Valdano, condenado a ser goleador
Jorge Valdano marca goles, pero est¨¢ inquieto. El argentino del Madrid consigui¨® cuatro contra el Elche y lleva ya 12, pero sigue preocupado porque dice que est¨¢ "condenado a ser goleador". Admira "al Borges escritor y al Umbral de su primera ¨¦poca", y hace tiempo se qued¨® con una frase: "No tengo claro m¨¢s que mis dudas". Afirma que hay entrenadores en Primera Divisi¨®n con un nivel t¨¦cnico "muy pobre" y est¨¢ convencido de que buena parte de los dirigentes futbol¨ªsticos son "inmovilistas e inescrupulosos".
Jorge Valdano, de 29 a?os, busca continuamente sus ra¨ªces: "Las futbol¨ªsticas, porque ¨¦ste es un deporte muy serio, y esas contradicciones de todo ser humano que impiden definirme". Ahora tambi¨¦n reflexiona porque lleva varios meses proyectando una imagen falsa sobre el c¨¦sped: desgarbado, torpe, poco dotado t¨¦cnicamente....Le ha pedido al club las ¨²ltimas tres cintas de los partidos anteriores al del Elche, sus tres ¨²ltimos fracasos individuales dentro de la frustraci¨®n colectiva -goleadas espor¨¢dicas al margen- del Madrid. "He sufrido mucho con el cambio en mi forma de juego. Antes transmit¨ªa seguridad. Siempre he sido partidario del f¨²tbol bien jugado y no bien corrido. Buscaba las jugadas individuales, centraba, daba balones a mis compa?eros. Ahora...". Ahora a su f¨²tbol le falta frescura en sus movimientos, coordinaci¨®n. Est¨¢ inseguro, aparenta falta de esa chispa de velocidad en arranque, parece "condenado a ser goleador". Trata de responder movi¨¦ndose "por donde indica el entrenador porque debemos luchar todos hacia la recuperaci¨®n".
A los 18 a?os debut¨® ya en la Primera Divisi¨®n argentina con el Newell's Old Boys. A los 19 acept¨®, 12 horas despu¨¦s de la proposici¨®n, la oferta para venirse a Espa?a, "por mi profunda concepci¨®n europe¨ªsta y mi esp¨ªritu aventurero", aunque fuera a un equipo de Segunda, al Alav¨¦s. "Fue una etapa de cuatro a?os, un ciclo demasiado extenso. Pero me sirvi¨® para alcanzar la cuota necesaria de agresividad y hasta de angustia que lleva consigo el f¨²tbol para ayudarme a variar la concepci¨®n l¨²dica que ten¨ªa de este deporte. A¨²n no s¨¦ si eso es ahora un patrimonio o una desventaja".
Luego, el Zaragoza. Otros cinco a?os. Los dos ¨²ltimos, retenido. "Fueron a?os de batallas personales y con mis compa?eros ante un sector como el de los dirigentes futbol¨ªsticos espa?oles, inexcrupulosos en muchos casos, orientados hacia la vanidad en otros y caracterizados por su pereza a la hora de intentar cambios; por su inmovilismo, en suma".
Jorge sigue en un imaginario sof¨¢ con su an¨¢lisis: "Tampoco se puede generalizar. Hay gente muy respetable, aunque imposibilitada tambi¨¦n por la propia estructura Como el nivel de entrenadores de un te¨®rico primer orden, por el simple hecho de estar al frente de equipos de Primera, y que presentan, en mi opini¨®n y en algunos ca sos, un pobre nivel". No da nombres. Por vez primera, Jorge detie ne su f¨¢cil aluvi¨®n dial¨¦ctico. Habr¨¢ una segunda vez cuando al jugador y analista cr¨ªtico se le pidan causas concretas de la nefasta temporada del Madrid. "Mis porqu¨¦s no son publicables. Yo no h sido fichado para encontrar causas, sino para contribuir a un logro com¨²n hist¨®rico como es el Madrid".
Las Malvinas y Alfons¨ªn
Valdano se gu¨ªa por varias m¨¢ximas. Por ejemplo, la de que "no hay nada m¨¢s temido que la ignorancia" o la de su irrefrenable deseo de sentirse en "absoluta libertad", que le viene de Las Parejas, el pueblo en el que naci¨®, en la provincia de Santa Fe, "un pueblo metido en la Pampa h¨²meda argentina". A los cinco a?os perdi¨® a su padre, que ten¨ªa 42, por un ataque al coraz¨®n. Su madre sac¨® adelante a Jorge y a su hermano, Juan Carlos, de 34 a?os, abogado, conservando la joyer¨ªa familiar".Argentina: "La situaci¨®n la he vivido desde lejos y no me siento por ello con la autoridad moral de quienes se quedaron. Familiares y amigos tuvieron problemas en la dictadura, aunque mi hermano s¨®lo tuvo los derivados de una universidad intervenida en un ambiente represivo, coactivo, que culmin¨® con la lamentable guerra de las Malvinas, una maniobra de distracci¨®n de las frustraciones del pueblo argentino, un intento descabellado de llevar a j¨®venes inexpertos a una guerra que todos creyeron desear y que no sirvi¨® para disfrazar la realidad'.
El futuro: "Hay mayor sitio para el optimismo. La democracia es un punto de apoyo civilizado, pero la esperanza no es la Uni¨®n C¨ªvica Radical, sino Ra¨²l Alfons¨ªn. La oposici¨®n, el peronismo, no est¨¢ acostumbrado a ajercer como tal. Siempre ha tenido el poder y se ha coligado no precisamente a pacifistas. Ahora est¨¢ disgregado entre el progresismo renovador y otra corriente patotera. Patotera significa algo as¨ª como incivilizada".
Joaqu¨ªn Vidal, cr¨ªtico taurino de EL PAIS, que le vio la otra noche en una entrevista de televisi¨®n qued¨® sorprendido: "?Es un futbolista o un catedr¨¢tico"?, pregunt¨®. "La seguridad al hablar la da la lectura y las tertulias". Ahora est¨¢ con un libro de Sociolog¨ªa del Deporte, con otro de reportajes de S¨¢nchez Drag¨® y con Mortal y Rosa, de Francisco Umbral, de quien afirma: "Me gustaba m¨¢s su primera literatura, algo menos la ¨²ltima". Lee a Garc¨ªa M¨¢rquez y Cort¨¢zar y a Borges, pero matiza que le gusta "el Borges escritor; fuera de ello, me presenta dudas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.