Rebeli¨®n en Atenas

Que Grecia sea el garbanzo negro de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) no es lo ¨²nico que molesta en Washington. La Casa Blanca tampoco comulga con el hecho de que, desde que los socialistas del PASOK se hicieron con el poder en Atenas, el peque?o pa¨ªs mediterr¨¢neo ha desarrollado una pol¨ªt¨ªca exterior independiente que, con bastante frecuencia, no se ajusta a la doctrina oficial aprobada en la capital del imperio. Eso no se le hace a un amigo.La rebeli¨®n del Gobierno de Papandreu se ha manifestado a veces de manera muy clara, como cuando se neg¨® a condenar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica por el derribo de un jumbo surcoreano civil, el 1 de septiembre de 1983, o cuando no se uni¨® a las sanciones econ¨®micas contra Polonia tras el autogolpe militar del 13 de diciembre de 1981.

Grecia ha votado en las Naciones Unidas m¨¢s de una vez con el bloque socialista y no con Jeane Kirkpatrick (embajadora norteamericana) y -desaf¨ªo de los desaf¨ªos- se lleva de maravilla con el m¨¢ximo dirigente libio, Muammar el Gaddafi, considerado en Washington como un delincuente.

Incluso le mont¨® en Creta un encuentro con Fran?ois Mitterrand, el pasado 15 de noviembre, para que discutiera el conflicto de Chad. Y mientras Estados Unidos ha venido neg¨¢ndose a considerar a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) como ¨ªnterlocutor v¨¢lido en Oriente Pr¨®ximo, Papandreu ha permitido que abra una oficina diplom¨¢tica en Atenas, al mismo nivel y con el mismo n¨²mero de miembros que la de Israel.

Relaciones balc¨¢nicas

Convencido de que "la amenaza viene del Este y no del Norte" (algo ins¨®lito en un miembro de la OTAN, creada para enfrentar la amenaza militar comunista), Papandreu ha mejorado espectacularmente las relaciones con sus vecinos balc¨¢nicos, dos de los cuales pertenecen al Pacto de Varsovia (Ruman¨ªa y Bulgaria), y con otros dos mantiene posiciones singulares, pero ciertamente del otro lado del tel¨®n (Albania y Yugoslavia). Incluso ha propuesto la desnuclearizaci¨®n de la zona.

Para completar el cuadro, Grecia estrecha lazos con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Papandreu fue recibido en Mosc¨², en febrero, como un amigo y se trajo a casa acuerdos importantes de cooperaci¨®n econ¨®mica, incluyendo el proyecto de un gasoducto y el de la construcci¨®n del metro de Atenas.

Es muy posible que no haya asesores militares sovi¨¦ticos, pero nadie descarta que en el futuro se oiga hablar ruso con frecuencia por las callejuelas del barrio de Plaka.