La lluvia desluci¨® la actuaci¨®n de Rod Stewart en el festival de R¨ªo de Janeiro
Desciende el n¨²mero de espectadores en la tercera jornada
Decreci¨® el n¨²mero de espectadores y llegaron las lluvias intermitentes, que deslucieron las actuaciones en el tercer d¨ªa del festival Rock in Rio. El tr¨ªo Paralamas do Sucesso abri¨® con su rock desenfadado y actual a base de reggae, ska y sonido machac¨®n. Lul¨² Santos es considerado aqu¨ª un James Taylor a la bras¨ªle?a. El resto de las actuaciones estuvieron a cargo del septeto Blitz, de la alemana Nina Hagen, de Go-Go's y del ingl¨¦s Rod Stewart. Se calcula queasistieron al concierto entre 70.000 y 100.000 personas.
ENVIADO ESPECIAL
Poco antes de la salida del septeto Blitz cay¨® la primera tormenta pasajera de cuatro minutos, suficientes para empapar al m¨¢s flaco. Apareci¨® Blitz. Es como Objetivo Birmania, tambi¨¦n con dos gog¨®s "a imaginar", con cursiler¨ªa similar, pero con gracia y buenas poses. Y adem¨¢s de funky hacen alguna que otra balada sin complicaciones. Acabaron y la audiencia heroica se volvi¨® a mojar.Esta vez el tipo de gente era muy distinto al del d¨ªa anterior, como en ¨¦ste fue totalmente contrario al de la jornada inaugural. La presencia de Nina Hagen y Gogos caus¨® la apar¨ªci¨®n de un p¨²blico m¨¢s adinerado, con vestimentas de mayor variedad de colores y mejor calidad, peinados y pinturas f¨¢ciles c¨®smicas muy parecidas a las pintas m¨¢s avanzadas del Madrid cosmopolita. El septeto Blitz carece de garra y de estilo original.
Nina Hagen, pelo rojo hasta la cintura y con flequillo, pantal¨®n plateado y ajustado, brill¨® con sus ademanes elocuentes sobre todo en sus temas fuertes. Esta Caball¨¦ en alemana y postpunkera interpret¨® con su dramatismo peculiar en la voz y destac¨® con sus t¨ªpicos cacareos agudos y afinados. Anim¨® a la gente en una pausa con un "I love you" repetido varias veces en diversos tonos fuertes.
Sonido poco apropiado
Los t¨¦cnicos de mesa no aplicaron el sonido apropiado al repertorio y se produjeron algunos acoplamientos sonoros, como anteayer ocurri¨® durante la actuaci¨®n de James Taylor (ser¨¢ necesario dedicar un art¨ªculo a las virtudes y defectos del montaje de este festival); y despu¨¦s las cinco Go-Go's, una formaci¨®n que a?ade un estilo de m¨²sica algo escaso en la programaci¨®n. Su pop-rock irrumpi¨® despu¨¦s de un nuevo chaparr¨®n. La cantante llevaba un vestido maxi verde lima que contrastaba con la falda roja de su bajista y la seriedad negra de la guitarrista. Su voz tendr¨ªa quiz¨¢ m¨¢s br¨ªo en un grupo masculino, pero no tendr¨ªa gracia. Su sonido, instrumentado con ingenuidad, es animoso. Falt¨® que el p¨²blico conociese sus canciones r¨¢pidas y breves.El n¨²mero de gente hab¨ªa disminuido cuando Rod Stewart, pantal¨®n azul celeste y camisa amarilla, salt¨® al escenario con el mejor planteamiento de arreglos y de temas que se le pod¨ªa haber ocurrido. A?adi¨® tres m¨²sicos de metal y un teclista con sintetizadores a su banda habitual de deis guitarras, un teclado, un bajo y una bater¨ªa. Sus temas duros, a ritmo de funky y salsa, aparecieron adornados con los arreglos de viento y sintetizador y los de metal naturales. Acert¨®. S¨®lo un artista tan veterano puede tomar estas previsiones y organizar con m¨¢s cuidado aquellos conciertos que considera importantes.
Su actuaci¨®n en R¨ªo de Janeiro le ha debido interesar algo m¨¢s que las que ofreci¨® hace dos veranos en Madrid. ?Qu¨¦ marcha! Contagiaron temas como Tonight's the night, Tonight I`m yours, Passi¨®n, Do ya think Im sexy o Infatuation. Sus baladas Sailing, I d¨®nt want to talk about it fueron celebradas por un n¨²mero de personas que, si el rubio escoc¨¦s llevaba comisi¨®n a partir de una alta cantidad de asistentes, ha debido quedarse como lleg¨®.
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