Fellini: "Rodar es como jugar: inventamos, creamos en el momento"
'Ginger y Fred' trata de dos bailarines que "temen quedarse, fuera del rayo de luz donde la gente sigue am¨¢ndose"
La cita con el cineasta Federico Fellini, el mago, era en los estudios de Cinecitti, donde ha empezado a rodar su ¨²ltima pel¨ªcula, Ginger y Fred, "la historia divertida de dos bailarines" que "temen quedarse fuera del rayo de luz donde la gente contin¨²a expres¨¢ndose y amando". El director piensaque "rodar es como jugar. inventamos, creamos en el momento". Marcello Mastrolanni y Giulietta Massina act¨²an por primera vez juntos. S¨®lo un grupo de corresponsales estaba invitado al banquete felliniano, y como en cada encuentro de la Prensa con el artista -son muy escasos-, tambi¨¦n ¨¦ste estuvo envuelto en un ritual y fue, sobre todo, una secuencia de su arte.
El escenario era ya felliniano una especie de autoservicio retro con paredes de m¨¢rmol negro y mesitas de comedor de: cuartel Un ambiente que recordaba algo entre un quir¨®fano y un bar antiguo de estaci¨®n. Fellini lleg¨® con un atuendo entonad¨ªsimo: corbata, chaleco y bufanda en tres tonos distintos de rojo y la chaqueta gris, haciendo juego con el forro de su impermeable crema claro y su inseparable sombrero de fieltro.No quiso empezar a hablar hasta que llegaron su mujer, Giulietta Massina, y Mastroianni. Con ellos se sent¨ªa m¨¢s arropado. Se sent¨® en el filo de la mesa, cerca de la puerta. Una especie de timidez lleva, siempre a Fellini a tomarse las cosas en broma frente a los cr¨ªticos y los periodistas. Su lema parece ser negarlo todo. Su juego es la provocaci¨®n de la paradoja.
-?Qu¨¦ hac¨ªa esa caravar¨ªa de enanos que nos hemos encontrado en el pasillo?
-En todas mis pel¨ªculas hay siempre enanos. Aqu¨ª forman parte de un espect¨¢culo. Har¨¢n una danza argentina.
-?Por qu¨¦ argentina?
-Porque lo han pedido ellos
-?Qu¨¦ tipo de danza ser¨¢?
-Creo que un fandango.
-Pero ese es un baile espa?ol.
-S¨ª. Espa?ol o portugu¨¦s. O si no, dec¨ªdir¨ªe vosotros qu¨¦ danza ser¨ªa mejor para ellos.
-La pel¨ªcula Ginger y Fred, ?sera como Y la nave va, algo de actualidad o s¨®lo un tema nost¨¢lgico del pasado?
-Es actual¨ªsimo porque habla de la televisi¨®n. Todo el filme es una historia que se desarrolla durante un largo programa de televisi¨®n Y, l¨®gicamente, aunque no es una pel¨ªcula sobre la televisi¨®n aborda lo que dicha televisi¨®n es hoy para cada uno de nosotros. Por eso es una pel¨ªcula sobre nuestras cr¨®nicas cotidianas, nuestros sue?os y desilusiones.
"La televisi¨®n no se discute"
-?A usted le gusta ver la televisi¨®n?-?Qu¨¦ pregunta! Es como decirme si me gusta la lluvia o la casa. La televisi¨®n es parte de nuestra vida. No se puede discutir su existencia. Si acaso, el problema es c¨®mo consumirla.
Se entra por fin en el cogollo de una pel¨ªcula que, como todas las de Fellini, est¨¢ ya destinada a entusiasmar y a crispar al mismo tiempo. Y que, sin duda, provocar¨¢ discusiones. Los periodistas preguntan si esta nueva pel¨ªcula -que cuenta la historia de dos viejos artistas fallidos que se presentan con miedo para participar en un programa de televisi¨®n- no representan el terror inconsciente del artista a envejecer en su arte con los a?os.
El temor de un gigante del arte cinematogr¨¢fico, como es Fellini, a envejecer, a quedarse fuera de la historia. ?sta lo empuja hoy a interesarse por la televisi¨®n, que siempre ha odiado, y a jugarse su prestigio aceptando realizar, aunque sin aparecer, un anuncio publicitario para una f¨¢brica de pastas.
Fellini explica: "Mi pel¨ªcula es la historia divertida de dos artistas bailarines ya en el ocaso, que tienden a defender lo que conocen del mundo y a rechazar lo que es nuevo. Temen quedarse fuera del rayo de luz donde la gente contin¨²a expres¨¢ndose y amando. Es el desconcierto, la alarma, la melancol¨ªa de acercarse a una cierta edad neg¨¢ndose a considerarse habitante de aquella dimensi¨®n. No se tratar¨¢ de una parodia o una cr¨ªtica a la televisi¨®n, sino de la narraci¨®n de personajes que est¨¢n retrasados para todo".
Y, como para romper la atm¨®sfera dram¨¢tica que ha creado, Fellini precisa: "No es una pel¨ªcula amarga, sino divertida". Se produce una carcajada general, liberadora. Fellini, que ante la primera pregunta est¨¢ siempre visiblemente azorado y se rasca repetidamente la cabeza, en seguida recobra su vital¨ªdad, su iron¨ªa, sus paradojas y su brillantez. Probablemente se olvida de los periodistas y se cree en el estudio ole rodaje.
"Adem¨¢s", contin¨²a, "qui¨¦n sabe c¨®mo ser¨¢ mi pel¨ªcula. Yo he empezado, como siempre, sin haber escogido a todos los actores. Pero no me preocupa. Como no me importa demasiado el gui¨®n: rodar es como jugar. Inventamos, creamos, all¨ª, al momento. Y el personaje que me falta llega siempre milagrosamente, o mejor, m¨¢gicamente, en el momento justo. De hecho, esto nunca me ha hecho interrumpir ni aplazar una sola hora el rodaje".
La pel¨ªcula, que estar¨¢ lista dentro de un par de meses y que costar¨¢ 900 millones de pesetas, no cuenta la historia real de la pareja de int¨¦rpretes y bailarines Ginger Rogers y Fred Astaire.
lExplica m¨¢s bien", dice Fellini, "c¨®mo en Mil¨¢n, nuestra provincia, en los a?os treinta y cuarenta llev¨¢bamos una vida pobre y gris, separados de la cultura: los fascistas, los cat¨®licos bajo la Iglesia y los curas. Y sobre todos nosotros, Mussolini. Y en la otra orilla, la vida representada por el cine norteamericano, por personajes como Ginger y Fred, que habitaban en un pa¨ªs que a nosotros nos parec¨ªa vivo y feliz. Era como un sue?o con los ojos abiertos, para huir de nuestra mediocre realidad".
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