BIC

Me refiero a los llamados bienes de inter¨¦s cultural (BIC) que define y regula esa nueva ley del Patrimonio Hist¨®rico que anda estos d¨ªas por los pasillos del Congreso. Los BIC son el elemento clave del texto legal. Seg¨²n el ministro Solana, el inter¨¦s cultural de un bien se define por su utilidad p¨²blica y se deriva de la importancia que posee como testimonio hist¨®rico, es decir, cuando el bien ha producido plusval¨ªa cultural.Tengo un BIC para Solana. Es de enorme utilidad p¨²blica para el pa¨ªs; ni sus ac¨¦rrimos enemigos dudan de su importancia como testimonio hist¨®rico que ha chorreado durante d¨¦cadas plusval¨ªa cultural de las mejores a?adas y ahora mismo est¨¢ en peligro de extinci¨®n. Ese nuevo BIC se llama PCE y ¨²ltimamente ni escribe fino y escribe normal. Su vieja y todav¨ªa necesaria punta discursiva est¨¢ atascada en el bizantinismo interno, y el ¨²nico mensaje que logra transmitir es el de su propia desintegraci¨®n, precisamente cuando m¨¢s falta hace una escritura dura para hab¨¦rselas con una complejidad fin de siglo de las de aqu¨ª te espero.

No todo ha de ser vacunar a las catedrales g¨®ticas contra el mal de la piedra, proteger bodegones o custodiar legajos decimon¨®nicos. Entiendo que un Estado moderno tambi¨¦n tiene el alto deber de aplicar la categor¨ªa de BIC a algo m¨¢s que a capiteles, lienzos o pergaminos, y el PCE no s¨®lo cumple todos los requisitos de la nueva ley del Patrimonio, sino que su desaparici¨®n de la escena espa?ola implicar¨ªa un empobrecimiento del lenguaje, un deterioro de la pluralidad cultural, un espolio de la memoria hist¨®rica y un peligroso incremento del tedio pol¨ªtico. Y si estas razones no fueran suficientes, se puede sostener que tambi¨¦n el PCE padece el mal de la piedra: el carrillismo es la enfermedad p¨¦trea del comunismo nacional. Al menos, no logro yo ver tras la pol¨¦mica que erosiona la catedral del PCE ni rastro de cuestiones ideol¨®gicas o filos¨®ficas relacionadas con la nueva complejidad de los tiempos, s¨®lo la cabezoner¨ªa g¨®tica del antiguo secretario general. Habr¨ªa dos soluciones para proteger la especie comunista: declarar BIC al PCE o nombrar vip a Carrillo.