Los caminos de Nicaragua
LA TOMA de posesi¨®n del nuevo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no ha sido un simple acto formal y protocolario. Ha permitido definir un proyecto pol¨ªtico, con vistas al futuro, que debe plasmarse en la Constituci¨®n; los sandinistas tienen una mayor¨ªa absoluta, y con amplio margen, en la Asamblea elegida el pasado mes de noviembre, encargada de elaborar dicha Constituci¨®n. Las ideas centrales explicadas por Daniel Ortega se pueden resumir en los puntos siguientes: no alineamiento en pol¨ªtica exterior y pleno apoyo a Contadora para resolver la situaci¨®n de Centroam¨¦rica; econom¨ªa mixta, con un sector p¨²blico y otro privado; pluralismo pol¨ªtico, libertad de prensa y expresi¨®n -tema en el que hasta ahora han sido enormemente restrictivos, argumentando la necesidad de la censura debido a la guerra-, y di¨¢logo incluso con los partidos que no han tomado parte en las elecciones; amnist¨ªa para los contras que renuncien a la lucha armada.Interpretar estas palabras como simple propaganda para disimular un r¨¦gimen de tipo sovi¨¦tico exige ignorar hechos evidentes. Por otro lado, caer en el extremo opuesto no ser¨ªa serio, pues un cambio revolucionario, como el que ha vivido y vive Nicaragua, entra?a mermas del pluralismo. Pero la cuesti¨®n fundamental es que el futuro no est¨¢ escrito de antemano. Diversos caminos est¨¢n abiertos. Y por su propio inter¨¦s, incluso si algunos -o todos- los comandantes no son unos entusiastas dem¨®cratas, el sandinismo necesita propiciar un sistema democr¨¢tico, que incorpore las ideas expuestas por Ortega en la toma de posesi¨®n. Es significativo que el a?o pasado, incluso cuando ten¨ªan que hacer frente a acciones armadas rebeldes serias, el Gobierno convoc¨® las elecciones a pesar de las enormes dificultades. En revoluciones anteriores, la convocatoria de elecciones de ese g¨¦nero no ha existido. Ello confirma que existe una voluntad pol¨ªtica de buscar un camino original, que asuma el papel internacional que desempe?a hoy el respeto del pluralismo pol¨ªtico.
Existen factores internacionales importantes que pueden ayudar a que Nicaragua avance por ese camino. En primer lugar, las labores y el Acta elaborada por el Grupo de Contadora. Nicaragua ha aceptado, sin modificaci¨®n alguna, el proyecto presentado por los Gobiernos de M¨¦xico, Colombia, Venezuela y Panam¨¢, a ninguno de los cuales cabe reprochar su revolucionarismo o simpat¨ªas prosovi¨¦ticas. Las dificultades para lograr un texto concertado han partido de EE UU, Honduras y El Salvador. Pero hay otro factor internacional importante: la propia actitud de Cuba, cuya influencia es muy grande, con enorme cantidad de maestros, m¨¦dicos, obreros y asesores de todo tipo trabajando all¨ª, y que respalda las gestiones de Contadora. Aunque todo ello parezca una contradicci¨®n no lo es en modo alguno: las revoluciones no tienen vocaci¨®n de suicidio.
Mucho depender¨¢ de la pol¨ªtica por la que se decida Reagan en su segundo mandato. De un lado, prosiguen las negociaciones de Manzanillo; de otro, la guerra sucia sostenida por la CIA. El ¨²nico objetivo l¨®gico de ¨¦sta es derribar el Gobierno legal de Nicaragua. Pero ello implica peligros serios de conflictos militares y consecuencias internacionales imprevisibles. Por otro lado, la renuncia a los m¨¦todos militares encierra aspectos negativos para EE UU en los que no tiene nada que ver ni el prosovietismo, ni la falta de democracia, ni el modelo cubano... Es algo mucho m¨¢s viejo: el nacionalismo de fondo de los pa¨ªses latinoamericanos, dispuesto a modificar unas relaciones de dependencia que han significado adem¨¢s el subdesarrollo. Nicaragua podr¨ªa ser totalmente independiente de la URSS y de Cuba, tener una democracia pluralista irreprochable, y ser a la vez un vecino desagradable para EE UU si ¨¦ste quiere mantener formas anacr¨®nicas de su hegemon¨ªa.
Una actitud europea que apoye activamente la pol¨ªtica de Contadora puede ayudar a EE UU a evitar errores en esta cuesti¨®n, parecidos a los que echaron a Cuba en brazos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
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