Esperanza Vicente Alguacil

Esperanza Vicente Alguacil, una madrile?a de 37 a?os, casada y con dos hijos de seis y siete a?os, ex oficiala de la Polic¨ªa Municipal de Madrid, se ha convertido, tras aprobar una oposici¨®n al cuerpo de bomberos, en la primera mujer en toda Espa?a que desempe?ar¨¢ una funci¨®n de mando en la escala ejecutiva del Servicio de Extinci¨®n de Incendios. Esperanza, que trataba ayer in¨²tilmente de ocultar su rostro a los flashes de los fot¨®grafos, afirma que "no es ning¨²n triunfo haber aprobado una oposici¨®n en la que fueron suspendidos m¨¢s de 60 hombres".

La futura oficiala del Servicio de Extinci¨®n de Incendios madrile?o -a¨²n no ha tomado posesi¨®n de su cargo- no sabe si su trabajo consistir¨¢ en realizar tareas administrativas o mantenerse a pie de fuego, aunque, "como todos los oficiales, realizar¨¦ guardias de 24 horas al frente de todo el servicio de bomberos, en el que trabajan a diario 250 hombres y el cuerpo tendr¨¢ que adaptar las dependencias, para que bomberos hombres y mujeres duerman en lugares separados". Esperanza, que vest¨ªa pantal¨®n negro y jersey verde, es una mujer morena y atractiva. Sus grandes ojos negros no ocultan una profunda timidez. Sin embargo, esta mujer tiene fama entre sus antiguos compa?eros de la Polic¨ªa Municipal de ser rigurosa y en¨¦rgica en su trabajo.El nombramiento de Esperanza provoc¨® un colapso en la centralita del Ayuntamiento de Madrid por las llamadas de todos los medios informativos, ansiosos por conseguir unas declaraciones suyas. Esperanza, que se neg¨® en rotundo a ser el "numerito del d¨ªa" -en palabras del encargado municipal de relaciones con la Prensa-, afirma que no es la primera bombera de a pie. "En el Ayuntamiento de Palma de Mallorca trabaja una mujer que realiza esa funci¨®n", dice. La nueva componente del cuerpo de bomberos madrile?o lleg¨® al Ayuntamiento protegida a derecha e izquierda por Emilio Garc¨ªa Horcajo, concejal encargado del ¨¢rea de Seguridad, Circulaci¨®n y Transportes, y ?ngel Luis Ib¨¢?ez, director de los servicios de Protecci¨®n Civil y Bomberos. Sus respuestas a las preguntas de los informadores fueron escuetas.

"No siento nada especial por haber conseguido el cargo. Sencillamente, como cualquier persona, tendr¨¦ que demostrar mi val¨ªa en el trabajo", asegur¨®. Esperanza, que ya tiene el uniforme del cuerpo de bomberos, naci¨® en Madrid y ha trabajado como aparejadora en Gerencia de Urbanismo. "En Gerencia era una empleada contratada y decid¨ª presentarme a unas oposiciones de suboficiales de la Polic¨ªa Municipal para conseguir una plaza fija, y la saqu¨¦"; despu¨¦s ocup¨® el puesto de oficiala en el mismo cuerpo, y finalmente se present¨® a las oposiciones para cubrir 18 plazas de oficiales en el Servicio de Extinci¨®n de Incendios, porque pens¨® que ser¨ªa un trabajo interesante y cree que est¨¢ m¨¢s cerca de su verdadera profesi¨®n, que es la de aparejadora.

La nueva componente del cuerpo de bomberos, que tuvo que subir a pulso una cuerda Esa de cuatro metros, recorrer 200 metros en 36 segundos, nadar 50 metros en menos de un minuto y saltar 50 cent¨ªmetros con los pies juntos y sin carrera, super¨® tambi¨¦n una prueba psicot¨¦cnica, un examen de cuatro temas y otra prueba consistente en realizar el dise?o de un local.

Esperanza asegura que su familia siempre ha respetado sus decisiones profesionales y que han aceptado con absoluta normalidad su nuevo cargo. Sorprendida por todo "el jaleo que se ha montado", Esperanza se neg¨® a contestar a preguntas de tipo personal y afirm¨® que no sabe si realizar¨¢ m¨¢s oposiciones en el futuro y que no le asusta compartir su trabajo con 250 hombres.