Las cr¨ªticas de Oteiza a la cultura y al nacionalismo vasco originan una dura pol¨¦mica en Euskadi
Las cr¨ªticas que el escultor Jorge Oteiza hizo sobre la cultura y el nacionalismo vasco en una carta que ley¨® El¨ªas Am¨¦zaga en la entrega de premios de la revista Euzkadi, el pasado 31 de enero, han originado una dura pol¨¦mica en Euskadi. El escultor galardonado, a la vez que explicaba su inasistencia al acto, arremet¨ªa en dicha carta contra la pol¨ªtica cultural del PNV y ,del Gobierno vasco, y reiteraba algunas de las ideas est¨¦ticas, pol¨ªticas y ling¨¹¨ªsticas que ha lanzado a lo largo de los ¨²ltimos 25 a?os. A la reacci¨®n inicial de algunos pol¨ªticos del PNV, que abandonaron el local al grito de "?hay que contestarle, pero en euskera!", se ha a?adido la respuesta p¨²blica de Txomin Ziluaga, dirigente de Herri Batasuna, coalici¨®n a la que la carta dedicaba algunos ¨¢cidos comentarios.
Jorge Oteiza, nacido en Orio en 1908, abandon¨® la escultura en 1959. Atr¨¢s quedaba el gran premio internacional de la IV Bienal de S?o Paulo (1957) y una obra reconocida universalmente, Su conclusi¨®n en la desocupaci¨®n le dej¨® seg¨²n sus propias palabras: "Sin estatua, pero estrenando vida". De ¨¦l dijo el cr¨ªtico Moreno Galv¨¢n: "Es uno de los cuatro o cinco escultores fundamentales del siglo XX".Pero, la verdadera dimensi¨®n como hombre y como artista de Jorge Oteiza se sit¨²a m¨¢s all¨¢ del arte. En opini¨®n de Juan Aranzadi, autor de El milenarismo vasco, "ning¨²n otro artista, ni siquiera Eduardo Chillida, ha alcanzado la importancia civil y extraart¨ªstica de Jorge Oteiza, su influjo en los m¨¢s diversos aspectos de la vida vasca, ya que la experiencia y la teor¨ªa de Oteiza empieza en la escultura, pero desemboca en la pol¨ªtica y en la vida, pasando por la est¨¦tica y la religi¨®n".
Varias generaciones han tenido oportunidad de recibir ese influjo del escultor-agitador de Orio en los Ejercicios espirituales en un t¨²nel, editado, al fin, hace a?o y medio, 17 a?os despu¨¦s de su prohibici¨®n por el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo.
En este libro se pasa revista a algunas de las iniciativas, todas ellas frustradas, que han ido definiendo su trayectoria de profeta y predicador (de predicador protestante, como Unamuno) a lo largo de los ¨²ltimos decenios.
El Instituto Internacional de Investigaciones Est¨¦ticas de San Sebasti¨¢n; la Escuela de Arte Contempor¨¢neo; la casa de cultura de Ir¨²n; la universidad infantil de Elorrio; el Laboratorio de Artes Comparadas; los grupos Gaur, Orain, Emen y Danok, de la escuela vasca; el proyecto de Guernica en torno a la recuperaci¨®n de la obra de Picasso; su propuesta por un ministerio aut¨®nomo de arte vasco; la Fundaci¨®n -Sabino Arana, son los sucesivos escalones del progresivo descenso hacia el silencio descrito por Jorge Oteiza. "Este es un pa¨ªs acabado", dijo con amargura la semana pasada.
La frase es una culminaci¨®n. Como sus estatuas de Ar¨¢nzazu abiertas en canal, como la desocupaci¨®n del espacio. El cero Cromlech de su activismo, de su trayectoria de despertador de conciencias, se dibuj¨® el ¨²ltimo d¨ªa de enero sobre las cabezas de los asistentes a la fiesta de la revista Euzkad?. Fue un viaje de ?da y vuelta del cero al cero, descontando lo que ya ha sido contado.
El d¨ªa en que se escriba la historia contempor¨¢nea del Pa¨ªs Vasco, la fecha de 1963 -publicaci¨®n de la primera edici¨®n del Quosuque tandem de Oteiza- servir¨¢ probablemente para marcar el punto de inflexi¨®n entre el silencio inerte del franquismo y el tonante silencio lleno de significaci¨®n que se abri¨® por entonces.
"HB ha hundido al pa¨ªs y es el verdadero responsable del 23-F y de toda la ruina que nos ha cubierto", dijo Oteiza en una entrevista, publicada por Euzkad? el 31 de enero, coincidiendo con la entrega de premios de la revista, y en la que tambi¨¦n habl¨® sobre Brouard: "Sus declaraciones a Eguin una semana antes de su asesinato eran trist¨ªsimas. Seg¨²n ¨¦l, HB pretend¨ªa desgastar el poder de nuestra burgues¨ªa. Y nada m¨¢s. Con eso quedaba feliz. ?Y el coste. Y el desgaste de Euskadi, la ruina? ?Era eso un pensador?"
Remar de espaldas
En su carta del 31 de enero, Oteiza reproch¨® a los actuales gobernantes de Euskadi no haber sabido enlazar con la generaci¨®n de los sesenta, es decir, con la de los que rondaban los 20 a?os cuando leyeron por primera vez el Quosque tandem.Sin embargo, lo que fue una simple referencia negativa de Jorge Oteiza hacia Santi Brouard, el recientemente asesinado dirigente de la coalici¨®n Herri Batasuna, ha servido de excusa para que uno de los miembros de aquella generaci¨®n, Txomin Ziluaga, arremeta en una carta abierta, publicada el pasado d¨ªa 6 en el. diario Egin, con una sintaxis y una prosodia muy caracter¨ªsticas, contra el escultor, cuyas palabras son consideradas por ¨¦l como falsas, artificiales y est¨²pidas. En opini¨®n de Txomin Ziluaga, Santi Brouard era "m¨¢s creador, m¨¢s reflexivo, m¨¢s valiente y comprometido y tambi¨¦n m¨¢s mundial" que Jorge Oteiza, el cual, a su juicio, "s¨®lo se mueve por sus propias frustraciones y resentimientos burgueses".
Oteiza lleva ya muchos a?os remando de espaldas, remontando hacia atr¨¢s en su memoria, sin dejar por ello de avanzar hacia adelante. Tal ejercicio requiere mucha tenacidad, pero sobre todo requiere mucha pr¨¢ctica en la utilizaci¨®n de un nuevo modo verbal, a medio camino entre el indicativo y el subjuntivo, que es el acusativo ir¨®nico.
Quienes en su d¨ªa s¨®lo se tomaron en serio (y llegaron a entender) en el mensaje de Oteiza sus estrambotes (como, por ejemplo, la consigna que hizo furor, seg¨²n la cual era imprescindibe arrojar al T¨ªber al obispo de Bilbao) son incapaces ahora de descubrir en las palabras del profeta otras cosas que simples letras y s¨ªlabas. Por eso resulta evidente que no entienden a quien escribi¨®: "Amo a mi pa¨ªs profundamente, me da rabia [mi pa¨ªs] profundamente. Le, doy mi vida. Profundamente, le doy mi muerte".
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