Un juez brit¨¢nico entrega la ni?a de 'madre alquilada' a la pareja que la encarg¨®
Un juez brit¨¢nico ha puesto fin a las especulaciones sobre el futuro de la primera ni?a nacida de una madre alquilada en el Reino Unido, al decidir su entrega a la pareja an¨®nima que pag¨® por su concepci¨®n y posterior nacimiento.
El magistrado, sir John Latey, de la Corte Superior Civil de Londres, anunci¨® ayer que la popularmente bautizada en Gran Breta?a como Baby Cotton, por el nombre de su madre biol¨®gica, fue entregada el viernes a la pareja que hab¨ªa contratado los servicios de la sucursal brit¨¢nica de una agencia de maternidad alquilada norteamericana, The National Center for Surrogate Parenting, que busc¨® a una mujer casada inglesa que se prestara a la operaci¨®n.
Kim Cotton fue inseminada artificialmente con el esperma del futuro padre adoptivo de la ni?a y dio a luz al beb¨¦ el pasado d¨ªa 4 en el hospital Reina Victoria, del norte de Londres. La agencia pag¨® a Kim una cantidad equivalente al mill¨®n y medio de pesetas por la concepci¨®n y el embarazo, y recibi¨® una cantidad superior por sus servicios. El anuncio del nacimiento de la ni?a provoc¨® una fuerte controversia en el Reino Unido, que posiblemente se traducir¨¢ en el env¨ªo de un proyecto de ley al Parlamento para prohibir la comercializaci¨®n y venta de ni?os nacidos de madres alquiladas, aunque no el hecho de alquilar la maternidad sin af¨¢n de lucro.
Exclusiva vendida
La madre abandon¨® el hospital al d¨ªa siguiente de dar a luz y regres¨® a su domicilio donde vive con su marido y dos ni?os habidos de su matrimonio. Al dinero recibido de la agencia hay que a?adir una cantidad no especificada que Kim ha percibido por vender en exclusiva su relato a uno de los peri¨®dicos populares de Fleet Street, el Daily Star.Al anunciar su decisi¨®n, el juez Latey manifest¨® que hab¨ªa encontrado a los futuros padres adoptivos, cuya identidad se desconoce, "perfectamente preparados para hacer frente a las necesidades emocionales y materiales de la ni?a".
El juez, que la pasada semana prohibi¨® a la Prensa revelar la identidad de la pareja bajo la amenaza de desacato al tribunal si se violaba la orden, declar¨® que era impensable "una revocaci¨®n de tal medida. Hay que dejar a la pareja que cr¨ªe a la ni?a con la m¨¢xima tranquilidad y paz mental", a?adi¨®.
Dada la tradici¨®n de la Prensa brit¨¢nica de acatamiento a las decisiones judiciales, es previsible que la identidad de la pareja adoptante sea conocida en un futuro inmediato, aunque todo parece indicar que son de nacionalidad norteamericana y que tanto los nuevos padres como la ni?a se encuentran ya en Estados Unidos. Mientras se preparan los documentos de adopci¨®n, la ni?a permanecer¨¢ bajo la tutela de un tribunal brit¨¢nico, aunque su cuidado haya sido encomendado a la misteriosa pareja denominada por el juez Latey como el se?or y la se?ora.
Seg¨²n se supo ayer, la salida de Baby Cotton del hospital Reina Victoria tuvo aspectos rocambolescos. Con el fin de despistar a la prensa, que montaba guardia en la puerta de entrada del centro sanitario, la ni?a fue recogida por el abogado de los padres adoptivos, Derek Kirby-Johrison, que se present¨® en el hospital acompa?ado de su mujer, que est¨¢ embarazada de seis meses. Sorteados los periodistas, que no sospecharon nada de una mujer encinta, la ni?a fue entregada al abogado, que abandon¨® el hospital por una puerta trasera.
Condiciones leoninas
Por su parte, un peri¨®dico brit¨¢nico revel¨® el domingo los detalles leoninos del contrato suscrito por la agencia de maternidad alquilada y Kim Cotton.Seg¨²n el contrato, Kim se comprometi¨® a no mantener relaciones sexuales dos semanas antes de producirse la inseminaci¨®n artificial y a no reanudarlas hasta que el embarazo fuera confirmado por un ginec¨®logo. Igualmente, la madre se comprometi¨® a no fumar ni beber durante todo el per¨ªodo de embarazo ni a someterse a un aborto.
El contrato inclu¨ªa igualmente una clausula de penalizaci¨®n. En el caso de que K¨ªm decidiera no entregar a la ni?a tras su nacimiento, se ver¨ªa obligada a pagar a la agencia la cantidad de 25.000 libras (unos cinco millones de pesetas), adem¨¢s de correr con todos los gastos legales y cl¨ªnicos.
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