El gobernador civil de C¨¢diz procedi¨® a la reapertura de la verja a las doce en punto de la noche
La fiesta de la reapertura de la verja de Gibraltar, a la que procedi¨® el gobernador civil de C¨¢diz a las doce en punto de la noche, no fue deslucida por el incendio, seg¨²n todos los visos, provocado, de cinco autom¨®viles en un aparcamiento pr¨®ximo. Aunque en la zona gibraltare?a algunos j¨®venes daban diversos gritos antiespa?oles, el hecho de la reapertura estuvo marcado por el festejo a ambos lados. Por otra parte, una encuesta publicada ayer por el semanario The Panorama maestra que un 94% de los gibraltare?os est¨¢ en contra de que se discuta la soberan¨ªa del Pe?¨®n.
La verja de Gibraltar se abri¨® la medianoche pasada al tr¨¢fico de todo tipo, en cumplimiento del acuerdo firmado por Espa?a y el Reino Unido en Bruselas, por el que nuestro pa¨ªs se compromete a levantar las restricciones sobre la colonia, y los brit¨¢nicos, a negociar la situaci¨®n de la Roca, que ocupan desde hace 280 a?os, incluida su soberan¨ªa. Las conversaciones comenzar¨¢n hoy mismo, en la ciudad suiza de Ginebra. Los gibraltare?os observaban, ayer la apertura de la verja, unas horas antes de que se produjese, divididos entre el temor de unos y el optimismo de otros sobre las consecuencias pr¨¢cticas de la medida, pero un¨¢nimes en el rechazo a la negociaci¨®n de la soberan¨ªa.A las doce en punto el gobernador civil de la provincia de C¨¢diz, Mariano Baquedano, proced¨ªa a la apertura. Antes, durante el d¨ªa, hab¨ªa sido retirado el candado, un tanto mohoso, por si acaso fallaba a ¨²ltima hora. De hecho, se hizo una primera prueba para abrir la verja y se vio que era imposible levantar la barra vertical introducida en el suelo que la manten¨ªa cerrada. Fue necesario un compresor de aire para desatascarla. Por fortuna, se hizo ese ensayo por la ma?ana; de no ser as¨ª, el acto de la apertura hubiera provocado rechiflas.Desde un par de horas antes se fue acumulando gente a un lado y otro de la verja; hasta unos 4.000 por la zona espa?ola y algo menos por la gibraltare?a. La presencia en el lado brit¨¢nico de unos 40 muchachos con aire de hinchas futbol¨ªsticos y banderas brit¨¢nicas y que se dedicaban a cantar y a lanzar gritos antiespa?oles y probrit¨¢nicos- hizo temer por un momentos que se produjese alg¨²n tipo de incidente. Pero nadie dio importancia a su presencia y de hecho cuando tuvo lugar la apertura ya se hab¨ªan cansado de hacer ruido.
El acto en s¨ª result¨® sencillo y el ambiente del mismo fue el propio de un festejo. En La L¨ªnea desde el mismo momento en que se cerr¨® la verja casi todo el mundo estaba esperando que se reabriera. En Gibraltar la opini¨®n p¨²blica est¨¢ m¨¢s confusa ante el acuerdo de Bruselas, pero una encuesta publicada ayer por el prestigioso semanario local The Panorama revelaba que un 76% de los gibraltare?os est¨¢ a favor de esta apertura; un 18% est¨¢ en contra y un 6% se abstiene. Las cr¨ªticas al acuerdo de Bruselas se centran en la contrapartida de conceder por adelantado a los espa?oles los mismos derechos que a los restantes ciudadanos comunitarios. En este sentido, un 73%. de los encuestados estaba en contra de esta decisi¨®n, un 25% a favor, y un 2% se absten¨ªa. Lo m¨¢s significativo de la encuesta es que un 94%. de los gibraltare?os est¨¢ en contra de que se discuta la soberan¨ªa. Solo un 4% est¨¢ a favor y un 2% se abstiene.
El partido de la oposici¨®n, Partido Socialista Laborista de Gibraltar (PSLG), ha lanzado durante las ¨²ltimas semanas una dura campa?a contra el acuerdo de Bruselas, basada en la suposici¨®n de que la concesi¨®n de derechos comunitarios a los espa?oles se hace de forma demasiado brusca y sin que Gibraltar est¨¦ preparado para afrontar el impacto econ¨®mico que ello supone. Ese 73% recogido en la encuesta que se cita m¨¢s arriba revela que las ideas de Joe Bossano, l¨ªder de la oposici¨®n, son compartidas por buena parte de la poblaci¨®n.
Poco antes de la apertura, los gibraltare?os pudieron ver en televisi¨®n un programa ya emitido aye en el Reino Unido titulado Gibraltar, soberan¨ªa brit¨¢nica como pregunta. En ¨¦l sir Geoffrey Howe, ministro de Exteriores, se ratific¨® en que el Reino Unido defender¨¢ siempre los deseos de los gibraltare?os, pero admiti¨® la posibilidad de que en un futuro no se sientan tan contrarios a Espa?a como hasta ahora.
Esto lo interpreta el partido de Bossano como que la descolonizaci¨®n ha comenzado y que el Reino Unido est¨¢ dispuesto a desentenderse de Gibraltar y entregar la colonia a Espa?a. Esta posibilidad que es vista con temor en el Pe?¨®n, es sistem¨¢ticamente negada por Hassan, que reitera una y otra vez su confianza en el Reino Unido.
El acto de apertura, que era un fiesta en s¨ª, no se vio deslucido ni siquiera por la noticia de que cinco coches hab¨ªan comenzado a arder a la misma hora en que se desarro llaba. Los cinco estaban situados en un aparcamiento a poco m¨¢s de un kil¨®metro de la verja y la distan cia entre ellos permit¨ªa suponer, seg¨²n las primeras impresiones, que se trataba de un hecho pr¨®vocado con botellas de l¨ªquido inflamable. Tres de los coches eran brit¨¢nicos y dos espa?oles. Al cierre de esta edici¨®n no se ten¨ªan m¨¢s noticias del suceso.
Joshua contra Joe
Jes¨²s Malado, natural de Algeciras, fue el primer espa?ol que aprovech¨® la reapertura de la verja para entrar sobre ruedas en Gibraltar. Haciendo gala de sentido pr¨¢ctico y de conocimiento de lo que se iba a encontrar al otro lado de la verja hizo el viaje en vespa. As¨ª, no tendr¨¢ problemas de aparcamiento, que tanto sufrir¨¢n quienes traten de entrar en coche en el Pe?¨®n, y busquen sitio para aparcar en sus escasas, peque?as y congestionadas calles.Jes¨²s Malado, trabajador de la refiner¨ªa se plant¨® a las siete de la ma?ana en la verja con su vespa matr¨ªcula CA-4493-J. Atr¨¢s llevaba a una amiga, Mar¨ªa Jos¨¦ Escarcena. La espera les sirvi¨® para ser inmortalizado por fot¨®grafos venidos de toda Espa?a y aun Europa y para llevarse un recuerdo especial de un d¨ªa se?alado.
Por el otro lado, las primeras en pasar fueron tres muchachas j¨®venes a bordo de un toyota. Una es suiza, otra francesa y otra norteamericana. Las tres viven en Gibraltar.
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