'The Washington Post' afirma que un diputado de AP cobro 25.000 d¨®lares de una empresa estadounidense

Viene de la primera p¨¢ginaJos¨¦ Ram¨®n Lasu¨¦n manifest¨® anoche a este peri¨®dico que fue la empresa Adicsa, de la que ¨¦l es socio, creada para elaborar trabajos econ¨®micos y legales, la que como tal recibi¨® 25.000 d¨®lares de Gray and Co. El dinero est¨¢ depositado en una cuenta a nombre de la empresa en la sucursal del Banco Central de la calle Mayor de Madrid, como entrega inicial de un contrato para que dicha empresa espa?ola ejecute trabajos econ¨®micos, institucionales y legales b¨¢sicos en Am¨¦rica Latina y Europa, salvo en Espa?a.

"Gray and Co ofreci¨® a Adicsa, como pago de los servicios", a?adi¨® Lasu¨¦n, "acciones de la compa?¨ªa. Como nos interesaba y se trataba de una inversi¨®n en el extranjero, remitimos copia del contrato a la Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores del Ministerio de Econom¨ªa, a fin de que se nos concediera el permiso".

"Mientras se recib¨ªa la contestaci¨®n de este Ministerio, que se demor¨® y nunca llegar¨ªa a recibirse", continu¨® Jos¨¦ Ram¨®n Lasu¨¦n, "la Gray and Co. cre¨® una filial en Madrid y envi¨® un gerente, que tuvo una serie de problemas con sus empleados. Conocedores de estos problemas y, como no quer¨ªamos vernos relacionados con este tema, Adicsa, por medio de carta notarial, comunic¨® en noviembre de 1984 a Gray and Co. que rescind¨ªa el contrato. Asimismo, le ped¨ªamos que nos indicara a qui¨¦n deb¨ªamos dirigirnos para devolverle los 25.000 d¨®lares, fondos que desde entonces est¨¢n congelados, a la espera de que Gray and Co. los retire".

Preguntado si tiene noticia de que se hab¨ªan depositado en Baltimore 250.000 d¨®lares en favor de Adicsa o de ¨¦l mismo, Jos¨¦ Ram¨®n Lasu¨¦n contest¨® categ¨®ricamente: "En absoluto. Ni la m¨¢s remota idea". Por ¨²ltimo, a la pregunta de si sabe de alguna empresa el¨¦ctrica espa?ola que sea socia o tenga contrato con Gray and Co., el diputado respondi¨®: "No s¨¦. Lo ¨²nico que s¨¦ es que la filial de Gray en Espa?a fue contactada para ver si pod¨ªa organizar seminarios con las empresas el¨¦ctricas, a los que asistir¨ªan inversores extranjeros, fundamentalmente nortemaricanos, con el fin de fomentar la inversi¨®n burs¨¢til extranjera en empresas el¨¦ctricas".

"Como en Espa?a escaseaba el cr¨¦dito bancario y los pr¨¦stamos en d¨®lares eran f¨¢ciles", dijo Lasu¨¦n, "hab¨ªa necesidad de fomentar la influencia en medios de inversi¨®n norteamericanos. Me consultaron y dije que todo lo que fuera inversi¨®n en Espa?a lo consideraba positivo. Pero a medida que se ha incrementado el cr¨¦dito espa?ol, las empresas han recurrido al mismo y no han sido necesarios los seminarios".

Manuel Fraga, que ayer se encontraba en Segovia, fue preguntado sobre esta informaci¨®n por nuestro corresponsal, y respondi¨® que leer¨ªa en cuanto pudiera The Washington Post, "pero todo el tema me parece un disparate", a?adi¨®.

Contrato millonario

Orfila fue contratado por 300.000 d¨®lares anuales por Gray and Co. mientras actuaba a¨²n como secretario general de la OEA. Durante tres meses compagin¨® ambos cargos, cobrando mensualmente 7.500 d¨®lares de la OEA y 25.000 de su nueva empresa, hasta que la noticia fue publicada por la Prensa y Orfila fue expulsado de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, informa desde Washington Francisco G. Basterra.

Tras contratar a Orfila, Robert Gray and Co. abri¨® una sucursal en Madrid la pasada primavera. La oficina fue abierta por Carter L. Clews, uno de los vicepresidentes de la compa?¨ªa, que posteriormente abandon¨® la misma por la forma de conducirse las cosas en Espa?a. Clews confirm¨® a The Washington Post que cuando viaj¨® a la capital espa?ola para instalar la oficina, Orfila le dio una carpeta amarilla con un n¨²mero de una cuenta bancaria en Baltimore para que diera instrucciones en Madrid de que el dinero del contrato con la empresa el¨¦ctrica se depositara en dicha cuenta.

The Washington Post, citando fuentes pr¨®ximas a Robert Gray, revela que Orfila estaba gestionando un contrato con una empresa el¨¦ctrica, no identificada, por valor de 500.000 d¨®lares. Pero la empresa espa?ola no quer¨ªa que se conociera su conexi¨®n con Robert Gray, por lo que Orfila orden¨® que los pagos del cliente espa?ol se hicieran directamente en Estados Unidos.

Fuentes pr¨®ximas a Robert Gray,siempre seg¨²n The Washington Post, dijeron que la mitad de los 500.000 d¨®lares se destinar¨ªan a pagar a un diputado espa?ol que actuar¨ªa como relaciones p¨²blicas. El contrato firmado por el parlamentario especificaba que ¨¦ste deb¨ªa pedir permiso al Gobierno espa?ol para trabajar con una firma extranjera. "Si este acuerdo", dec¨ªa el contrato, "se revelase posteriormente ilegal ante la legislaci¨®n espa?ola o americana, el contrato ser¨¢ anulado".

El diputado espa?ol no consigui¨® el permiso que le hab¨ªan requerido, pero recibi¨® 25.000 d¨®lares de Gray and Co. y la promesa de 125.000 m¨¢s si lograba finalmente la autorizaci¨®n para trabajar con ellos. El pasado oto?o, la central de Washington, cuando vio que era imposible contar con el diputado, envi¨® a altos ejecutivos a Madrid y rescindi¨® el contrato. Para entonces la compa?¨ªa el¨¦ctrica espa?ola ya hab¨ªa pagado 250.000 d¨®lares a la firma americana. Gray and Co. le dijo a su cliente que se hab¨ªa gastado 125.000 d¨®lares, le devolvi¨® otros 10.000 y que estaba tratando de conseguir los 25.000 que ya hab¨ªa entregado al diputado de Alianza Popular. Carter Clews, el hombre que abri¨® la oficina de Gray en Madrid y posteriormente abandon¨® la empresa, explic¨® que Ken Gray, nieto del propietario de la compa?¨ªa, se hab¨ªa quejado y estaba obsesionado porque "el dinero (de la operaci¨®n espa?ola) est¨¢ siendo blanqueado, y somos una gigantesca lavadora".

Expertos espa?oles en el an¨¢lisis de la situaci¨®n financiera de las el¨¦ctricas estiman que la mayor parte de las empresas del sector tienen intereses objetivos para mejorar su imagen en Estados Unidos, pero en ning¨²n caso por temores a una posible nacionalizaci¨®n. Su inter¨¦s se basa en la necesidad de renegociar en las mejores condiciones posibles su fuerte endeudamiento exterior en divisas con los bancos norteamericanos, que en promedio supera para el sector el 65%.