?a, se ver¨¢n perjudicados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.