La oposici¨®n filipina teme una intervenci¨®n de EE UU
La Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan no excluye la eventualidad de una intervenci¨®n militar de Estados Unidos en Filipinas, mediante el env¨ªo de consejeros militares o la utilizaci¨®n de sus actuales bases en el archipi¨¦lago, en caso de deterioro pol¨ªtico en el momento de la futura sucesi¨®n del presidente Ferdinand Marcos. Esta posibilidad la expone un informe del Philippine Support Committee (PSC), organismo radicado en Washington y vinculado a la oposici¨®n filipina. Sin embargo, el presidente Marcos ha negado que EE UU vaya a enviar asesores a Filipinas.
El documento destaca que en los ¨²ltimos cuatro meses se han celebrado reuniones bisemanales, en Washington, para tratar sobre la evoluci¨®n pol¨ªtica filipina, con representantes cualificados del Departamento de Estado, del Pent¨¢gono, del Departamento del Tesoro y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). En ellas se han estudiado posibles planes para una reacci¨®n de EE UU a los movimientos de oposici¨®n. ?stos incluyen tanto a la oposici¨®n moderada, que se agrupa de cara a unas posibles elecciones presidenciales anticipadas en 1987, como a la armada, que se calcula que re¨²ne entre 10.000 y 15.000 hombres, entre el Nuevo Ej¨¦rcito Popular (NPA), brazo militar del partido comunista clandestino, y el Frente Moro de Liberaci¨®n Nacional (MNLF), guerrilla separatista musulmana, instalada en el sur del archipi¨¦lago.El almirante William Crowe, comandante en jefe de las fuerzas de EE UU en el Pac¨ªfico, que dirige la coordinaci¨®n del grupo de trabajo, enviar¨¢ en fecha pr¨®xima sus conclusiones al Consejo Nacional de Seguridad, en la Casa Blanca, seg¨²n el PSC, cuyo informe ha reproducido en Manila el diario Malaya (centro-izquierda).
El env¨ªo de consejeros militares estadounidenses a Filipinas, a fin de profesionalizar el Ej¨¦rcito filipino en su lucha contra la guerrilla -siguiendo un esquema an¨¢logo al practicado en El Salvador-, figura entre las opciones de EE UU en la zona. El informe del PSC cita tambi¨¦n que la presencia de las bases militares de EE UU en Filipinas -Clark, en Pampanga, y Subic, en Zambale- convertir¨ªa en "lo g¨ªsticamente f¨¢cil" la eventual intervenci¨®n militar de Estado Unidos en el archipi¨¦lago filipino.
En cuanto a la campa?a de profesionalizaci¨®n de los militares filipinos, se recuerda el deseo de EEUU de sustituir a los "politizados generales, acostumbrados a los h¨¢bitos de la corrupci¨®n, por j¨®venes oficiales", seg¨²n el Philippine Support Committe.
Filipinas vive actualmente el inicio de un juicio hist¨®rico -que hoy se reanudar¨¢-, en el que 25 militares y un civil (entre ellos el general Fabian Ver, temporalmente apartado por el presidente Marcos de sus funciones de comandante en jefe del Alto Estado Mayor) han sido formalmente acusados por el doble asesinato, en agosto de 1983, del exsenador Benigno Aquino, l¨ªder de la oposici¨®n, y del hombre de paja que particip¨® en el compl¨®, Rolando Galman. Todos los l¨ªderes de la oposici¨®n coinciden en afirmar que el asesinato de Aquino fue lo que revitaliz¨® la oposici¨®n al presidente Marcos, pol¨ªtica y armada, que tanto inquieta a la Administraci¨®n del presidente Reagan.
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