Un bulevar de tres kil¨®metros
Un arquitecto propone un paseo elevado para viandantes que incluya la puerta de Alcal¨¢, Cibeles y Neptuno
Un arquitecto madrile?o, Miguel Oriol e Ybarra, quiere revolucionar el concepto urban¨ªstico de la ciudad, volver a sus or¨ªgenes, recrear circuitos para que los ciudadanos puedan volver a pasear por Madrid. La primera fase de su ambicioso proyecto se centra en crear un circuito para viandantes cuyos v¨¦rtices son tres plazas que forman parte de la historia de la ciudad: la plaza de la Independencia y las plazas de Cibeles y Neptuno. Un proyecto, todav¨ªa sue?o, que necesitar¨ªa 3.000 millones de pesetas y mucho atrevimiento para llegar a ser realidad.
Los grandes edificios, las superficies acristaladas y el asfalto se ha ido apropiando del paisaje urbano de Madrid. Recuperar las calles para los que quieren andar, ofrecerles las vistas de un Madrid que no se ve porque lo impide la suboordinaci¨®n cada d¨ªa mayor al autom¨®vil, es el fin ¨²ltimo de una idea que se plasma en el proyecto realizado por el arquitecto madrile?a Miguel de Oriol e Ybarra.El proyecto no es producto d un so?ador que se haya puesto dibujar sin tener en cuentan las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas y los servicios urbanos a los que afectar¨ªa. Toda la idea est¨¢ asesorada en s parte t¨¦cnica por Antonio Fern¨¢ndez Ordo?ez y Arturo Soria, do singenieros de caminos de reconocida competencia. Miguel Oriol e el autor de proyectos como el de edificio central del Banco Hispano Americano, situado en el paseo de la Castellana, y el de la urbanizaci¨®n La Rinconada de la localidad madrile?a de Aravaca.
El proyecto consiste en crear un circuito peatonal de tres kil¨®metros basado en tres plazas que son los v¨¦rtices de una zona clave en la historia de Madrid: la plaza de la Independencia y las de Cibeles y de Neptuno. Oriol explica el proyecto como una iniciativa persona que responde a toda una filosof¨ªa de la vida.
"La ciudad es necesaria", dice Oriol, "porque es donde el hombre encuentra el coloquio y la competencia que necesita para que surja el hombre m¨¢ximo". La soluci¨®n al crecimiento r¨¢pido de las ciudades no se consigue, seg¨²n Miguel Oriol, enviando al hombre de nuevo al campo, sino tomando medidas para devolver a las urbes "su clima caracter¨ªstico".
Madrid, como ciudad mteridional, tiene que volver a poner de relieve lo que Oriol llama "el sal¨®n de la ciudad", es decir, las calles, las plazas, las fuentes, los edificios.... "Es una equivocaci¨®n", dice Oriol, "que una ciudad meridional trate de imitar a las ciudades del norte rico y poderoso del mundo, por el simple hecho de que ¨¦stas representan el poder. Si cambias el clima y las caracter¨ªsticas del lugar donde ha surgido una determinada naturaleza puedes hacerla enfermar y degenerarla".
El proyecto de Oriol plantea un circuito m¨ªnimo en el que la plaza de la Independencia, Cibeles, Neptuno y el Cas¨®n del Buen Retiro den un recorrido de unos tres kil¨®metros, en los que el peat¨®n no ser¨ªa interrumpido en ning¨²n momento por los autom¨®viles. Para conseguir este circuito en el coraz¨®n de Madrid, Oriol, un arquitecte de 51 a?os, pol¨¦mico para unos y genial para otros, afirma que s¨®lo son necesarias tres actuaciones b¨¢sicas, que no afectar¨ªan a la actual circulaci¨®n de autom¨®viles sino que se adaptar¨ªan a ella.
El circuito comienza en la plaza de la Independencia, contin¨²a por la calle de Alcal¨¢ hasta llegar a Cibeles, donde se desdobla en dos sentidos, uno por el paseo de Recoletos hasta llegar a la Biblioteca Nacional, y otro que se dirige por el paseo del Prado hasta la plaza de Neptuno.
El proyecto comunicar¨ªa tambi¨¦n el parque del Retiro y la calle de Serrano con la Puerta de Alcal¨¢. "Desde Retiro y Serrano", explica Oriol, "preveo realizar un paso subterr¨¢neo que permita llegar a la plaza de la Independencia, pasar por debajo de la Puerta de Alcal¨¢ y continuar camino hacia Cibeles". Para poder conseguir este objetivo, adem¨¢s del subterr¨¢neo es preciso rebajar el nivel de la plaza de la Independencia, donde Oriol ha previsto instalar un bar y un peque?o barrio comercial, que estar¨ªa situado en el paso hacia la calle de Serrano.
Para mantener la distribuci¨®n actual del tr¨¢fico de veh¨ªculos, el proyecto contempla la elevaci¨®n de la plaza de Cibeles sobre un forjado. La fuente de Cibeles recuperar¨ªa tambi¨¦n su orientaci¨®n primitiva, mirando hacia la fuente de Neptuno. El paseo de Recoletos subir¨ªa en rampa hacia la plaza de Cibeles, que de la misma forma incorporar¨ªa a su entorno los jardines del antiguo Ministerio del Ej¨¦rcito.
"Los veh¨ªculos", explica Oriol, "continuar¨¢n pasando por debajo, pero los transe¨²ntes tendr¨¢n quioscos, bancos, jardines y una plaza que se llenar¨¢, porque est¨¢ demostrado que as¨ª ocurre en todas las plazas donde las personas pueden tocar y sentir el agua". El circuito contin¨²a por el paseo del Prado hasta la plaza de Neptuno, donde la actuaci¨®n es similar a la descrita para la de Cibeles. La elevaci¨®n de la plaza conseguir¨ªa comunicar dos edificios destacados por su significaci¨®n art¨ªstica: el Museo del Prado y el palacio de Villahermosa, situado frente al hotel Palace.
Oriol describe esta ¨²ltima operaci¨®n como "un intento de crear un solo edificio dedicado al arte, con plaza incluida". "Casi todos los grandes museos del mundo", a?ade el arquitecto, "poseen una zona para exposiciones al aire libre. La plaza de Neptuno pod¨ªa ser el entorno adecuado para crear el nuestro".
El circuito no queda reducido a un nuevo escalextric, esta vez para viandantes. "En ning¨²n caso", asegura Miguel Oriol, "las personas que recorran el circuito ver¨¢n masas de hormig¨®n. Las zonas definidas para la circulaci¨®n de peatones estar¨ªan cubiertas de arena de albero, similar a la utilizada en las plazas de toros, y existir¨ªan zonas de vegetaci¨®n con la intenci¨®n de
Un bulevar de tres kil¨®metros
proporcionar un entorno amable y suavizar la dureza de los contornos urbanos". Las fuentes de las plazas se situar¨ªan en un espacio definido en forma de c¨ªrculo para tratar de crear un ambiente intimista.El coste de la operaci¨®n es bajo si se compara con otros proyectos urban¨ªsticos que ya est¨¢n aprobados, asegura Oriol, seg¨²n el cual el proyecto se podr¨ªa completar con un presupuesto de unos 3.000 millones de pesetas, porque "mover los veh¨ªculos es car¨ªsimo, pero mover al peat¨®n es muy f¨¢cil. Si se cambian los niveles para evitar que el hombre pierda su libertad al tenerse que detener imperiosamente para dejar paso a un autom¨®vil no se gasta mucho dinero".
Es un proyecto que, seg¨²n Oriol, se acomoda a lo que ya existe en esta zona de la ciudad. "Es un traje a la medida" declara el arquitecto, "lo que no significa que mi dise?o sea el perfecto".
La elevaci¨®n del nivel de las plazas de Cibeles y Neptuno no perjudicar¨ªa, seg¨²n opina el creador de la idea, a los edificios que existen en las inmediaciones porque se han tenido en cuenta las formas de las fachadas y se han adaptado a ellas los dise?os, dejando el espacio suficiente para que el forjado sobre el que se montan las plazas no perjudique la vista y la belleza de los edificios.
Para evitar que la zona que quedar¨ªa debajo de las estructuras elevadas tenga que ser iluminada con luz artificial, en las plazas se construir¨ªan grandes espacios para claraboyas que proporcionen iluminaci¨®n natural.
Lo importante para Miguel Oriol es el concepto del proyecto y no la forma del mismo. "El Ayuntamiento", dice Oriol, "deber¨ªa convocar un concurso entre los arquitectos de habla hispana sobre el esquema b¨¢sico de recuperar Madrid para andarla. Ser¨ªa un proyecto bonito y con mucha eficacia publicitaria de cara a la celebraci¨®n del quinto centenario del descubrimiento de Am¨¦rica en 1992".
Escepticismo municipal
Sin embargo, los responsables del ¨¢rea de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid no est¨¢n tan convencidos de la idoneidad de las ideas que expone Oriaol. El coordinador de Urbanismo, Jes¨²s Espelos¨ªn, opina que la idea es atractiva pero muy forzada. "Este desarrollo de la ciudad", explica Espelos¨ªn, "altera sustancialmente la fisonom¨ªa de la zona y no s¨¦ si la sociedad lo aceptar¨ªa f¨¢cilmente".
El proyecto es muy atrevido, seg¨²n Espelos¨ªn, y "dif¨ªcil de realizar fuera de los planos". El concejal de Urbanismo asegura que, adem¨¢s, no existe demanda social para que se produzca una reestructuraci¨®n de este tipo. "Me parece una idea gratuita", explica Espelos¨ªn, "si se tiene en cuenta la lista de prioridades urban¨ªsticas, mucho m¨¢s urgentes, sobre la que ya est¨¢ trabajando el Ayuntamiento en la actualidad".
Espelos¨ªn observa otro inconveniente. "No es suficiente", explica, "construir un gran paseo para que ¨¦ste sea utilizado por la gente. Los ciudadanos necesitan atractivos para acudir a un determinado lugar, y la zona a la que afecta el proyecto no se caracteriza de forma especial por una densidad masiva de viandantes".
Fuentes municipales aseguran que lo interesante de la idea de Miguel Oriol es el concepto de crear circuitos peatonales, y que sobre esta base se est¨¢n estudiando posibles actuaciones en diferentes zonas de la ciudad.
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