Reagan propone otra revoluci¨®n americana
El presidente estadourtidense, Ronald Reagan, pidi¨® a la naci¨®n, en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n, que inicie una "segunda revoluci¨®n americana de esperanza y oportunidad" prometi¨® que realizar¨¢ una reforma fiscal sin subir los impuestos, solicit¨® apoyo para su pol¨ªtica de rearme y guard¨® sus ataques m¨¢s duros para denunciar "la dictadura sandinista de Nicaragua". El presidente, en una de las pocas novedades de su intervenci¨®n, solicit¨® a los pa¨ªses que comercian con EE UU la apertura de otra ronda de negociaciones comerciales "para reforzar la libre competencia y la econom¨ªa mundial".
Reagan, que cumpli¨® el mi¨¦rcoles 74 a?os y es el presidente m¨¢s viejo de la historia de EE UU, pronunci¨® su discurso en la madrugada del jueves, hora de Madrid (noche del mi¨¦rcoles en Washington), ante una sesi¨®n conjunta de las dos C¨¢maras del Congreso.Los dem¨®cratas, que buscan sin encontrarlo su espacio, pol¨ªtico desde su hist¨®rica derrota de noviembre pasado, calificaron la intervenci¨®n de Reagan de brillante en la forma, pero falta de contenido concreto.
Reagan confirm¨® que est¨¢ dispuesto a concluir la revoluci¨®n conservadora que inici¨® en 1981, continuando la lucha contra la excesiva intervenci¨®n del Gobierno federal y liberando a¨²n m¨¢s las fuerzas de la libre empresa. "Cada d¨®lar que el Gobierno federal no recoge de nosotros, cada decisi¨®n que no toma por nosotros, har¨¢ a nuestra econom¨ªa m¨¢s fuerte, nuestras vidas m¨¢s abundantes y nuestro futuro m¨¢s libre".
El presidente, en una intervenci¨®n magistral como vendedor de optimismo, impensable por su tono en ning¨²n pol¨ªtico del Viejo Continente, dijo al pa¨ªs que no hay l¨ªmites para el progreso norteamericano y que el ¨¦xito de la econom¨ªa, "al que en Europa llaman milagro", es el ¨¦xito de la libertad.
El viejo actor de Hollywood realiz¨® una vez m¨¢s una soberbia intervenci¨®n dram¨¢tica, que lleg¨® a su punto culminante cuando present¨® a dos "hero¨ªnas an¨®nimas" que encarnan el sue?o americano y que segu¨ªan el discurso desde las tribunas del p¨²blico: una joven vietnamita que lleg¨® a este pa¨ªs hace diez a?os huyendo con los norteamericanos tras la ca¨ªda de Saig¨®n, sin dinero y sin saber ingl¨¦s, y que acaba de graduarse en la Academia Militar de West Point y una religiosa de color que atiende a los ni?os de los drogadictos.
Concluido el discurso, los 535 legisladores, puestos en pie, entonaron el Happy birthday to you, confirmando que Ronald Reagan es el chico estupendo y siempre lo ser¨¢ de la pol¨ªtica norteamericana.
"Hemos recuperado, el papel hist¨®rico de l¨ªder del mundo libre", afirm¨® Reagan, que no utiliz¨® esta vez, sin embargo, una ret¨®rica beligerante contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
El presidente solicit¨® el apoyo del pueblo norteamericano para las pr¨®ximas negociaciones de desarme con la URSS y defendi¨® su presupuesto militar -pide 277.500 millones de d¨®lares para 1986- porque "nuestra determinaci¨®n de mantener una defensa fuerte ha influido para que los sovi¨¦ticos vuelvan a la mesa de negociaciones". "El complejo militar-industrial se convierte en momentos de peligro en el arsenal de la democracia", asegur¨® el presidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.