El ejemplo franc¨¦s
El inter¨¦s por el espa?ol y la cultura hisp¨¢nica ha tenido en la ¨²ltima d¨¦cada un enorme auge en Noruega. El espa?ol ha desplazado ya al alem¨¢n en la escala de inter¨¦s por la lenguas extranjeras y se encuentra muy cerca del franc¨¦s. Este crecimiento, sin embargo, se ve retrasado por dificultades, hasta ahora insalvables, de dotaci¨®n presupuestaria y de personal.Hace 10 a?os, en la universidad de Oslo hab¨ªa 142 estudiantes de espa?ol, 423 de franc¨¦s y 385 de alem¨¢n. Hoy la cifras son 162, 257 y 124 respectivamente. Es decir: si hace 10 a?os los estudiantes de espa?ol eran el 15% de? total de alumnos de lenguas extranjeras, ahora representan el 30%. El ingl¨¦s no se considera en esta relaci¨®n porque Noruega es un pa¨ªs pr¨¢cticamente biling¨¹e.
La secci¨®n de espa?ol de la Universidad de Oslo apenas puede hacer frente a este inter¨¦s: tiene cinco profesores, frente a los 17 de la secci¨®n de franc¨¦s.
El modo en que Francia protege su cultura y su lengua es la envidia de los desbordados profesores de espa?ol. Hace unos a?os, los alumnos de la escuela t¨¦cnica de Halden pidieron recibir clases de alem¨¢n y espa?ol, y dejar el franc¨¦s. Tales clases s¨®lo se pod¨ªan dar con ayuda exterior. La escuela se puso en contacto con las Embajadas de Espa?a y M¨¦xico, que dijeron no contar con presupuesto para un caso as¨ª. Francia se enter¨® y brind¨® toda su ayuda. Los alumnos estudiaron alem¨¢n y franc¨¦s.
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