La direcci¨®n del PSOE teme fuertes tensiones en el pr¨®ximo congreso regional de Castilla y Le¨®n

La pr¨®xima pesadilla del secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas, se llama Castilla y Le¨®n. All¨ª se celebra el pr¨®ximo fin de semana un congreso regional socialista que puede superar en tensiones y caos a todos los anteriormente celebrados en los ¨²ltimos meses, incluido el del PS gallego en el mes enero, que concluy¨® con una abstenci¨®n del 70% a la hora de votar la nueva ejecutiva regional. Al menos cuatro candidaturas irreconciliables, entre ellas la auspiciada por el actual secretario general y presidente de la Junta regional, Demetrio Madrid, mantienen una guerra de desprestigio.

Esta guerra dura desde hace meses. Mientras, la direcci¨®n nacional del PSOE busca desesperadamente una salida: como en Galicia, el futuro nombre del candidato socialista a. presidir el Gobierno aut¨®nomo es lo que, en el fondo, est¨¢ en juego. Lo mismo que la buena imagen del partido en una regi¨®n considerada clave para las ambiciones pol¨ªticas de la derecha.La rebeli¨®n de algunos dirigentes perif¨¦ricos contra la ejecutiva federal, de alguna manera puesta de manifiesto este fin de semana en el congreso regional socialista de Andaluc¨ªa, puede -tomar proporciones desconocidas en el curso del cuarto congreso del Partido Socialista de Castilla y Le¨®n -(PSCL).

Si otros califas han atrevido a desafilar t¨ªmida mente, en los ¨²ltimos d¨ªas, a los dirigentes nacionales del partido, el presidente de la Junta castellano-leonesa y secretario general del PSCL, Demetrio Madrid, jugar¨¢ todas sus cartas en este envite. De ello puede depender no s¨®lo que siga manteniendo el control del aparato regional del partido, sino tambi¨¦n que vuelva o no a ser designado candidato a la presidencia de la Junta en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas.

Hoy, Demetrio Madrid -un personaje controvertido que ha provocado en m¨¢s de una ocasi¨®n las iras de Alfonso Guerra, a causa de lo que en Madrid se califica de "extravagancias y salidas de tono"- puede afirmar que cuenta con relativamente buenas perspectivas cara al congreso de este fin de semana. La mayor parte de los miembros de la importante delegaci¨®n leonesa, lo mismo que los de Palencia, votar¨¢n la candidatura del actual presidente de la Junta -que asegura tener m¨¢s del 30% del total de 114 delegados que concurrir¨¢n al congreso- o de quien Demetrio Madrid designe, si es qu¨¦, finalmente, renuncia a comparecer personalmente. En este supuesto se especula, entre otros, con el nombre del vicepresidente del Gobierno aut¨®nomo, el leon¨¦s Jaime Gonz¨¢lez.

Sus principales rivales no parecen tener las cosas tan claras, por m¨¢s que todos aseguren tener "casi" la victoria en la mano. El secretario de la Mesa del Congreso de los Diputados y frustrado ministro de Sanidad, el diputado salmantino Ciriaco de Vicente, cabeza de la Corriente Socialista de Castilla y Le¨®n, cuenta con el apoyo mayoritario de su provincia y de Izquierda Socialista. Pero, como ocurre con la del propio Demetrio Madrid, la candidatura de De Vicente despierta escasas simpat¨ªas en el cuartel general socialista de la madrile?a calle de Ferraz, donde el diputado salmantino tiene presentados varios recursos, que afectan, en total, a 14 delegados.

Si la ejecutiva federal no resuelve, antes del viernes pr¨®ximo, tales recursos, se considera probable que Ciriaco de Vicente retire su candidatura y encabece una sonora protesta ante el local donde se celebre el congreso regional.

Centralismo vallisoletano

Valladolid, la capital de hecho de la comunidad aut¨®noma -jam¨¢s se lleg¨® a un acuerdo parlamentario para convertirla en capital de jure-, apoyar¨¢ al actual portavoz del Grupo Socialista en las Cortes auton¨®micas, Jes¨²s Quijano, un joven profesor universitario que se presenta con actitudes conciliadoras y est¨¢ respaldado por el influyente secretario general provincial, el diputado Juan Colino. Pero el centralismo vallisoletano despierta los suficientes recelos en las ocho restantes provincias de la comunidad -muy especialmente en Le¨®n- como para que Chuchi Quijano no pueda mostrarse optimista sobre sus posibilidades de hacerse con el mando del PSCL.

En los ¨²ltimos d¨ªas, y de manera no p¨²blica, un cuarto candidato ha emergido de las sombras: se trata del presidente del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado, el burgal¨¦s Juan Jos¨¦ Laborda, quien parece contar con un discreto apoyo en medios de la ejecutiva federal. Pero no es seguro, ante el cariz que toman las cosas, que lleve adelante su -resoluci¨®n de presentarse.

As¨ª, nada puede descartarse ahora en la siempre inquieta organizaci¨®n socialista castellano-leonesa, que apenas ha dejado pasar un a?o sin conflictos internos desde que, en 1976, el PSCL celebr¨® su congreso constituyente. La nunca suficientemente explicada dimisi¨®n del anterior presidente provisional de la Junta, Juan Antonio Ar¨¦valo, dio lugar a un inestable mandato del zamorano Demetrio Madrid, un veterano militante socialista -afirma estar afiliado al PSOE desde 1970- cuya primera preocupaci¨®n pareci¨® ser garantizar el regreso a la organizaci¨®n castellano-leonesa de los socialistas de Le¨®n, separados del PSCL hasta 1982. Sus afanes en este sentido le han valido ahora el apoyo de 22 de los 27 delegados leoneses que asistir¨¢n al congreso regional de este fin de semana y que se celebrar¨¢, precisamente, en Le¨®n.

Los enemigos de Demetrio Madrid le achacan un excesivo maniobrerismo y una alarmante vulnerabilidad ante los ataques del enemigo. Todos recuerdan, por ejemplo, c¨®mo a duras penas pudo evitarse que el Grupo Popular en el Parlamento auton¨®mico tramitase una pregunta acerca de por qu¨¦ el presidente regional se niega a pagar a su sastre, y recientemente fueron distribuidas fotocopias de una revista en donde se afirmaba que el presidente del Gobierno regio nal no pod¨ªa acudir a determina dos restaurantes vallisoletanos por acumulaci¨®n de deudas. Sin embargo, ni sus m¨¢s recalcitran tes adversarios piensan utilizar en ning¨²n movimiento un ya olvidado asunto econ¨®mico deriva do de la falta de liquidez en una empresa propiedad de la familia del lendakari zamorano.