Expectaci¨®n por los precedentes

El juicio sobre las presuntas actividades de espionaje de Ame Treholt ha suscitado un extraordinario inter¨¦s en los pa¨ªses n¨®rdicos. Cientos de periodistas noruegos, suecos, daneses, finlandeses, alemanes y, en menor proporci¨®n, de otras nacionalidades solicitaron una acreditaci¨®n para seguir el proceso, que al final s¨®lo unos pocos podr¨¢n presenciar directamente. Los restantes tendr¨¢n que conformarse con trabajar a partir del centro de Prensa dispuesto en un edificio pr¨®ximo al tribunal, propiedad de una orden religiosa.El inter¨¦s por el proceso estriba tanto en lo que se supone que hizo Treholt -lo que le convertir¨ªa en el esp¨ªa occidental m¨¢s importante capturado por los servicios de contrespionaje- como en las actividades que los sovi¨¦ticos presumiblemente realizan en la zona.

Suecia es el pa¨ªs m¨¢s sensible ante esta circunstancia, y hace un par de semanas el propio ministro de Asuntos Exteriores, Lennart Bodstrom, hubo de salvar una moci¨®n de censura presentada por la oposici¨®n por haber dudado sobre las actividades de espionaje de los submarinos sovi¨¦ticos en aguas suecas. Hace ahora un a?o, la marina sueca realiz¨® un extraordinario despliegue de medios en el archipi¨¦lago de Karlskrona para intentar capturar un sumergible esp¨ªa sovi¨¦tico. En octubre de 1981, y en la misma zona, encall¨® otro submarino de la URSS. El capit¨¢n de este buque dijo que hab¨ªa perdido el rumbo.

Esc¨¢ndalos destacados de espionaje en otros pa¨ªses europeos, con implicaciones de altos funcionarios, fueron el de John Profumo, ministro de la Guerra brit¨¢nico, y el de G¨¹nter Guillaume, jefe de Gabinete de Willy Brandt cuando ¨¦ste era canciller alem¨¢n.

Profumo tuvo estrechas relaciones con Christine Keeler, que a su vez manten¨ªa contactos con el agregado naval de la Embajada sovi¨¦tica en Londres. El ministro de la Guerra hubo d¨¦ dimitir en junio de 1963, al descubrirse el caso. Hace dos a?os, Keeler public¨® un libro titulado Nada, excepto..., en el que dec¨ªa que nunca habl¨® de pol¨ªtica con Profumo y nunca lleg¨® a ser amante del sovi¨¦tico.

Guillaume era oficial del Ej¨¦rcito de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) y fue detenido y encarcelado en abril de 1974. Brandt se vio obligado a dimitir a las dos semanas de estallar el esc¨¢ndalo. En octubre del 1981, Guillaume fue entregado a la RDA.