El austero y el sibarita
Antonio Ramalho Eanes y Mar¨ªo Soares se ven todos los, viernes a las cinco de la tarde en el palacio de Bel¨¦m. Pero, a juzgar por los indicios, aunque no se suspendan los encuentros institucionales, no se pueden ver. El pasado lunes, al final de: la reuni¨®n del Consejo de Estado, tuvieron un enfrentamiento verbal en el que -se asegura- el primer ministro llam¨® "hip¨®crita" al jefe del Estado.Eanes es general, pero hace cinco a?os que no se pone el uniforMe. Hoy es un pol¨ªtico. Como Soares. El uno, como jefe de Estado, no, se define ideol¨®gicamente, pero su clientela est¨¢ en el centroizquierda. El otro, l¨ªder del Partido Socialista (PS), se ve obligado a administrar la crisis desde el centro. Su espacio es el mismo. Eso los enfrenta. Eso y otras cosas.
Eanes, que cumpli¨® el viernes 50 a?os, ejerce de austero e incorruptible. Los periodistas invitados al palacio de Bel¨¦m comen el rancho del cuartel vecino. Claro que las cuentas presidenciales est¨¢n controladas por el Gobierno. No fuma, no bebe, apenas come. Efectu¨® muchos viajes oficiales en aviones militares de h¨¦lice, hasta que se le hizo notar que podr¨ªa parecer inconveniente para la dignidad de su cargo. Su ¨²nica pasi¨®n conocida es la h¨ªpica, que a veces practica con el ex presidente Antonio de Spinola. Su ¨²nico hobby es coleccionar relojes.
Soares, de 60 a?os, es un sibarita, le gusta disfrutar de la vida. Cuando invit¨® a los periodistas a la residencia oficial de S?o Bento, les mostr¨® el lugar en el que do?a Mar¨ªa, la fiel compa?era de Oliveira Salazar, criaba gallinas para sus peque?as econom¨ªas. Luego les ofreci¨® una comida pantagru¨¦lica. En sus viajes exige el m¨¢ximo lujo. La austeridad de Eanes es, para ¨¦l, simple demagogia.
Eanes es de origen modesto. Su padre era alba?il. Su madre dice que de ni?o "era demasiado serio", siempre estudiando. El Ej¨¦rcito le abri¨® las puertas a una promoci¨®n social que se consolid¨® al casarse con Manuela Neto, hija de un alto funcionario. Se lleva bien con los periodistas, aunque concede pocas entrevistas. En privado no habla mal de Soares. En p¨²blico critica su estilo.
Soares procede de la burgues¨ªa intelectual, de la oposici¨®n republicana a la dictadura, de fuerte tradici¨®n antimilitarista y anticlerical. De estudiante le gustaba m¨¢s la juerga que los libros. Se dice que es mas¨®n, aunque en una reciente entrevista a Radio Renascen?a asegur¨®: "No pertenezco a la masoner¨ªa portuguesa". Fue un destacado luchador antifascista y
conoci¨® la c¨¢rcel y el exilio. No le gustan ni los militares ni los comunistas, aunque fue miembro del Partido Comunista de Portugal (PCP) en su juventud. Es un pol¨ªtico instintivo. Quienes le conocen bien alaban o critican su capacidad para mentir con desparpajo. A veces trata muy mal a los periodistas. Otras sabe conquistarlos.
Do?a Manuela y do?a Mar¨ªa
Do?a Manuela de Eanes y do?a Mar¨ªa de Soares juegan un importante papel entre bastidores. Se dice que la primera (de 46 a?os, licenciada en Derecho, muy religiosa, que trabaj¨® en los servicios sociales del Ministerio de Educaci¨®n) es ambiciosa y quiere ver a su marido de primer ministro, ya que no puede seguir siendo presidente. Viste modestamente. Mar¨ªa Barroso, de 59 a?os, desde sus abrigos de piel critica en privado la dudosa elegancia de su rival. Do?a Mar¨ªa fue una brillante actriz de cine y teatro en los a?os cuarenta y a¨²n conserva rasgos de gran belleza. Quiere ser primera dama, tal vez como compensaci¨®n a la carrera que abandon¨®. Se ha ocupado desde siempre, dirigiendo un colegio del padre de su marido, del sustento de la familia. Soares nunca fue muy pr¨¢ctico. No chocar con ella es fundamental para hacer carrera en el PS.
La presidenta y la primera ministra se llevan mal. Y ¨¦sa parece ser una de las causas, aunque no la ¨²nica, de que Eanes y Soares no entierren el hacha de guerra.
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