Suave violencia

Federico Garc¨ªa Lorca escribi¨® esta farsa -a la que llam¨® violenta- hace unos 60 a?os, para el teatrillo experimental llamado Caracol, que dirig¨ªa Cipriano Rivas Cherif-, la obra gan¨® en importancia, la estren¨® Margarita Xirgu en el teatro Espa?ol, de Madrid, y la actriz argentina Lola Membrives la repuso, a?os despu¨¦s, en el Coliseum.La interpretaci¨®n que hace ahora Laura Garc¨ªa Lorca, que es una sobrina carnal del poeta, no permite predecir que su futuro sea el de aquellas grandes actrices.

Sigue la peque?a obra maestra lorquiana jugando con el amor perdido y recobrado, con la figura de la mujer brav¨ªa y el marido apocado y fugitivo, y con esa presencia de un pueblo murmurador, gazmo?o, ingenuamente agresivo, y la lejan¨ªa del duelo de navajas: los temas que luego, en la madurez de Federico Garc¨ªa Lorca, estar¨ªan siempre como fondo tr¨¢gico de sus grandes obras. Sigue en pie en La zapatera prodigiosa, sobre todo, el lenguaje, la gran belleza del idioma, el lirismo, el humor, tranquilo. Estamos ante una farsa violenta y, al mismo tiempo, suave y risue?a.

Ma?as ha hecho una versi¨®n sencilla, con abundancia de canciones y bailes. En la interpretaci¨®n resaltan, como es l¨®gico, los valores de Fernando Delgado, la buena dicci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Escuer y de Pepita Mart¨ªn, que tienen el viejo oficio de colocar sus frases de forma que los efectos del texto lleguen a todos.

El lunes, un p¨²blico muy juvenil -un colegio- la acogi¨® con respeto.