Haendel para universitarios

Excelente idea de la universidad Aut¨®noma madrile?a y de su mentor musical, Jos¨¦ Per¨ªs: ofrecer los 12 conciertos de la Opus 6, que nos enfrenta con uno de los m¨¢s bellos y significativos costados de la creaci¨®n haendeliana. Significativos en s¨ª mismos, como caracter¨ªsticos del pensamiento de su autor y como s¨ªntesis ole un proceso y una serie de presiones est¨¦tico-hist¨®ricas, los nombres de Corelli Gerniani, Muffat, Locatelli, Vivaldi, se citan siempre a modo de ilustre cortejo determinante.Como de casi todos los creadores de m¨²sica abstracta -y la instrumental lo es siempre hasta cuando se anima con p¨¢jaros y truenos-, se dijo de Haendel que "pintaba impresiones", lo que, por lo visto, servir¨ªa despu¨¦s para la Pastoral, de Beethoven, y para una larga caravana de sucesores que llega hasta hoy mismo. Quiz¨¢ la sugerencia vino siempre de un hecho irrebatible: el progresivo enriquecimiento del color (esto es, variedad de timbres, armon¨ªas y matices expresivos) y la flexib¨ªlizaci¨®n de las formas: lo arquitect¨®nico sea cerca a lo escultural y lo escultural a lo pict¨®rico.

Desde supuestos tan excesivamente resumidos, y echando mano del juego de equivalencias, pr¨¢cticamente inesquivable al hablar de ru¨²sica para desesperaci¨®n de cualquier pensamiento riguroso, pudo aparecer Haendel en sus conciertos como pintor de algo, aunque, de hecho, lo sea m¨¢s Vivaldi en Las cuatro estaciones y, si se me apura, el mismo Geminiani, transmisor del mensaje de Corelli a Haendel, por no hablar de ese prerromanticismo latente, tocado por lo que m¨¢s tarde se denominar¨ªa mal de siglo.

Los concerti haendelianos pueden abordarse con arreglo a conceptos bien distintos: desde el cantar elevado con las melod¨ªas mantenidas en el aire y la textura transparentada de luces propia de los italianos (I Musici son ejemplares de la manera) hasta la severidad sin excesos que practican los m¨²sicos de Budapest.

Intencionalidad

En medio quedar¨ªa la hermosa intencionalidad de cu?o bohemio que practicaba Von Benda y su conjunto berlin¨¦s, y todos ellos tienen escasos puntos de contactos con la erudici¨®n y nueva autenticidad de los especialistas, con Harnoncourt a la cabeza.

La Orquesta Franz Liszt y su concertino-director, J¨¢nos Rolla, mantuvieron en el primer programa de la serie universitaria la altura de sus versiones, y si unas gustaron m¨¢s que otras la raz¨®n estribaba en la mayor belleza de unos conciertos sobre otros.