La ola de atentados de la extrema derecha alarma a las fuerzas pol¨ªticas uruguayas
Una serie de atentados contra locales de formaciones pol¨ªticas de la izquierda, atribuidos a la extrema derecha, se han producido en los ¨²ltimos d¨ªas en Uruguay, en un momento en que se prepara el tr¨¢nsito del r¨¦gimen militar a la democracia, lo que ha sembrado la alarma entre las fuerzas pol¨ªticas. Para los uruguayos, versi¨®n 1985, la euforia por el inminente advenimiento de la democracia, en marzo, ha quedado atr¨¢s. Los acuciantes problemas econ¨®micos y sociales del presente hacen perder la perspectiva de los duros a?os de la dictadura que agoniza.
Sin embargo, muchos de los privilegios que otorga la democracia ya han sido puestos en pr¨¢ctica de hecho, aun cuando falta m¨¢s de un mes y medio para que Julio Mar¨ªa Sanguinetti asuma oficialmente la presidencia de la Rep¨²blica.Por un lado, la larga noche de represi¨®n sindical ha llegado a su fin. Una verdadera ola de paros y huelgas ha sacudido al pa¨ªs, obligando a las futuras nuevas autoridades a intervenir anticipadamente en una dif¨ªcil mediaci¨®n.
Otro de los elementos que m¨¢s preocupan son los reiterados atentados contra locales pol¨ªticos del Frente Amplio de izquierdas, cuatro en el ¨²ltimo mes. Durante la noche, personas desconocidas hasta el momento entran en los comit¨¦s de base del frente y colocan una bombona de gas cerca de material combustible, que luego encienden antes de huir. En todos los casos los da?os han sido muy notables.
Este despertar de la violencia de extrema derecha ha sido motivo de verdadera alarma. La Comisi¨®n Nacional Program¨¢tica, integrada a nivel pol¨ªtico por el futuro vicepresidente de la Rep¨²blica, Enrique Tarigo, y por las principales figuras de los otros tres partidos, incluido el general L¨ªber Seregni, del Frente Amplio, han condenado esos atentados y solicitado una exhaustiva investigaci¨®n policial, sin resultados por el momento.
El propio comandante en jefe del Ej¨¦rcito, Hugo Medina, dijo no tener conocimiento de que esos atentados hayan sido realizados por personal de las fuerzas armadas. "De ser as¨ª", a?adi¨®, "las medidas que se van a tomar con los responsables van a ser dr¨¢sticas y ejemplares". "No estamos en momento de proceder mediante atentados ni violencias", concluy¨®.
Otro aspecto que ha sorprendido a los uruguayos en este preestreno democr¨¢tico es el ingreso anticipada en la era del destape. Despu¨¦s de una d¨¦cada de censura y puritanismo, hoy puede verse en la televisi¨®n c¨®mo las turistas extranjeras, que tradicionalmente invaden el conocido balneario de Punta del Este, imponen sin ning¨²n tipo de restricci¨®n la moda del top-less. De esa forma, los dorados senos de las argentinas han se?alado el comienzo de una era de libertad que, en este sentido, gozar¨¢n de aqu¨ª en adelante los habitantes de este pa¨ªs.
Pero la censura tambi¨¦n ha sido derrotada en otros frentes. En cuanto a libertad cultural, lo que hasta hace poco tiempo parec¨ªa imposible, hoy es una realidad. El ejemplo se materializa a trav¨¦s de la publicaci¨®n de un libro de Ra¨²l Sendic, el principal jefe tupamaro, titulado Cartas desde la prisi¨®n, o publicaciones en la Prensa local sobre el pensamiento de Sendic en el campo econ¨®mico.
En materia pol¨ªtica, se ha superado ya el escollo m¨¢s importante para lograr un acuerdo primario para la unidad nacional que promueve Sanguinetti. El Partido Colorado, al que le tocar¨¢ la responsabilidad del Gobierno -que se opone a una amnist¨ªa general sin restricciones para todos los presos pol¨ªticos, incluidos los tupamaros- ha llegado a un acuerdo con el Partido Nacional y con el Frente Amplio.
En concreto, se ha logrado, al parecer, un compromiso para la aprobaci¨®n de una ley que permita la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos para el pr¨®ximo mes de marzo, primero de la vuelta a la vida democr¨¢tica en Uruguay. El segundo punto importante es que tambi¨¦n puede llegarse a una coparticipaci¨®n de todos los partidos en puestos claves del Gobierno, para permitir que exista una firme base pol¨ªtica, a fin de lograr la unidad.
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