Las falsificaciones y reproducciones ilegales, grandes amenazas contra el mercado del arte
La falsificaci¨®n y la reproducci¨®n ilegal de obras de arte son dos de las grandes amenazas con que tienen que enfrentarse los artistas o los herederos de los creadores ya desaparecidos. Los casos de las falsificaciones denunciadas por la viuda del pintor Manuel Millares contra la obra de su marido, as¨ª como las reproducciones efectuadas sobre conocidas piezas escult¨®ricas de Victorio Macho -hechas sin la autorizaci¨®n de su viuda y heredera, Zoila Barros-, pueden ser orientativas de esta situaci¨®n.
Alfredo Garc¨ªa Segura, director general adjunto de la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE), encargado de tramitar los casos de reproducci¨®n y exposici¨®n ilegal desde 1981, se?ala que el derecho de reproducci¨®n de una obra pertenece siempre al autor o a sus herederos, no al propietario de la obra, como muchos creen. Garc¨ªa Segura opina que, aunque no tiene datos concretos, el derecho de reproducci¨®n se ejerce ilegalmente en muchas ocasiones (postales, cat¨¢logos, v¨ªdeos), y a?ade que la SGAE s¨®lo puede actuar -el servicio es gratuito y s¨®lo se cobra el 10%, de las recaudaciones- cuando el artista o sus herederos hacen un mandato de representaci¨®n a la SGAE, iniciativa que solamente han secundado 120 artistas pl¨¢sticos.Uno de estos casos lo constituye Elvireta Escobio, viuda del pintor canario Manuel Millares (1926-1972). La viuda del pintor cuenta que ha tenido que intervenir en tres ocasiones para retirar del mercado otras tantas obras que sal¨ªan a subasta con la firma de su marido, y que ella asegura que eran tres burdos plagios.
La primera ocasi¨®n en que intervino fue en la galer¨ªa del C¨ªrculo del Arte , donde se iba a subastar un Arlequ¨ªn de 85 por 67 cent¨ªmetros. La obra fue retirada, sin que la viuda de Millares pudiera localizar la procedencia de la falsificaci¨®n, ya que es norma de estos establecimientos el garantizar el secreto absoluto de los propietarios de la obra.
Un caso muy semejante, y con una obra tan parecida a la anterior que Elvireta Millares cree que casi podr¨ªa jurar que se trataba del mismo Arlequ¨ªn, se produjo en diciembre de 1982, en la sala Dur¨¢n. Tambi¨¦n, al igual que en el caso anterior, Elvireta Millares actu¨® avisada por un amigo de la familia, y asegura su orden de retirada del cuadro fue inmediatamente atendida por la direcci¨®n de la sala.
La ¨²ltima intervenci¨®n de la viuda de Millares se produjo el pasado 24 de enero, en la sala Ansorena, de Madrid, donde se iba a subastar una obra atribuida a su mar¨ªdo, un collage de arpilleras en blanco y negro, con una salida inicial de 430.000 pesetas. La obra fue retirada un par de horas antes de que la subasta comenzara. Elvireta Millares no denunci¨® ninguno de estos casos a los tribunales.
Sin embargo, este tercer caso ha hecho que Elvireta Millares se decida a actuar, y ha denunciado el caso en la SGAE.
Las subastas
Zoila Barros, viuda del escultor palentino Victorio Macho (1887-1966), asegura tener una larga experiencia de denuncias efectuadas contra reproducciones hechas sobre piezas escult¨®ricas de su marido, hasta el punto (de que ha demandado judicialmente a la galer¨ªa Berkovitsch, de Madrid, donde se subast¨® una Piedad que, seg¨²n Zoila Barros, fue fundida en bronce despu¨¦s de la muerte de su marido. "Esa pieza estaba destinada al sepulcro del padre de m¨ª marido. Un amigo suyo pose¨ªa el original en yeso. Cuando mi marido muri¨®, fundieron la pieza".Zoila Barros dice que la direcci¨®n de la galer¨ªa no hizo caso de su protesta y que la pieza fue subastada. "Mi disgusto aument¨® cuando hace tres o cuatro meses esta misma sala subast¨® otra Piedad que han debido hacer sobre el mismo original ariterior. Pero ¨¦sta era ya un espanto. No ten¨ªa nada que ver con lo que hac¨ªa mi marido".
Al margen de la Piedad, Zoila Barros ha denunciado las numerosas reproducciones que, seg¨²n ella, ha podido comprobar existen en el mercado Con las cabezas de Cajal. "S¨¦ que hicieron cantidad de copias y las han regalado en estudios m¨¦dicos y centros hospitalarios."
Con todo, el caso que m¨¢s indigna a Zoila Barros es la reproducci¨®n hecha sobre el monumento nacional a Berruguete de la plaza Mayor de Palencia. Esa reproducci¨®n sirve para premiar al ganador de un concurso de escultura creado en Palencia.
"Al margen de que deben pagarme a m¨ª los derechos de reproducci¨®n, ya que mi marido me nombr¨® heredera suya ante notario, tengo la obligaci¨®n de cuidar toda la obra de mi marido, de que no se desvirt¨²e su imagen y de que nadie se sienta estafado ni robado cuando pague por algo que no es aut¨¦ntico".
Sin embargo, la direcci¨®n de la galer¨ªa Berkowitsch, asegura que la retirada de la Piedad de Victorio Macho se decidi¨® en cuanto lo pidi¨® la viuda del artista, en el mes de junio de 1983, seg¨²n consta en sus propios cat¨¢logos, y que la pieza en cuesti¨®n no lleg¨® a ser subastada sino que fue devuelta a su propietario. "Anteriormente, puede que haga m¨¢s de 10 a?os, -recuerdan en la galer¨ªa- fue subastada otra pieza de Macho contra la que no hubo ninguna reclamaci¨®n".
"Nosotros no estamos autorizados -dicen en la galer¨ªa-, por normas internacionales, a facilitar el nombre del cliente que entrega la obra. En cuanto a las garant¨ªas de autenticidad y procedencia legal, intentamos reunir el m¨¢ximo n¨²mero de pruebas. Tal como estipulan las mencionadas normas y nosotros hacemos constar en el cat¨¢logo que se difunde antes de la subasta, cuando una obra plantea la menor duda sobre la autor¨ªa del artista, s¨®lo se le atribuyen sus iniciales".
En t¨¦rminos semejantes se expresa Santiago Dur¨¢n, propietario de la sala de subastas que lleva su mismo apellido. Santiago Dur¨¢n no recuerda el caso que denuncia la viuda del pintor Manuel Millares. Solamente conserva en su memor¨ªa el hecho de que la obra Tenacidad, una arpillera de Millares, se subast¨® en dos ocasiones debido a que la primera vez no alcanz¨® el precio estipulado por el propietario.
A?ade Dur¨¢n que las advertencias a las que obligan las normas internacionales que afectan a este negocio son escrupulosamente se?aladas en los cat¨¢logos.
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