Un interino en el Kremlin
Todo est¨¢ listo en Mosc¨² para el relevo del enfermo Chernenko, a un a?o de su llegada al poder
Por su edad, 73 a?os, y por su salud precaria e incluso alarmante, causa de dos largas ausencias de la vida p¨²blica, el l¨ªder sovi¨¦tico, Konstant¨ªn. Chernenko, ha vivido el primer a?o de su mandato bajo el signo de la provisionalidad, inaugurado durante la senectud de Leonid Breznev. Desde el pasado 13 de febrero, cuando fue elegido secretario general, ha transcurrido un per¨ªodo anodino, seg¨²n coinciden en afirmar diversas fuentes consultadas, para quienes lo m¨¢s importante ocurrido es el retorno a las negociaciones de desarme con Estados Unidos.
En econom¨ªa, la continuaci¨®n de los experimentos limitados de descentralizaci¨®n y mayor autonom¨ªa empresarial que se llevan a cabo en varias ramas de la industria y tambi¨¦n en la agricultura y servicios no han conseguido evitar la tasa de crecimiento econ¨®mico m¨¢s baja desde la II Guerra Mundial. En pol¨ªtica interior se ha registrado un inmovilismo palpable(ning¨²n cambio a alto nivel, excepto la sustituci¨®n del fallecido ministro de Defensa, Dimitri Ustinov), que muchos atribuyen a lo apretado de la correlaci¨®n de fuerzas en la cumbre y a la posici¨®n de Chernenko como dirigente de compromiso en lo est¨¢tico.Un a?o despu¨¦s de su elecci¨®n, las voces de algunos sovi¨¦ticos que hubieran querido sorprenderse ante Chernenko se han acallado, y el dirigente parece estar haciendo honor a lo que ha sido su trayectoria biogr¨¢fica como licenciado en Pedagog¨ªa, propagandista y responsable de agitaci¨®n e ideolog¨ªa Medios period¨ªsticos e intelectuales sovi¨¦ticos se muestran decepcionados por el nivel de sus discursos. En estos c¨ªrculos se compara reiteradamente el estilo de Andropov (su discurso dedicado al centenario de Marx se ha convertido en una pieza mod¨¦lica de su capacidad intelectual) con el de Chernenko, y se opina que ¨¦ste es demasiado simplista y carece de esqueleto. Los discursos de Chernenko est¨¢n plagados de frases ambivalentes que tratan de satisfacer a todos e inculcar las normas morales e ideales de vida, sin ofrecerles contrapartidas materiales claras a corto plazo.
Ante el Politbur¨® del partido reunido en sesi¨®n ampliada el pasado 15 de noviembre, Chernenko pronunciaba una frase como esta: "Ahora se promueve a primer plano la tarea de organizar una labor bien organizada y firmemente orientada a llevar a la pr¨¢ctica todo lo programado. El problema se plantea as¨ª: el plan debe ser cumplido de manera incondicional...".
Este es s¨®lo un ejemplo tomado al azar. Otro de ellos aparece en un art¨ªculo te¨®rico destinado a esclarecer cu¨¢les son los requisitos del socialismo desarrollado y aparecido en la revista Komunist. "Es tradicional", escrib¨ªa Chernenko, "en nuestro partido leninista establecer en cada crucial per¨ªodo hist¨®rico una enjundiosa f¨®rmula te¨®rica que exprese la esencia de la nueva etapa y la singularidad de las nuevas tareas...".
Con una gran prodigalidad, Chernenko ha tenido palabras para casi todos a lo largo de este a?o. Se ha dirigido a los j¨®venes del Komsomol, a los escritores, los cient¨ªficos, los campesinos, los organismos de control popular, los obreros e incluso al p¨²blico internacional por medio de sus entrevistas con los periodistas norteamericanos y sus pr¨®logos para europeos (espa?oles, franceses, polacos y alemanes orientales han sido los destinatarios).
Entrevistas, no viajes
Su actividad diplom¨¢tica ha sido muy intensa, con excepci¨®n de los dos par¨¦ntesis que le han alejado de la vida p¨²blica: el primero de ellos, desde el 15 de julio hasta el 5 de: septiembre, y el segundo, desde el 27 de diciembre hasta la actualidad. En el Kremlin, y al margen de los funerales de Andropov, donde recibi¨® al vicepresidente de EE UU, George Bush, Chernenko se ha entrevistado con jefes de Estado, como el presidente Mitterrand o el Rey de Espa?a; el jefe del Gobierno austriaco, Fred Sinowatz, y los ministros de Asuntos Exteriores Giulio Andreotti, de Italia, y Hans Dietrich Genscher, de Alemania Ocidental; l¨ªderes de la oposici¨®n, como el laborista brit¨¢nico Neil Kinnock; dirigentes comunistas, como el griego Floriakis o el portugu¨¦s ?lvaro Cunhal; dirigentes ¨¢rabes, como el presidente sirio, Hafed el Assad, o los l¨ªderes de Yemen del Norte y del Sur, el africano Megistu Haile Mariam, y el nuevo dirigente mongol, Jambin Barmunj, por citar s¨®lo unos cuantos.
Este desfile de personalidades no se ha visto compensado con rec¨ªprocos desplazamientos al extranjero. Chernenko no acudi¨® a Varsovia en verano para conmemorar el 402 aniversario de la fundaci¨®n del Estado polaco, ni estuvo en condiciones de ir a la cumbre del Pacto de Varsovia, prevista para mediados de enero en Sof¨ªa y suspendida a causa de la salud del dirigente.
La enfermedad de Chernenko -una afecci¨®n pulmonar de tipo asm¨¢tico, seg¨²n unas fuentes, y un ataque cerebral que le habr¨ªa dejado paralizado y sin habla, seg¨²n otras- hace dif¨ªcil pensar que el dirigente pueda viajar a Francia este a?o (lo que ser¨ªa su primera visita a Occidente desde que suce
Un interino en el Kremlin
di¨® a Andropov) o bien encontrarse con Reagan en alguna capital europea si las negociaciones de Ginebra progresaran. El director del ¨®rgano oficial Pravda ha reconocido esta semana el delicado estado de salud del l¨ªder de la URSS y las frases de los comunicados oficiales se interpretan ya a veces desde su probable conexi¨®n con las expectativas de vida del secretario general del PCUS. El Kremlin, seg¨²n fuentes period¨ªsticas occidentales, prepara abiertamente la sucesi¨®n.En econom¨ªa, 1984 fue un mal a?o. El crecimiento de la renta nacional (equivalente sovi¨¦tico al Producto Nacional Bruto) fue s¨®lo del 2,6% (estaba previsto el 3,1%), y con ello volvi¨® a ponerse en marcha lo que Andropov hab¨ªa sabido frenar en 1983, con un 3,1% de crecimiento, a saber, la tendencia a la disminuci¨®n progresiva de los ¨ªndices de crecimiento econ¨®mico. El tal¨®n de Aquiles de la econom¨ªa sovi¨¦tica, la agricultura, se estanc¨® en 1984, con un crecimiento cero y una cosecha de cereales que, seg¨²n datos norteamericanos, fue 40 millones de toneladas inferior a lo previsto.
Al hacerse cargo de la secretar¨ªa general, Chernenko se comprometi¨® a seguir adelante con las reformas econ¨®micas experimentales iniciadas en tiempos de Andropov. El experimento, como se ha llamado al intento m¨¢s ambicioso, se inici¨® en enero de 1984 y afectaba a cinco ramas de la industria, tres en el ¨¢mbito estatal y otras dos en ¨¢mbitos republicanos delimitados. Otras ramas de la industria se han incorporado este a?o al experimento, que trata de garantizar una mayor autonom¨ªa empresarial y un mayor inter¨¦s del obrero en el trabajo, relacionando su salario con el rendimiento y gesti¨®n general de la empresa. Aunque las empresas en r¨¦gimen experimental han mejorado sus resultados, ¨¦stos han sido inferiores a lo esperado, seg¨²n reconoc¨ªa el diario Industria Socialista.
Empresas y Administraci¨®n
La autonom¨ªa empresarial en un contexto mayoritariamente planificado desde el centro choca con la burocracia del aparato administrativo y los intereses de organizaciones pol¨ªticas y otras empresas obligadas a cumplir unos determinados planes. Expertos econ¨®micos observan que la abortada reforma de mediados de la d¨¦cada de los setenta tenia unas dimensiones mayores que el actual experimento.
En febrero, Chernenko se quejaba de la falta de independencia de las empresas y ministerios frente a la organizaci¨®n del partido y ped¨ªa m¨¢s riesgo e iniciativa a las entidades econ¨®micas. En diciembre, sin embargo, advert¨ªa a los que hablan de la necesidad de excluir los asuntos econ¨®micos del control del partido en nombre de la renovaci¨®n o mejora del socialismo. El dirigente propugnaba finalmente un aumento de la influencia del partido comunista en todos los aspectos de la vida social.
A la hora de pasar revista a la Administraci¨®n, Chernenko se declara partidario de una "lucha m¨¢s resuelta contra todo tipo de abuso de posiciones oficiales", pero asegura que lo principal en este contexto no es "la severidad de las penas", sino la creaci¨®n de una atm¨®sfera que se oponga a la "m¨¢s ligera transgresi¨®n".
El ¨¦nfasis en las purgas, que han seguido d¨¢ndose durante 1984, especialmente en rep¨²blicas asi¨¢ticas, no parece, en opini¨®n de observadores pol¨ªticos, venir del propio Chernenko, sino m¨¢s bien de los sectores del partido identificados con Andropov, quien tuvo tiempo de renovar una importante parte del aparato. Gorbachov, cuyo discurso en una conferencia ideol¨®gico-econ¨®mica celebrada el pasado diciembre, en el que solicitaba la depuraci¨®n de los elementos degenerados, fue significativamente recortado en la Prensa, parece, sin embargo, decantarse m¨¢s por las sustituciones personales que por los elementos morales y abstractos a los que Chernenko recurre frecuentemente.
En los m¨¢ximos organismos pol¨ªticos de la URSS (Politbur¨®, con miembros de pleno derecho y suplentes, as¨ª como secretar¨ªas del Comit¨¦ Central) no se ha producido ni un solo cambio durante el mandato de Chernenko, mientras en tiempos de Andropov se produjeron un total de cinco. La introducci¨®n de nuevos elementos romper¨ªa, ajuicio de observadores pol¨ªticos sovi¨¦ticos, Un equilibrio de fuerzas muy fr¨¢gil, cuyo fiel de balanza es Chernenko. La desaparici¨®n de ¨¦ste de la vida pol¨ªtica abrir¨ªa el camino a los j¨®venes, opinan las fuentes, y es aqu¨ª donde Mijail Gorbachov figura como favorito por designaci¨®n, aunque Grigori Romanov, vinculado con el nuevo ministro de Defensa, Sergei Sokolov, no parece haber renunciado a sus aspiraciones al puesto m¨¢ximo del poder.
Pese a su estilo populista, su actitud benevolente y paternal y su gesto de tribuno (el saludo con la mano derecha alzada y el codo doblado se repite una vez y otra), Chernenko no ha conseguido convertirse en un l¨ªder popular, a juzgar por los comentarios de sovi¨¦ticos perfectamente integrados en el sistema. La campa?a para promover la imagen p¨²blica del dirigente ha sido intensa, y se ha elogiado su papel cuando participaba en un destacamento fronterizo, en los a?os treinta, en Asia central.
Pese a que la vida familiar de los dirigentes sovi¨¦ticos suele permanecer en la esfera privada, Chernenko ha aparecido en p¨²blico con su esposa, Ana Dimitrievna, en dos ocasiones: la primera, durante las elecciones al Soviet Supremo, en marzo, y la segunda, durante la visita de los Reyes de Espa?a, cuando Ana Dimitrievna estren¨® sus funciones de primera dama. Dentro de la m¨¢s cl¨¢sica tradici¨®n brezneviana, y en contraste con la actitud de Andropov, Chernenko se fotografi¨® en compa?¨ªa de su esposa, su hija y su nieto en una dacha en el campo, y las instant¨¢neas aparecieron en la Prensa occidental.
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