Arte y secretos de Juana Mord¨®
El legado de la galerista es la colecci¨®n m¨¢s importante que ha tenido el C¨ªrculo de Bellas Artes
M¨¢s de 250 obras de arte que representan todo el arte de posguerra espa?ol y unos 3.000 libros componen el legado que Juana Mord¨® reuni¨® en vida y que ahora ha pasado a manos del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Para esta instituci¨®n es la colecci¨®n m¨¢s importante de la que ha dispuesto. La exposici¨®n-homenaje a Juana Mord¨® se compone de este legado, una r¨¦plica casi id¨¦ntica a la exposici¨®n con la que la galerista inaugur¨® su sala en la calle de Villanueva y muchas cosas con las que se intenta escudri?ar en la personalidad de aquella gran marchante. Aunque algunos, como Rafael Canogar, aseguran que "Juana jam¨¢s fue una gran marchante, porque era demasiado buena y hac¨ªa exposiciones horribles s¨®lo por no decir que no".
La enorme exposici¨®n montada en el C¨ªrculo de Bellas Artes y denominada Por el arte est¨¢ compuesta de piezas peque?as -la mayor parte del legado son cuadros peque?os, los regalos que sus amigos artistas le hicieron- y de detalles que quieren recordar a la Mord¨®: desde el despacho de su casa hasta sus trabajos period¨ªsticos. "Nosotros hab¨ªamos planeado realizar esta exposici¨®n hace mucho tiempo", dice Miguel Logro?o, cr¨ªtico de Diario 16 y comisario de la exposici¨®n. "Posteriormente ha sido cuando nos hemos encontrado con este importante legado, que nos est¨¢ desvelando tantas cosas sobre Juana".Gracias al legado se ha podido saber ahora, por ejemplo, de la existencia de un misterioso malet¨ªn que Juana Mord¨® guardaba a cal y canto, bajo llave. Son papeles; seguramente, quiz¨¢ su vida amorosa, quiz¨¢ sus memorias, o documentos... La Mord¨®, antes de morir, se lo entreg¨® a la joven hija de Julio L¨®pez Hern¨¢ndez con el encargo de que no lo abriera hasta pasados diez a?os. Un elemento m¨¢s de curiosidad e incertidumbre sobre la personalidad de Juana Mord¨®, que siempre admiti¨® que sus a?os anteriores a 1943 eran, e iban a seguir siendo por voluntad propia, misteriosos.
Dice Logro?o que ¨¦l ya conoc¨ªa en vida de la galerista su desorden impenitente, un detalle que el legado pone de nuevo en evidencia. "Yo sab¨ªa, por ejemplo, que Juana hab¨ªa sido muy amiga de Paul Val¨¦ry y que, incluso, ¨¦l le hab¨ªa regalado unos poemas manuscritos. Nunca los vimos nadie, porque ella nunca supo bien d¨®nde estaban. Ahora, entre los libros y papeles, han aparecido esos cinco poemas de Valery". De manera que Logro?o insiste en que estar¨ªa bien que alguien catalogara el legado.
Sus pintores
En el legado de Juana Mord¨®, que el C¨ªculo expone todo el mes de marzo y quiz¨¢ en abril, se encuentran obras de Frederic Amat, Amalia Avia, Jos¨¦ Caballero, Canogar, Chillida, ?lvaro Delgado, Equipo Cr¨®nica, Jos¨¦ Luis Fajardo, Luis Feito, Carmen Laffon, Joan Mir¨®, Manuel Miralles, Lucio Mu?oz, Benjam¨ªn Palencia, Palazuelo, Daniel Quintero, Gerardo Rueda, Manuel Rivera, Z¨®bel, Pablo Serrano, Sempere y Torrier, entre otros muchos.El despacho de su casa de la calle de Rodr¨ªguez Mar¨ªn, sus fotos, sus peque?os recuerdos, v¨ªdeos en los que ella habla sobre arte, mesas redondas de sus amigos charlando sobre su amiga com¨²n, sus art¨ªculos period¨ªsticos escritos bajo seud¨®nimo o los muebles de su sala de estar all¨ª colocados, son algunos de los elementos con los que se ha pretendido en esta exposici¨®n-homenaje recuperar la personalidad de la galerista. Juana Mord¨®, una jud¨ªa sefard¨ª nacida en Grecia en 1899, criada en Francia, que lleg¨® a Madrid en 1943, que en 1964 inaugur¨® su propia galer¨ªa, que muri¨® va a hacer ahora un a?o, el 12 de marzo de 1984, fue una de las m¨¢s importantes protagonistas de la vida art¨ªstica de este pa¨ªs. Hab¨ªa llegado sola, sin familia ni amigos, a Madrid. "Sentimos su desaparici¨®n", dice el pintor Manuel Rivera. "Sab¨ªamos que el d¨ªa que Juana muriera nos iba a quedar a todos los artistas que trabaj¨¢bamos con ella un enorme vac¨ªo. Y as¨ª es".
La estrecha relaci¨®n que la Mord¨® manten¨ªa con sus amigos-artistas era de una intimidad tal, que Rivera dice, entre bromas y veras, que "lo ¨²nico que nos faltaba a los artistas era acostarnos con ella. Las relaciones eran de una intimidad tremenda, porque Juana era muy absorbente".
"Juanita Mord¨® hablaba con los perros, los gatos, y el dinero en franc¨¦s. ?Qu¨¦ mujer imposible!", escribe el pintor Lucio Mu?oz en el cat¨¢logo de la exposici¨®n. "Culta, vanidosa, coqueta, sensible a la belleza f¨ªsica, enamoradiza, inteligente, impertinente con premeditaci¨®n y placer, enemiga de la vulgaridad y el rencor. Tierna manzanita de la alta burgues¨ªa, elegante, natural, flexible, confesa actriz frustrada, bien educada, malcriada entre alfombras, chocolates, perfumes, maridos descoloridos y un hermano en Par¨ªs".
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