El coraz¨®n del deportista tambi¨¦n es vulnerable / 1
Vamos a plantear e intentar responder a una serie de preguntas simples para llegar a la cuesti¨®n fundamental: el ejercicio f¨ªsico, ?previene la enfermedad cardiovascular o es un factor de riesgo adicional?1. ?Qu¨¦ adaptaciones provoca el ejercicio f¨ªsico en el aparato cardiovascular normal?
El efecto m¨¢s importante del ejercicio sobre el aparato circulatorio es la hipertrofia cardiaca. Seg¨²n el tipo de deporte, la hipertrofia cardiaca es distinta. Los deportes de resistencia, como correr, suponen ejercicio din¨¢mino o isot¨®nico, es decir, con la misma tensi¨®n o fuerza. Este tipo de ejercicio din¨¢mico origina hipertrofia exc¨¦ntrica por sobrecarga de volumen, es decir, hipertrofia + dilataci¨®n (hipertrofia proporcionada a la dilataci¨®n).
Por el contrario, los ejercicios isom¨¦tricos o de fuerza, como los levantadores de peso, luchadores y lanzadores de peso, dan lugar a hipertrofia cardiaca conc¨¦ntrica pura por sobrecarga de presi¨®n.
A veces estos resultados no son tan claros sino que, seg¨²n el tipo de deporte, hay un cierto grado de superposici¨®n. Por ejemplo, los ciclistas, tienen m¨¢s hipertrofia -y la misma dilataci¨®n- que los corredores de larga distancia. Y ello se debe a que el ciclista efect¨²a ejercicio din¨¢mico con las piernas (sobrecarga de volumen), pero hace ejercicio isom¨¦trico con los brazos (sobrecarga de presi¨®n). La dilataci¨®n se debe al ejercicio din¨¢mico (volumen), y la mayor hipertrofia, al ejercicio isom¨¦trico de los brazos (hipertensi¨®n) (Fagard y cols., 1984).
Evidentemente, la hipertrofia cardiaca del coraz¨®n del atleta es el paradigma de la hipertrofia fisiol¨®gica. Pero a veces, ante un caso concreto, los m¨¦dicos tienen la dificultad de decidir si aquella hipertrofia del atleta es fisiol¨®gica o es patol¨®gica, es decir, si el atleta puede ser portavoz de una hipertrofia cardiaca patol¨®gica o miocardiopat¨ªa.
Y es que a¨²n no sabemos la frontera que separa la hipertrofia fisiol¨®gica de la patol¨®gica, e incluso si es el mismo proceso o son distintos.
Pero tenemos un dato de extraordinaria importancia: la hipertrofia cardiaca del atleta regresa en unas pocas semanas de suspender el entrenamiento.
De modo que la hipertrofia del atleta tiene dos caracter¨ªsticas: que es la adaptaci¨®n a un aumento del trabajo cardiaco por aumento de demanda, y que esta adaptaci¨®n es reversible.
Otras dos respuestas importantes del ejercicio son la bradicaria de reposo y la disminuci¨®n de las resistencias perif¨¦ricas. El ejercicio f¨ªsico supone un estr¨¦s que da lugar a una respuesta de ra¨ªz filogen¨¦tica muy antigua: la activaci¨®n del sistema simp¨¢tico y la liberaci¨®n de sus hormonas, las catecolaminas. Ya el pez, cuando nada a gran velocidad para huir de un enemigo o coger una presa, libera catecolaminas.
Es la respuesta universal de la reacci¨®n de alarma o de la reacci¨®n de huida que libera catecolaminas y produce aumento de la fuerza contr¨¢ctil del coraz¨®n y de la frecuencia cardiaca con el objeto de aumentar el volumen minuto circulante, aumentar el riego de la musculatura y correr, huir, saltar o atacar.
Nuestro volumen minuto de reposo es unos 5 1. por minuto, que aumenta a 15 o 20 1. por minuto con el ejercicio f¨ªsico. Los atletas de ¨¦lite aumentan hasta 35 1. por minuto, lo que les permite una actividad f¨ªsica superior. Este ajuste circulatorio de un tremendo aumento de volumen minuto se consigue por estimulaci¨®n vigorosa del sistema simp¨¢tico y liberaci¨®n de catecolaminas y por vasodilataci¨®n perif¨¦rica. La estimulaci¨®n simp¨¢tica continuada da lugar a un fen¨®meno denominado regulaci¨®n descendente, que disminuye la densidad del n¨²mero de receptores simp¨¢ticos y provoca bradicardia en reposo.
Otros beneficios
Y la vasodilataci¨®n, al disminuir las resistencias perif¨¦ricas en el ejercicio, desciende tambi¨¦n la tensi¨®n arterial. Todas estas adaptaciones parecen claramente beneficiosas, pero hay muchas m¨¢s. Por ejemplo, el ejercicio f¨ªsico aumenta la HDL, lipoprote¨ªna que dirige el colesterol de las arterias hasta el h¨ªgado para su eliminaci¨®n como sales biliares, y que es un factor claramente protector contra la arteroesclerosis.
Tambi¨¦n aumenta la secreci¨®n de endorfinas y la l¨ªbido. La secreci¨®n de endorfinas, una sustancia opioide producida por el propio organismo, explica satisfactoriamente el ligero mareo de los corredores, el s¨ªndrome de abstinencia cuando dejan de entrenarse unos d¨ªas y la amortiguaci¨®n del dolor.
Hay tambi¨¦n activaci¨®n de otros sistemas endocrinos, como la renina, la hormona antidiur¨¦tica, etc¨¦tera, porque basta tener en cuenta que el estr¨¦s del ejercicio f¨ªsico es un mecanismo b¨¢sico de la conservaci¨®n de las especies, que se pone en marcha no s¨®lo en el ataque o en la huida, sino en la hemorragia, en el choque, probablemente en la insuficiencia cardiaca, etc¨¦tera.
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