Bolivia, situaci¨®n limite
La Central Obrera Boliviana (COB) rechaz¨® el pasado lunes la oferta de participar en el Gobierno hecha por el presidente Hern¨¢n Siles Zuazo y decidi¨® proseguir la huelga general, que se prolonga ya durante 12 d¨ªas y que ha colocado al pa¨ªs ante una situaci¨®n l¨ªmite. Las elecciones legislativas y municipales han sido ya oficialmente atrasadas por el Senado hasta el 14 de julio, y aumenta cada d¨ªa el riesgo de que no puedan celebrarse jam¨¢s. Ni los partidos pol¨ªticos bolivianos ni los observadores extranjeros creen inminente un golpe de Estado, pero los militares han advertido que se ver¨¢n obligados a intervenir si a la paralizaci¨®n de las actividades se suman el desorden y los enfrentamientos. Un enviado especial de EL PAIS estuvo recientemente en Bolivia.
MadridMillares de mineros recorren diariamente las calles de La Paz, alternando los estallidos de dinamita con los gritos de "?abajo el Parlamento!", "?muera Siles!", " ?obreros al poder!". Cada ma?ana se re¨²nen en el teatro al aire libre de la capital boliviana para decidir qu¨¦ hacer. Los dirigentes trotskistas, s¨®lidamente instalados en la c¨²pula de la COB con la complicidad del m¨¢ximo dirigente, Juan Lech¨ªn Oquendo, desatan el entusiasmo de la audiencia al proclamar que ha llegado el momento de que la clase obrera "cumpla con su misi¨®n hist¨®rica y tome el poder".
Los militantes del Partido Comunista de Bolivia (PCB), mayoritario entre la base sindical pero desplazado de la direcci¨®n en el ¨²ltimo congreso de la COB, dif¨ªcilmente pueden contener con su mensaje de moderaci¨®n la exaltaci¨®n de miles de trabajadores hambrientos y decepcionados por la gesti¨®n del Gobierno de izquierda. "Se est¨¢n dando todas las condiciones para que esta conmoci¨®n social pueda ser aprovechada por grupos de derecha, civiles y militares, en beneficio de sus intereses", advierte Sim¨®n Reyes, secretario general del PCB, dirigente hist¨®rico del movimiento minero.
El clima pol¨ªtico en La Paz es, en muchos sentidos, prerrevolucionario. Los mineros han abandonado sus hogares y han aceptado pasar hambre y fr¨ªo en la capital porque sus dirigentes les ha prometido algo m¨¢s que un aumento de sueldo. Quieren una mejora definitiva. Muchos l¨ªderes sindicales, entre ellos Lech¨ªn, reconocen que se ha llegado a un extremo en que les resulta muy dif¨ªcil "controlar a las bases".
La extrema izquierda propone que se utilice la dinamita contra la polic¨ªa. Los estudiantes del Partido Obrero Revolucionario (POR), trotskista, cortan el tr¨¢fico en la puerta de la universidad y exigen a los automovilistas un impuesto revolucionario para apoyar la huelga general. Lech¨ªn proclama que lo ¨²nico que impide a los trabajadores dar el paso de llegar al palacio presidencial es que no tienen armas.
El Gobierno del presidente Hern¨¢n Siles Zuazo ha utilizado ya frente a este movimiento de protesta todos los medios pac¨ªficos a su alcance. El pasado d¨ªa 14, don Hern¨¢n, como respetuosamente se le conoce, recibi¨® en su despacho del Palacio Quemado -sede de la Presidencia de la Rep¨²blica- a una representaci¨®n del comit¨¦ de huelga. Los mineros, alguno de ellos con su casco puesto, dijeron al presidente que sus familias no tienen para comer y que los ministros del Gabinete son una pandilla de embusteros. Siles respondi¨® que ¨¦l dirige un Gobierno obrero y campesino y que el hambre es consecuencia de la dictadura del general Hugo B¨¢nzer.
Por unos minutos, la figura de Siles, fundador de la Federaci¨®n de Mineros, contuvo los ¨¢nimos de los trabajadores, que poco m¨¢s tarde se enfrentaron a la realidad de una oferta del 230% de aumento salarial, cuando el a?o anterior concluy¨® con una inflaci¨®n de m¨¢s del 2. 100%.
Hern¨¢n Siles Zuazo ha dirigido su Gobierno con la vocaci¨®n de un Gandhi en Am¨¦rica Latina. Ha permanecido siempre en las c¨®modas alturas de la autoridad suprema, con un solo prop¨®sito aparente: que su Gobierno pase a la historia como el primero en muchas d¨¦cadas que no ha recurrido ' a la represi¨®n para afrontar los problemas del pa¨ªs y que se produzca un relevo democr¨¢tico en el poder. En el ¨²ltimo informe del Departamento de Estado norteamericano sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en Am¨¦rica Latina, Bolivia figuraba como pa¨ªs modelo.
Como administrador, Siles tambi¨¦n va a alcanzar r¨¦cords hist¨®ricos al colocar a Bolivia ante la peor crisis econ¨®mica que jam¨¢s haya conocido. Crisis a la que ha contribuido tambi¨¦n la COB durante estos dos a?os con m¨¢s de 500 huelgas, de ellas tres generales, que han paralizado totalmente el pa¨ªs durante m¨¢s de un mes.
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