Cinco estadounidenses permanecen secuestrados en L¨ªbano
Cinco ciudadanos norteamericanos permanecen a¨²n secuestrados en L¨ªbano, pero, a diferencia de lo sucedido hace m¨¢s de cuatro a?os tras el apresamiento de los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Teher¨¢n, las negociaciones para su liberaci¨®n son tanto m¨¢s complicadas puesto que no se desarrollan con un Estado, como el iran¨ª, sino con oscuros grupos ultraclandestinos de inspiraci¨®n integrista isl¨¢mica shi¨ª.
El calvario de los rehenes fue puesto nuevamente de actualidad por la cinta de v¨ªdeo difundida el martes 29 por la agencia brit¨¢nica Visnews, en la cual, William Buckley, tercer secretario de la Embajada estadounidense en Beirut, desaparecido hace 10 meses, aseveraba que ¨¦l y "sus amigos Benjam¨ªn Weir y Jeremy Levin ( ... ) gozan de buena salud". Buckley, militar reconvertido en diplom¨¢tico que residi¨® durante largo tiempo en Vietnam, formul¨® tambi¨¦n un llamamiento a su Gobierno "para que act¨²e r¨¢pidamente".Al margen de Buckley, de 55 a?os de edad, y de sus dos amigos -Weir, sacerdote presbiteriano de 60 a?os, apresado en mayo, y Levin, periodista de la televisi¨®n por cable CNN, de 52 a?os, capturado en marzo-, otros dos norteamericanos fueron secuestrados en Beirut.
En diciembre desapareci¨® el bibliotecario de la universidad norteamericana de Beirut, Peter Kilburn, de 60 a?os, y al mes siguiente le toc¨® el turno al sacerdote cat¨®lico Lawrence Jenko, de 50 a?os, director regional de la asociaci¨®n humanitaria Catholic Relief Services.
Una organizaci¨®n misteriosa
La difusi¨®n del v¨ªdeo en el que s¨®lo se menciona a tres de los cinco rehenes -en verano el Departamento de Estado recibi¨® una pel¨ªcula de caracter¨ªsticas similares- hace suponer que por lo menos dos grupos diferentes mantienen en cautividad a los norteamericanos, a pesar de que la mayor¨ªa de las reivindicaciones emana de una sola y misteriosa organizaci¨®n: Jihad Isl¨¢mica (Guerra Santa Isl¨¢mica). Este grupo, que asumi¨® la responsabilidad de las dos voladuras de la Embajada de EE UU en la capital libanesa, ha exigido que "ning¨²n norteamericano permanezca en el suelo de L¨ªbano". Los actos terroristas contra los intereses norteamericanos han reducido ya dr¨¢sticamente el n¨²mero de ciudadanos de EE UU en L¨ªbano.
Los integristas isl¨¢micos insisten ahora sobre todo en obtener la liberaci¨®n de 17 musulmanes shi¨ªes encarcelados en Kuwait, seg¨²n una fuente generalmente fidedigna. La salida de la c¨¢rcel de los autores de la mayor oleada de terrorismo jam¨¢s padecida por el emirato, dirigida fundamentalmente contra las embajadas de EE UU y Francia, fue ya exigida sin ¨¦xito por el comando que en diciembre se apoder¨® de un avi¨®n kuwait¨ª desvi¨¢ndolo hacia el aeropuerto de Teher¨¢n, dando muerte a dos de sus pasajeros. Esta petici¨®n de los secuestradores libaneses contribuye a complicar a¨²n m¨¢s la negociaci¨®n al incluir un pa¨ªs tercero, Kuwait, reticente a ceder para satisfacer a Washington.
La labor de rescate "muy dif¨ªcil", seg¨²n el vicepresidente George Bush, incit¨® al reverendo norteamericano Jesse Jackson a probar suerte, pero sus primeros contactos en Europa no fueron fruct¨ªferos y estuvo a punto de renunciar a la misi¨®n que le hab¨ªa sido encomendada por la esposa (Je Levin.
Si las frecuentes demostraciones de fuerza de la Marina norteamericana frente a las costas de L¨ªbano no han conseguido poner t¨¦rmino al cautiverio de ning¨²n reh¨¦n, la milicia moderada Shii Amal (Esperanza) del ministro Nabih Berri, que domina gran parte de Beirut, logr¨®, en cambio, liberar el a?o pasado a un profesor de electr¨®nica y a un estudiante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.