Las elecciones en Corea del Sur, un pulso entre el presidente y el m¨¢ximo l¨ªder de la oposici¨®n
Unos 22 millones de surcoreanos acuden hoy a las urnas para renovar por otros cuatro a?os 276 esca?os de la Asamblea Nacional, en una contienda que ha adquirido el tono de un pulso pol¨ªtico entre el actual presidente, Chun Doo Hwan, y el l¨ªder de la oposici¨®n, Kim Dae-Jung, que contin¨²a bajo arresto domiciliario. Un pulso pol¨ªtico en el que no participa ninguna de las dos principales figuras de la pol¨ªtica surcoreana, al tratarse s¨®lo de elecciones para la Asamblea, en el caso del presidente, y al estar detenido ¨¦l l¨ªder de la oposici¨®n.
El cierre formal de la campa?a electoral se realiz¨® el pasado fin de semana, que coincidi¨® con el espectacular regreso de Kim DaeJung de su exilio en Estados Unidos, protegido por varios miembros del Congreso norteamericano. Unas 30.000 personas le recibieron y hubo de soportar la protecci¨®n policial que le brind¨® el r¨¦gimen militar del presidente Chun.La elecci¨®n de hoy no presenta grandes sorpresas para el partido en el poder, Partido de la Justicia Dem¨®crata (DJP), que espera conservar una confortable mayor¨ªa, aunque pueda perder alguno de los 151 esca?os que actualmente ocupa.
Desde las filas de la oposici¨®n, el Partido Dem¨®crata de Corea (KDP) -que poco se diferencia ideol¨®gicamente del partido en el poder, excepto en asuntos de pol¨ªticas locales- cuenta con 81, esca?os, algunos de los cuales podr¨ªa perderlos a favor de otro grupo reci¨¦n creado, m¨¢s radical, el Partido Dem¨®crata de la Nueva Corea (NKDP), cuyas tesis y partidarios son los de Kim Dae-Jung, quien, probablemente, no podr¨¢ ejercer el derecho de voto debido al cerco policial a que est¨¢ sometida su residencia en Se¨²l.
Bajo el lema de restaurar la democracia, combatir la corrupci¨®n y reducir el d¨¦ficit externo, los l¨ªderes del NKDP esperan ganar esca?os en las zonas urbanas del pa¨ªs, principalmente en la capital, Se¨²l, donde viven unos nueve millones de habitantes, y en la ciudad portuaria de Pus¨¢n, en el sureste del pa¨ªs. En realidad, los votos que logre el NKDP, se contabilizar¨¢n simb¨®licamente como votos para refrendar el retorno de Kim Dae-Jung.
Oposici¨®n peligrosa
Para el partido en el poder, el Partido de la Justicia Dem¨®crata (DJP) -al que se acusa de comprar votos al precio de 10.000 wons (unas 4.000 pesetas), de controlar la televisi¨®n y de movilizar a su favor todo el aparato administrativo-, la oposici¨®n representa un riesgo para la estabilidad porque provoca disturbios y puede ser la puerta por la que se cuele el peligroso vecino del Norte, cuya presencia no se olvida en esta pen¨ªnsula dividida en el paralelo 38 desde la guerra de Corea, en 1953.El mejor argumento electoralista para el partido del presidente Chun Doo Hwan lo ha constituido el espectacular desarrollo del pa¨ªs, que, con un crecimiento anual del orden del 8%, est¨¢ en v¨ªas de convertirse en un segundo milagro a la japonesa.
Con 41 millones de habitantes, el censo electoral surcoreano se cifra en 22 millones de electores. Hay 92 distritos electorales,' que eligen a dos diputados por distrito. El sistema electoral permite la elecci¨®n directa de los dos tercios de la Asamblea, mientras que el tercio restante se lo lleva el partido que tiene la mayor¨ªa, lo que favorece al partido m¨¢s fuerte, en este caso el gubernamental.
Los surcoreanos votan a partir de los 19 a?os y eligen, tras una corta y tumultuosa campa?a de 19 d¨ªas, entre representantes de cuatro grandes partidos (el DJP, gubernamental; el KDP, oposici¨®n moderada; el NKDP, oposici¨®n radical, y el KNP, nacionalista) m¨¢s otros cinco peque?os partidos, entre los que se encuentra el Partido Socialista Surcoreano y otros 29 candidatos independientes. Los resultados de la elecci¨®n se conocer¨¢n a lo largo de la jornada de ma?ana, d¨ªa 13.
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