Sanguinetti ultima su Gobierno, mientras las huelgas amenazan con paralizar a Uruguay

El presidente electo de Uruguay, Julio Mar¨ªa Sanguinetti, realiza los ¨²ltimos contactos pol¨ªticos para designar al futuro Gabinete ministerial, mientras el pa¨ªs se encuentra sumergido en una crisis sindical que amenaza con paralizar sectores vitales, ante la pasividad del Gobierno de los militares.La situaci¨®n se agrava d¨ªa a d¨ªa, y no parece que influyan los esfuerzos que todos los partidos pol¨ªticos realizan para lograr un acuerdo de unidad nacional, que permita al triunfante Partido Colorado llevar adelante un Gobierno que tenga el respaldo suficiente para intentar una necesaria e inmediata reactivaci¨®n econ¨®mica. Pero el panorama en este aspecto se ha aclarado mucho en las ¨²ltimas horas.

El principal dirigente del Partido Nacional, Wilson Ferre¨ªra Aldunate, designado como ¨²nico interlocutor v¨¢lido de su colectividad, ha asegurado que aunque los blancos; no aceptar¨¢n cargos ministeriales, s¨ª piensan colaborar con Sanguinetti en otros puestos clave de la Administraci¨®n p¨²blica. Ferreira Aldunate afirm¨® tambi¨¦n que, desde el punto de vista legislativo, su partido protagonizar¨¢ una oposici¨®n cr¨ªtica pero constructiva, ya que esa actitud constituye una de las garant¨ªas del buen funcionamiento de la vida democr¨¢tica.

Sanguinetti trata ahora de integrar un Gabinete que incluya a figuras de reconocido prestigio t¨¦cnico y moral, de antecedentes intachables, sin que importe su mifitancia pol¨ªtica. La idea, comunicada personalmente por' Sanguinetti a los principales l¨ªderes opositores, encontr¨® de inmediato un gran respaldo y alent¨® la esperanza de que se logre finalmente una participaci¨®n efectiva de todas las fuerzas en los principales temas nacionales.

Esa participaci¨®n es necesaria, porque, si bien el panorama pol¨ªtico muestra signos optimistas, el aspecto social es cada vez m¨¢s preocupante. Las Fuerzas Armadas, que se negaron a realizar una entrega anticipada del poder, ven impasibles c¨®mo cada d¨ªa se paraliza alg¨²n servicio y c¨®mo la agitaci¨®n va en aumento.

El futuro Gobierno, pese a no tener a¨²n el poder, ha intentado mediar, con relativo ¨¦xito, a trav¨¦s de los organismos de concertaci¨®n interpartidarios que est¨¢n funcionando. Sin embargo, cuando los conflictos se plantean en organismos p¨²blicos, la capacidad de negociaci¨®n queda en manos de los gobernantes de facto. Es as¨ª como hoy un paro de 48 horas, decretado por los funcionarios del organismo estatal encargado del combustible, amenaza con producir graves da?os a la econom¨ªa, al quedar paralizada la recolecci¨®n de varias cosechas en el interior del pa¨ªs.