El hermano peque?o de Tete Montoliu
Tete Montoliu, Niels Henning Oersted Pedersen, Clyde Lucas.Colegio mayor San Juan Evangelista. Madrid, 7 y 8 de febrero de 1985.
Al presentar al contrabajista dan¨¦s Niels Henning Oersted Pedersen, con cuyo nombre no pienso seguir haciendo chistes Tete Montoliu dijo de ¨¦l que era como su hermano peque?o Ocurr¨ªa ello en el colegio mayor San Juan Evangelista, donde ambos m¨²sicos se han vuelto a encontrar, primero en la grabaci¨®n de un programa de televisi¨®n con asistencia restringida, y despu¨¦s en unas actuaciones ya para el p¨²blico en general.
Juntos de nuevo los hermanos, establecieron r¨¢pido di¨¢logo y empezaron a contarse c¨®mo les iban las cosas. Mientras el piano ornamentaba lo temas, o los aderezaba con resonancias negras, el contrabajo describ¨ªa sus veleidades de saxo parkeriano, se hac¨ªa con la voz cantante en el curso de una melod¨ªa o abarrocaba el final de una canci¨®n.
O, para narrar un reciente encuentro con Miles, exhib¨ªa unos inopinados registro funky, a los que respond¨ªa el piano reiterando unas peque ?as escalas, y dejando as¨ª sentado que, puestos a lo moderno, ¨¦l pod¨ªa ser repetitivo y todo. En resumen, Niels y Tete pasaron el rato intercambiando bromas que a veces eran s¨®lo eso, bromas, mientras que en otras ocasiones se convert¨ªan en estupendos atrevimientos con la melod¨ªa, la armon¨ªa y hasta la completa estructura de los temas.
El tercer hombre
Hab¨ªa un tercer hombre. A respetuosa distancia del fraternal concili¨¢bulo estaba Clyde Lucas, un bater¨ªa que valsea muy bien y que cuando se trata de hacer swing, le zurra a su arsenal percusivo de disposici¨®n heterodoxa, con energ¨ªa y encomiable sentido de la tradici¨®n.
Alguno de sus solos y cuatros despertaron asombro, como asombro despertaron tambi¨¦n los vuelos raseados de una c¨¢mara que pasaba sobre el patio de butacas del sal¨®n de actos del San Juan, amenazando con segar cabezas. En ciertos dise?os con las escobillas, Clyde Lucas demostr¨® que tambi¨¦n sabe ser moderno y pintar paisajes detr¨¢s de la m¨²sica.
Eso es algo que a Tete no le suele gustar, pero no lleg¨® la sangre al r¨ªo porque Tete se sent¨ªa muy feliz con su hermano peque?o y no estaba para reparar en otras cosas.
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